sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Habrá algo de cierto en esto?


¿Será cierto?
Se dice que Héctor Timerman (el Canciller, que en 1976 apoyaba a la Dictadura desde su diario “La Tarde” y ahora se volvió progresista), desde su ministerio pidió auxilio a Brasil en Ghana y jamás hubo una respuesta activa. Las evasivas están vinculadas a un hecho que Itamaraty conoce y Timerman prefiere ocultar, un reflejo de la mala praxis argentina que fue aprovechado por el fondo buitre MNL Capital.
Existe constancia de que antes del ingreso de la Fragata Libertad al puerto, las autoridades navales de Ghana notificaron que existía el peligro de embargo. El comandante del buque escuela pidió urgentes instrucciones a Buenos Aires. Pero la respuesta llegó tarde: 48 horas después, cuando ya estaba dispuesto un embargo injusto.
Una pregunta: ¿para qué enviamos la Fragata Libertad a un puerto de la Comunidad Británica? ¿para demostrar que somos sumisos y cumplimos con los Tratados de Londres y Madrid, que firmaron Menem y Cavallo?. ¿Para demostrar que somos los niños obedientes del mundo globalizado?.

EL MALHUMOR Y LA BRONCA


EL MALHUMOR Y LA BRONCA
El gobierno fue perdiendo el control de gran parte del movimiento obrero y popular. Lo fue perdiendo por su política de descargar la inflación y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo. En oposición a esa política, con diversos matices y posiciones y con mediaciones, se fue produciendo la unidad de acción de fuerzas obreras y populares. El gobierno quedó abrazado al colaboracionismo gratis de la CGT de Caló y la CTA de Yasky.
El gobierno K trabajó con todo para impedir la confluencia de un centro coordinador de la lucha obrera, campesina, originaria, estudiantil y popular. Fracasó en el Congreso de Federación Agraria como antes en el de la FUA.
A partir de una política justa de unidad para la lucha, se avanzó desde el paro nacional de la CTA junto a las principales organizaciones de desocupados, jubilados, campesinos pobres y medios, originarios y estudiantes. Eso creó las condiciones para que empalmara la CGT que dirige Moyano hacia el paro nacional, al que ha anunciado que se sumará la CGT Azul y Banca.
En ese proceso de unidad de acción de fuerzas obreras, campesinas, estudiantiles, originarias y populares, se volcaron nuevos afluentes con los dos cacerolazos, con la heterogeneidad que está a la vista. Todo este proceso fue lo que llevó a que el gobierno perdiera las calles.

¿Quién tiene razón?


Mentiras y verdades
La Presidente afirmó que los caceroleros “tienen una visión distorsionada del país”, Aníbal Fernández los calificó de “ultraderecha paga”, el “Cuervo” Larroque los trató de “zombis”, y el diputado Kunkel los calificó de “sediciosos” por violar el principio ultraliberal de que “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”.
¿Quién tiene una “visión distorsionada del país”? ¿los asalariados que reclaman un plus de fin de año para que el impuesto a las ganancias no les robe el medio aguinaldo, o la Presidente que mantiene ese impuesto contra los trabajadores debiendo saber que el salario no es ganancia?, ¿los jubilados que reclaman el 82% móvil, o la Presidente que vetó la ley que lo establecía para poder seguir saqueando la Anses?, ¿los habitantes de Pico (La Pampa) que tuvieron que hacer una pueblada para imponer la cárcel del asesino y violador de una niña ante la impunidad del gobierno, la justicia y la policía; o la ministra Garré que afirma que “la inseguridad” es “una sensación”?
¿Quién ve la realidad?: ¿los marinos de la fragata Libertad que defendieron con sus armas el intento de ocupación del barco, o la Presidente y su ridículo canciller que no hacen nada serio para traerla de vuelta a la Argentina?
¿Quién tiene los pies puestos sobre la tierra?: ¿los que reclaman que se investigue la deuda externa y no se pague la que es ilegítima, fraudulenta o de la dictadura; o la Presidente que se jacta de que este gobierno es el mejor pagador de deuda de la historia, que se dispone a pagar 3.385 millones de dólares en diciembre, mientras la justicia y los fondos buitres imperialistas nos embargan la fragata Libertad, y en cualquier momento la corbeta Espora?
¿Quién miente?: ¿los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados y los productores de la ciudad y el campo, que protestan para que la inflación no les devore sus ingresos, y la crisis no los lleve al hambre y la quiebra, o el gobierno que niega la inflación y la crisis?
¿Quién lucha por la justicia?: ¿los 5.000 procesados por pelear por sus derechos, con huelgas, piquetes, y también con cacerolas; o el gobierno que los procesa, que mantiene como vicepresidente a un estafador, que mantiene como altos funcionarios a los responsables de la masacre de Once, de la crisis energética, y que anuncia que va a cerrar las causas del genocidio dictatorial cuando más del 80% de esos crímenes siguen impunes y no tienen cabida en los juicios actuales?.
La Presidente excluyó el medio aguinaldo del cálculo de Ganancias. ¿Es un gran beneficio o la realidad es que no lo es?. La realidad es que un trabajador soltero que gana $ 7.000 por mes, este año le retendrán por este impuesto $ 1.226, en lugar de $ 1.716. Son $ 490 menos. Pero si el Gobierno hubiera aumentado el mínimo no imponible y las escalas salariales según la suba de la inflación, ese mismo trabajador no pagaría nada. En cambio, sigue alcanzado con $ 1.226 anuales.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Un paralelo entre dos reaccionarios: Javier de Elío y Carlos Kunkel


Un paralelo entre dos reaccionarios: Javier de Elío y Carlos Kunkel

de Eduardo Mariano Lualdi, 11 de noviembre de 2012

"Por la vía de la criminalización de la protesta, emprendió el diputado Carlos Kunkel, al conjeturar que los protagonistas del 8N habrían incurrido en el delito de sedición. Sorprendido, su entrevistador quiso saber en qué basaba tamaña afirmación. Y Kunkel contestó: “No lo digo yo. Lo dice la Constitución. El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes”.(Susana Viau, Clarín, 10 de noviembre de 2012).
Kunkel va a la esencia de los fenómenos que se vienen sucediendo en la sociedad argentina en las últimas semanas y que llevan la impronta de los días convulsionados de diciembre de 2001. Se refiere a las prácticas que aproximan a la democracia directa, la democracia grande donde el pueblo muta en protagonista decisorio de su propia historia. La movilización popular y la movilización popular elevada a la pueblada, es un modo político propio del pueblo argentino para imponer un rumbo diferente a la historia. Es por esa vía que el pueblo supo imponer su propio derrotero y constituyó la esencia del proceso que coaguló el 25 de mayo de 1810. Y fue por esa vía también que dio nacimiento al proceso del Gral. Perón el 17 de octubre de 1945, y que tan afanosamente procura destruir el kirchnerato.
En prácticas que aproximan a formas de democracia directa se inscribe el cacerolazo del 13 de septiembre, las formas asamblearias de la rebelión de Gendarmes y Prefectos y el 8 de noviembre con el nuevo cacerolazo. El pueblo demuestra que  delibera al margen de “sus representantes”.Justamente esta era una de las cuestiones de la “gran política” que los Kirchner se comprometieron a resolver cuando Duhalde los catapultó a la presidencia con la bendición de Héctor Magnetto y el grupo Clarín en mayo de 2003. En aquellos conciliábulos de las minorías gobernantes, los Kirchner se comprometieron, además, a reconstruir el Estado resquebrajado como producto de la rebelión popular de fines del 2001 y a pagar la deuda externa argentina, de allí su “progresista” política de “desendeudamiento” que el juez Griesa de Nueva York se está ocupando de hacer jirones con sus fallos.
Kunkel como buen reaccionario, tiene espanto profundo de este fenómeno que encuentra sus raíces en el nacimiento de la Patria. Así fue en 1806 y 1807: el pueblo, abandonado por sus dirigentes políticos y traicionado por sus jefes militares que fueron en masa a jurar fidelidad a Su Majestad la Reina de Inglaterra, se autoconvocó –se diría en la actualidad- y se constituyó en Ejército ciudadano. Dijo Matheu: “Los oficiales dispersos de los Ejércitos de tierra y los oficiales dispersos de los Ejércitos de Mar, se unieron al pueblo y constituyeron un ejercito ciudadano”; dos insurrecciones derrotaron en 1806 y en 1807 a la primera potencia mundial de entonces: Inglaterra.
Como producto del protagonismo insurreccional del pueblo, nacieron los ejércitos patrios que se lanzarían a la epopeya continental de la emancipación americana, y aquella revolución imaginada por Belgrano para la segunda década del siglo XIX, se precipitó, también por factores externos, para los primeros meses de 1810, cuando las noticias de Europa terminaron de fermentar el largo trabajo del Partido de la Independencia, fundado por Castelli en 1802.
Los Regimientos de Arribeños, Blandengues, Pardos y Morenos y especialmente los Patricios, se conformaron con soldados bisoños llenos de entusiasmo, que eligieron a sus oficiales por voto directo y estos a sus mandos superiores; tanto Saavedra como Belgrano así fueron elegidos; y cuando el fugado virrey Sobremonte quiso retomar el gobierno, una verdadera asamblea popular ciudadana se autoconvocó en la Plaza de la Victoria, y impuso a Liniers como nuevo gobernante. Javier de Elío entonces desde la Banda Oriental, una especie de Kunkel del siglo XIX, habrá argumentado como Kunkel: “No señores, el pueblo no delibera ni gobierno sino a través de Su Majestad el rey de España”. Pero el proceso libertario era a esa altura indetenible y pueblo, milicias y Ejército patrio, se impusieron entre el 21 y el 25 de Mayo derrocando al Virrey Cisneros, y alumbrado con un nuevo sol la historia suramericana, ahogada en sangre no hacía más que un año, en la abortada revolución del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca.

domingo, 11 de noviembre de 2012

10 puntos sobre el 8N


10 PUNTOS SOBRE EL 8N
Horacio Micucci

1.- Todas las fuerzas políticas y sociales se expresan favor o en contra  del cacerolazo del jueves 8, convocado por las redes sociales de Internet. De qué conclusiones se saquen de esta movilización (así como de anteriores como la del 13 de setiembre) y de los reclamos obreros (como los paros anteriores y el próximo de fines de noviembre) dependen en gran medida los caminos que se elijan para que Argentina  encare o no la ruta de su Independencia Nacional.
2.- El cacerolazo del 8N fue una multitudinaria y heterogénea movilización de protesta y reclamos al gobierno. Fue mayoritaria la presencia de jubilados reclamando el 82% móvil ya, de jóvenes y de mujeres. El reclamo unánime fue más visible contra la inseguridad, la inflación, la corrupción y la re-re elección. También el reclamo de una justicia independiente.
3.- Los reclamos fueron contra el gobierno pero la oposición tradicional no capitaliza el descontento a pesar de que lo intentó. Reclamos como los cacerolazos muestran, también, disconformidad con las opciones tradicionales y necesidad de otras salidas, con autoconvocatoria, parte de un fenómeno que se ve en otros lugares del mundo y que ya se manifestó en Argentina en ocasión del Argentinazo con expresiones de democracia directa. La oposición tradicional, que busca variantes al sistema de dependencia, sumisión e indefensión nacional (para mantenerlo) no logra encontrar una forma de encorsetar y canalizar en su beneficio el descontento. Macri lo intentó, no respetando el formato de la autoconvocatoria que expresaron los organizadores principales del 8N. No lo logró y, a la vez, (¿cómo otras veces, demasiado frecuentes?) fue funcional al gobierno que buscó minimizar y atribuir la protesta a sectores tradicionales. A la vez, el gobierno, introdujo elementos provocadores de sus servicios de inteligencia con el objetivo de desprestigiar la protesta. Fue correcto respetar el formato de autoconvocatoria elegido.
4.- Distintos sectores populares vuelven a los métodos y caminos que aprendieron en el 2001 y antes. Argentina es un país de puebladas. En el último tiempo hubo luchas de los trabajadores de distintas áreas. También las capas medias están afectadas. Ellas también son parte del pueblo.
5.- Ante lo anterior, la preocupación por la gobernabilidad de Argentina, para que permanezca de rodillas, se expresa en las bocas más conspicuas de la oposición tradicional. Dice Mariano Grondona:
“Es como si ya contáramos con los ingredientes básicos para construir el sistema de alternancias que es la democracia. Pero los tenemos y no los tenemos porque a los que ya tenemos y no teníamos hasta hace pocos días, el "muro" al re-reeleccionismo en el Congreso y la inmensa manifestación del 8-N, deben sumarse todavía otros dos ingredientes que aún no tenemos: la organización de la oposición en una efectiva fuerza política capaz de ganar elecciones o por lo menos de competir en ellas y, finalmente, la resignación "no presidencial" de la propia Cristina.” La Nación, 11 de noviembre de 2012.
Otro artículo, del diario La Nación, del mismo día, dice:
“Si la actual crisis se profundiza, podría debilitarse aún más el liderazgo presidencial. Si ése fuera el caso, habría un franco peligro de inestabilidad: en el período 2003-2011, el fortalecimiento de la autoridad presidencial ha disimulado (y a la vez profundizó) el disfuncionamiento estructural del marco institucional de la Argentina. Un eventual vacío del poder presidencial, generado por la acumulación de errores no forzados, en combinación con una visión épica y transformacional en el devenir político nacional que la familia Kirchner se asignó a sí misma, podría disparar una nueva y lamentable crisis de gobernabilidad.(…) La primera pregunta remite a la crisis de representatividad que afecta a la política argentina desde hace tiempo, pero que se profundizó con la crisis de 2001. (…) No hay quién ordene y priorice las múltiples demandas insatisfechas que el Gobierno prefiere ignorar. Esto alimenta un problema de legitimidad de ejercicio: el 54% de los votos le otorgan a la Presidenta una legitimidad de origen incontrastable, pero a diario debe rendir examen ante una sociedad que exige respuestas concretas a los problemas que se acumulan.” El peligro latente de comprometer la gobernabilidad. Sergio Berensztein. La Nación. 11 de noviembre de 2012.

Es grande la preocupación (tanto en el gobierno como en la oposición tradicional) de que el descontento exceda los márgenes de gobernabilidad y la búsqueda de un corsé para perpetuar el proyecto de sumisión nacional que éste y otros gobiernos gerentes de la dependencia han expresado hasta ahora.
El diputado oficialista Kunkel lo expresó crudamente al acusar de sedición a los participantes del 8N, aduciendo que “No lo digo yo. Lo dice la Constitución. El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes”. Clarín. 11 de noviembre de 2012. 
6.- En el fondo, las grandes preguntas que enmarcan a esta protesta y los reclamos sindicales son: a) ¿quién va a pagar los platos rotos de la crisis mundial y nacional? b) ¿con qué formas orgánicas se hará esto? c) ¿lograrán restituir un sistema bipartidario de gerentes de la dependencia con un ala expresada por el kirchnerismo (o similares) y otra expresada por el macrismo (o variantes análogas) o la protesta romperá el corsé de la dependencia y la sumisión nacional?.
7.- La inflación castiga los bolsillos populares. Las consecuencias de una política de entrega y sumisión nacional irritan, la crisis golpea también a Argentina, aunque el gobierno la niegue. Argentina es frágil en esta crisis económica porque los distintos gobiernos gerentes de la dependencia (incluido éste) han profundizado la sumisión e indefensión nacional.
Digan lo que digan los “relatos” de los gobiernos, Argentina es un país dependiente, desgarrado por la rapiña de distintas potencias imperialistas y con una parte de su territorio colonizado por los ingleses.
8.- Los sectores populares buscan ir por más, y no aceptan seguir pagando el ajuste, la inflación y la crisis consecuencias de la sumisión nacional a que nos han llevado. Las aguas bajan turbias, porque la correntada arrastra de todo. Pero los patriotas y luchadores populares no le deben tener miedo a las movilizaciones ni a la correntada. Hay que atreverse a nadar en la corriente. La multitudinaria manifestación nacional del 8N, refuerza la necesidad y las posibilidades exitosas del Paro Nacional que preparan, para fines de noviembre, organizaciones gremiales de distinto signo, obreras, campesinas, estudiantiles, docentes y de otros sectores populares
9.- Se presentan óptimas condiciones para una unidad que exprese lo patriótico y nacional unido a lo democrático y popular. Es preciso, para ello, que las protestas como las del 13 de setiembre y el 8 de noviembre marchen unidas a luchas sindicales como el paro programado para fines de noviembre. Los piquetes unidos a las cacerolas.
10.- Todo lo anterior puede abonar el surgimiento de una nueva huella argentina, con un programa unificador de Independencia Nacional, cumplimiento de los derechos del Pueblo con verdadera Soberanía Popular y Democracia Grande y recuperación del Patrimonio Nacional, que posibilite un Primer Gobierno Patrio que inicie el camino de la Segunda y definitiva Independencia.
Horacio Micucci
11-11-2012