PONENCIA:
“EDUCACIÓN TÉCNICA, DESARROLLO INDUSTRIAL INDEPENDIENTE,
REFORMA AGRARIA Y DEFENSA NACIONAL”
Horacio
Micucci
2019
“Si no hay comida
cuando se tiene hambre, si no hay
medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los
derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía,
aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.
Nelson Mandela
“La siembra de la
ciencia germinará para la cosecha del pueblo”.
Epígrafe de “Principios
de la Química” Dimitri Mendeleiev
(Autor de la TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS)
1834-1907
“Pinta tu aldea y será
universal”.
León Tolstoi
Pedes in terra ad sidera
visus. Con los pies en la tierra y la mirada en las estrellas.
Lema de la Universidad
Nacional de Tucumán.
I.- Introducción:
La educación está
en crisis, como el país y los modelos y modelitos económicos que se suceden. Tenemos
un modelo de enseñanza que no alcanza a dar respuestas a la nueva y compleja
realidad social. Docentes precarizados, con bajos salarios y escaso tiempo para
la formación continua; alumnos que no encuentran el entusiasmo del conocimiento
para comprender los que ocurre y para transformar la realidad, porque quienes
gobiernan no quieren transformar esa realidad injusta. Al contrario, la
profundizan.
Como muestra, el
actual presidente Macri ha dicho, hace un tiempo, una de sus “desafortunadas”
frases. Dice el diario Clarín:
“Diez minutos. El presidente
Mauricio Macri debía comunicar en ese lapso los resultados de la evaluación
Aprender y convocar al Plan Maestro. Fue tiempo suficiente para que un furcio
eclipsara parte del anuncio de una ley que -de lograr consensos- podría
convertirse en una política de Estado. El Jefe de Estado se refería a las
inequidades entre la escuela privada y la pública, que arrojaron las pruebas.
“La mitad de los chicos que hoy comienza la escuela pública en algún lugar de
la Argentina, no termina (…) Cuatro de cada 10 del primario -sexto grado en
escuela pública- no comprende textos y en la escuela privada son 2 de cada 10.
Marca otro problema de fondo, la terrible inequidad entre los que pueden ir a
escuela privada y aquel que tiene que caer en la escuela pública”, sentenció
Macri.”
La escuela
pública es, para el Presidente Macri, refugio de la pobreza. Refugio “precario”
desde ya. Como el Hospital Público.
No se puede
negar que sus frases demuestran sus ideas. Como su desconocimiento del monto de
la jubilación mínima en un reportaje televisivo en los comienzos de su
gobierno. Demuestra sus ideas y sus prioridades...
Pero estas
ideas expresan una política de Estado:
Destrucción de
la Educación pública en beneficio de la Educación Privada.
Formación de
unos pocos cuadros para el Estado de la dependencia y la sumisión nacional.
Y sobre todo
expresan que la educación no es un derecho inalienable.
Las
estadísticas muestran que el rezago educativo nacional es crítico: en la
Secundaria, apenas algo más del 40% se gradúa dentro de los plazos
establecidos; la sobreedad en el cursado muestra oscilaciones en torno del 40%;
la mitad de la población económicamente activa no tiene la Secundaria
terminada.
El observatorio
de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina dice, en uno de sus
informes, que:
“Los hogares con insuficiencia
educativa tienen al menos:
a) un integrante de entre 4 a 17 años que no asiste a
instituciones educativas, o con sobre edad escolar, o con 18 años que no asiste
y no terminó el secundario,
b) ningún componente del hogar que
haya accedido al nivel mínimo de credenciales establecido (secundario completo
para la población de 19 a
49 años y primario completo para la población de 50 años y más). “
En un artículo
periodístico hace un tiempo se decía:
“No es lo mismo para un pequeño de
2º grado que llega abrigado, desayunado y calzado al colegio, que para otro que
a la misma hora no comió, tiene frío porque la ropa es poca y sus zapatillas
están húmedas. El mismo maestro que tiene frente a sí esos dos tipos de niños
no puede empezar el día sumando y restando. Entonces, la educación del
Bicentenario obliga a involucrarse, a saber qué pasa en casa, a colaborar y
poner en contacto interdisciplinario a otras áreas fuera de la escuela para
progresar. Si a fin de año no se aprendió a leer, tal vez no sea el problema si
se evitó un caso de desnutrición o violencia familiar. Hay un corrimiento, un
desplazamiento de la escuela hacia nuevos límites.”
Sin embargo, a
esos docentes se los responsabiliza, antes y ahora, por las deficiencias
educativas, cuando ha sido el Estado y sus sucesivos gobiernos los que las
produjeron. Hay dinero para algunas cosas y no para otras. No lo hay para
educación ni para salud pública.
Apenas 13 de
cada 100 estudiantes de escuelas estatales gozan de los beneficios de la
jornada escolar extendida. En el Conurbano, donde se concentra la pobreza,
apenas cinco de cada 100 chicos asisten a estas escuelas. Se incumplen las
leyes educativas, ya que la de financiamiento de 2005 disponía: "Hacia 2010 el
30% de los alumnos primarios tenía que estar en escuelas de jornada escolar
extendida".
“Es claro que la Argentina tiene un
problema entre los que ingresan y los que finalmente se gradúan”, sostuvo Ana
María García de Fanelli, investigadora del Conicet y del Centro de Estudios de
Estado y Sociedad (CEDES). Según datos de la Secretaría de Políticas
Universitarias, la cantidad
de alumnos matriculados y egresados en 2009 fue de 1.650.150 y 98.129
respectivamente. (5,9%)
Las
estadísticas oficiales de mediados de 2011 seguían diciendo (Secretaría de
Política Universitaria del Ministerio de Educación de la Nación) que de cada
cien alumnos que ingresan a la Universidad pública sólo se reciben seis. De
esos seis muy pocos hacen posgrado.
De
cada cien alumnos que ingresan al primario sólo 31 llegan a terminar el
secundario obligatorio. De cada 100 alumnos que ingresan al secundario, sólo 50
lo terminan.
Y
todo lo anterior es peor cuando más pobre es el sector social.
Las cifras de
más arriba no son nuevas:
Un Editorial
del Diario La Prensa del 12 de setiembre de 1983 decía:
“El número de alumnos que se
incorporó anualmente a los distintos ciclos de la enseñanza fue, entre 1976 y
1981, significativamente inferior al del quinquenio 1970-75... La matrícula de
educación de adultos marcó una dramática caída: en 1970 tenía 222.796 alumnos y
apenas 127.957 en 1981. En el ciclo secundario entre 1970-1975, se inscribieron
269.775 alumnos y entre 1976-1981 apenas 127.957.”
En la década
del 90, con el deterioro del mercado de trabajo y las crisis económicas, llegó
la Ley Federal de Educación (1993), que intentaba transformar el sistema
educativo, y con él hacer desaparecer la Escuelas Técnicas como tales,
surgiendo simultáneamente Tecnicaturas Superiores privadas. La Ley Federal
establecía una educación general básica (EGB) de nueve años y un ciclo
polimodal de tres años con cinco modalidades, pero nada decía de las escuelas
técnicas.
Siguiendo este
modelo, en 1991 se transfirieron a las provincias las escuelas secundarias
nacionales, y con ellas cuatrocientas escuelas técnicas con más de doscientos
mil alumnos, perdiendo el apoyo del CONET, que en 1993 desaparece. (1)
Como muestra de
que la orientación persiste, hace poco se propuso cerrar escuelas nocturnas en
Ciudad de Buenos Aires (el distrito con más fondos en el país). El argumento:
la falta de alumnos. No se preguntan, los que esto proponen, sobre el porqué de
la supuesta falta de alumnos. Ni siquiera intentan hacer crecer el número de alumnos
promoviendo su asistencia escuelas nocturnas. La educación continua, en toda la
vida y como derecho, ni siquiera entra en la imaginación de estos
planificadores.
¿No
será un rotundo fracaso del sistema y no de los alumnos? ¿Ese fracaso no será,
en realidad, la expresión de la implantación de un proyecto de Argentina
reducida a la producción primaria y el ensamblado de materiales importados,
indefensa ante la rapiña de quienes la oprimen, es decir dependiente y sumisa?
A partir de
2001 empezaron cuestionamientos de alumnos, padres y empleadores. Se advertía la
disminución en la calidad de la educación y la pérdida de una herramienta de
trabajo. La relativa reactivación a partir de esos años, con demanda de nuevos
trabajadores, puso en evidencia la escasez de personal calificado. Esto hizo
que no desaparecieran las escuelas técnicas y resurgieran a través de la Ley de
Educación Técnica (2005). (1)
Sin embargo, encuestas
realizadas por especialistas, hacia el año 2010, a estudiantes, padres
y empleadores mostraban resultados preocupantes. Se advertían deficiencias que,
en opinión de los encuestados tenías causales diversas, a saber:
·
Situación económica de los alumnos
·
Metodología utilizada por los profesores
·
Deficiencias en la Formación del cuerpo docente
·
Base insuficiente en Ciencias Básicas
·
Falta de técnicas y horas de estudio
·
Falta de actualización de contenidos
·
Disminución de horas de taller y laboratorio
·
Falta de conocimiento de herramientas y
software actuales
Lo notable es
que esas causales aumentan desde 2004 pero nada hace el actual gobierno para corregir
la situación. Todo lo contrario: incrementa las causas. Los mayores porcentajes
de disconformidad se dieron respecto a las carencias en ciencias básicas y la
disminución de horas de taller y laboratorio. Las encuestas daban índices de
insatisfacción del orden del 70%. (1)
Las opiniones
recogidas por los investigadores reflejaban disconformidad respecto a la
formación como técnicos competentes cuyas capacidades están basadas fuertemente
en el conocimiento científico y en el “saber hacer”, logrados en las prácticas
de laboratorio y en los trabajos de taller. También había, y hay, un
crecimiento en la disconformidad respecto a los métodos utilizados por los
profesores, la falta de técnicas y horas de estudio y en la formación
del cuerpo docente, como causas que afectan y afectaron la adquisición de
competencias.
La segunda
problemática, percibida muy fuertemente por los egresados, fue la disminución
de horas de taller y de laboratorio. Según algunos trabajos de investigación
las encuestas indican la necesidad del “saber hacer” que habilite para el mundo
del trabajo, íntimamente relacionada con el “saber” científico”, es decir, con
la práctica que debe estar enraizada en el conocimiento para poder analizar e
interpretar correctamente resultados y la capacidad de transferirlos a otros
ámbitos.
Los empleadores
encuestados se quejaban de la falta de conocimiento, por parte de los técnicos,
de las herramientas y software actuales, lo que manifestaba la falta de
capacidad de la escuela de seguir los cambios tecnológicos por la falta de
adecuación de los profesores, así como por las posibilidades y los recursos con
los que cuentan las escuelas técnicas, muy inferiores a los de las industrias. Tanto
profesores como alumnos perciben como un refuerzo sumamente necesario las
pasantías o “prácticas profesionalizantes” en los lugares de trabajo.
Los expertos en
esta temática sostienen que los reclamos de alumnos, padres y empresas muestran
la pérdida de la esencia de la Escuela Técnica, dado que no se logran las
competencias requeridas exigidas por el trabajo o el estudio. (1)
Se evidencia
una falta de capacidades y habilidades que emanan de un insuficiente
conocimiento de las Ciencias Básicas que, además, apunten a la resolución de
problemas, a formar un espíritu crítico y a la posibilidad de transferir dichos
conocimientos a situaciones problemáticas diversas en su trabajo, su estudio o
en la vida en comunidad.
Todo esto que
empezó notoriamente en el Proceso, se continuó después y sigue en la actualidad,
lo que es una muestra de que las ideas básicas del tipo de país dependiente
desgarrado por la rapiña de distintas potencias (yanquis, chinos, ingleses, rusos,
franceses, etc.) sigue persistiendo. Y que, hace años, no hay política de industrialización
y desarrollo. Es un proceso creciente de primarización de la economía y dependencia.
Y esto continúa en la actualidad. ¿Nuevo “relato” del Cambio sin cambio?
Y, entonces, lo
que ocurre con las Escuelas Técnicas: ¿No será consecuencia de aquello que dijo
un funcionario del Proceso en su momento, sosteniendo que daba lo mismo fabricar
acero que caramelos? ¿Estará relacionado con toda la desindustrialización que
empezó con el Proceso? Lo que tenemos: ¿no es la Escuela Técnica de un proyecto
de una Argentina dependiente, indefensa, extractivista, primarizada?
Se ha publicado que “tal vez los funcionarios responsables escucharon hablar de la
globalización y viendo que los importadores, comerciantes y bancos tenían
buenas ganancias supusieron que la riqueza surge del intercambio, o de la actividad
bancaria y que era más barato traer cosas de afuera. Como si la plata para
comprar lo que otros países producen viniera del aire, y no que las riquezas
sólo provienen de la tierra y del trabajo productivo.”
Y que tal vez
ignoraron “...que,
en Argentina, la industria que emplea la mayor cantidad de mano de obra aún
está muy alejada de la automatización y la robótica y para muchas pequeñas y
medianas empresas, la vieja y obsoleta cadena fordista y los métodos
tayloristas son más avanzados de lo que están haciendo. E incluso el pasaje a
niveles que acerquen a las tecnologías de punta, requieren de una formación y
educación básica que no aparece en los planes de los ministerios, más
interesados en destruir lo viejo que en reemplazarlo por algo superador.”
(2)
Creemos que las
variantes de proyectos políticos de distintos gobiernos gerentes de la
dependencia tienen elementos comunes que perduran. Y que no hay falso disfraz
desarrollista ni neo desarrollista que cubra sus consecuencias sobre la escuela
técnica.
La situación de
la enseñanza técnica es parte de la destrucción de la capacitación
de la mano de obra, continuidad de la destrucción de la industria nacional
independiente. Parte de ello es la flexibilización laboral, el trabajo
multifunción en lugar del oficio y la especialización. ¿Para qué haría
falta la formación técnica y científica en un país primarizado? ¿Para qué
invertir en ella si finalmente la mayoría quedará desocupada y los que podrían conseguir trabajo no lo harán por carecer de dicha formación? Un país con un proyecto
oficial donde sobran 20 millones de habitantes.
La
consecuencia actual es la superexplotación de los más jóvenes y
desaprovechamiento de la experiencia de los mayores, con desocupados
estructurales. Y varias generaciones sin trabajo estable, en algunos sectores,
junto a jóvenes que no estudian ni trabajan y que no tienen posibilidad de
adquirir habilidades prácticas mínimas.
Y,
por último y no menos importante, se impide el carácter del trabajo como
ordenador de vida e integrador social, como actividad creadora. Así se
generaron y se generan las condiciones para la drogadicción, la trata de
personas, la lumpenización. La destrucción de la Educación Pública, y de las
Escuelas Técnicas en particular, se desarrolla, desde este punto de vista, con
tal coherencia que es difícil no sospechar de la intencionalidad de sus
autores.
II.- ¿Porqué relacionar educación y
desarrollo industrial?
Las
fuerzas productivas de un país están compuestas por los medios de producción (los
instrumentos de producción) y los hombres que trabajan en ellos. Sin embargo,
en nuestro concepto, son los hombres el elemento principal de las fuerzas
productivas de ese país. Si esto es así, la capacitación y la educación de ese
hombre son elementos sustanciales para el desarrollo industrial (y también
agrario) del mismo. Es clave, entonces, detenernos en la educación que hace
falta para hacer de Argentina un país industrial y agrícola integrado e
independiente, desde el punto de vista económico y político, con un pueblo en
el que recaiga la efectiva soberanía de una democracia grande, ampliada y real.
Presidimos
este artículo con un epígrafe de Mendeleiev. No se podría enseñar química, hoy,
prescindiendo de sus aportes. De misma manera que ocurriría con Newton o
Einstein en la enseñanza de la Física.
Algunos
imaginan a Mendeleiev como un “científico puro”, alejado de aplicaciones
concretas. Están en un error quienes así piensen.
Mendeleiev
realizó, en su época, un vasto programa de aplicación de la ciencia a la
economía y fue precursor de la quimización de la industria y la agricultura,
llegando a hacer aportes sobre política petrolera. De la misma manera, es
preciso integrar (en una unidad con contradicciones reales a resolver) la
ciencia básica, la ciencia aplicada y la tecnología, para un proyecto
científico técnico de aquella Argentina independiente de toda dominación
extranjera, como dice el Acta de nuestra Independencia (olvidada con frecuencia
por demasiados gobernantes).
Y
dado que de enseñanza técnica y de independencia tecnológica se trata, conviene
detenernos en algunas definiciones:
¿Qué
es tecnología?
Etimológicamente
proviene de dos palabras griegas: techne que
quiere decir arte y habilidad aplicada y
logos que quiere conocimiento.
Pero
de inmediato surgen preguntas: ¿Tecnología es sólo el artefacto o la máquina (“hardware”)? ¿Y el software no es tecnología? Hoy se reconoce que hay tecnologías
duras (las primeras) y blandas (las segundas). Entre estas tecnologías
“blandas” hay tecnologías de comercialización, de logística, de distribución,
de diseño y evaluación de proyectos sociales, etc.
¿Y
dónde reside la tecnología? ¿Sólo en la máquina o también en el hombre? ¿Y si
residiera principalmente en el hombre? ¿Sirve el mejor instrumento sin el
hombre capaz de manejarlo? En el inicio ¿quién diseña y construye ese
instrumento sino es el hombre?
Podríamos
decir que al principio fue el hombre.
Sería
de desear que, en los resultados, el objetivo fuera el hombre. En nuestro caso
la mujer y el hombre que habitan nuestra Patria. Nuestros hermanos.
Tomemos
a un tecnólogo, ya fallecido, de ideología desarrollista como Jorge A. Sábato. Para
él, tecnología era “el conjunto ordenado de conocimientos necesarios para la
producción y comercialización de bienes y servicios”. También se la suele definir como un complejo de
conocimientos, métodos y materiales usados en hacer una cierta clase de técnica
para la producción y comercialización de bienes y servicios. Pero, nos
atrevemos a afirmar que lo principal de la tecnología reside en la cabeza de
los hombres (conocimientos y métodos). (3)
Aunque
es poco reconocido, ese hombre que trabaja en la máquina también actúa como productor
de innovación tecnológica.
Hace
unos cincuenta años (principios de la década del ´70) un investigador llamado S.
Hollander efectuó estudios de productividad en cuatro establecimientos
productores de rayón de Dupont en EE.UU. Sus conclusiones fueron sorprendentes.
Introducida una nueva tecnología, cambios técnicos menores introducidos por
quienes operaban las máquinas eran responsables de casi dos tercios de la
reducción de costos unitarios atribuibles a cambios tecnológicos. Este proceso
de mejoras obra de los operarios llegaba a manifestarse hasta diez años después
de la introducción de la nueva tecnología. (4)
En
la actualidad los aportes de los operadores son utilizados por fabricantes de software que distribuyen copias “alfa y beta” entre técnicos y usuarios
que aportan, gratuitamente, sus experiencias y de las cuales surgen
perfeccionamientos posteriores. No otra cosa hace Microsoft. Lo mismo ocurre
con el software abierto de LINUS.
Todo
lo anterior habla del papel del hombre en el desarrollo de las fuerzas
productivas y en la necesidad, por lo tanto, de su capacitación como parte
fundamental del desarrollo productivo.
Es
importante tener en cuenta que la tecnología no es de validez universal. Las
distintas tecnologías dependen del contexto y las necesidades concretas que
deben resolver. De allí surge el concepto de TECNOLOGÍA APROPIADA de la OIT, la
OMS y la ONU. Una tecnología, para responder a tal calificación, debe tener
tres características.
Debe
ser:
1)
científicamente válida,
2)
técnicamente eficaz y
3)
socialmente aceptable.
Lo anterior significa que no basta con el
carácter científico de la misma, sino que debe lograr los efectos esperados en
el lugar donde se aplica, en la máxima cantidad en relación con los medios
utilizados. Pero, además, debe corresponderse con el proyecto social global del
lugar donde se aplica. Ergo, no hay tecnología de validez universal. Debe ser
evaluada en función, en nuestro caso y en nuestra opinión, de un proyecto
nacional y social de independencia nacional y soberanía popular
Por
último, la tecnología se puede obtener por métodos científicos o empíricamente (y
hasta “copiándola”, como decía Jorge Sábato). Esto último han hecho países como
Inglaterra, EE.UU., Japón, Italia, China, etc. Y ocurre que aquellos que copiaron
(“robaron”) tecnología son los que,
cuando tienen sus propias patentes, se convierten en quienes nos impiden a
nosotros (países oprimidos) su mismo camino.
Lo
anterior nos lleva a que es necesario decidir qué tecnología se compra o se
desarrolla, de acuerdo a un proyecto de país y a su objetivo nacional y social.
Las soluciones tecnológicas no son universales, son particulares y
contextualizadas, por definición.
Volvamos
al desarrollista Jorge A. Sábato y su concepto de “Paquete tecnológico”. Decía Jorge A. Sábato que no había que
comprar el producto hecho. Había que “abrir el paquete tecnológico” y comprar sólo
aquella parte de la tecnología que no podemos fabricar. Algunos creen que su
uso del término “paquete” era una
traducción del inglés “package”. Sin
embargo, contaba Sábato que lo había tomado de la letra de un tango que decía: “cuándo el gil abra
el paquete y vea que se ensartó”. Por lo tanto “no había que ensartarse y comprar el paquete
cerrado y hecho afuera”. Como se ve,
la compra de vagones de ferrocarril en China, totalmente terminados, sin
ninguna transferencia y sin participación local, realizados por el anterior gobierno
y continuado por el actual, no es desarrollismo, ni neodesarrollismo, y mucho
menos industrialismo. (3)
En
suma: lo fundamental es el hombre que opera las máquinas. Por eso es necesaria
su educación técnica, en función de un determinado proyecto de país y las
necesidades de su pueblo.
III.- ¿Porqué hace falta la industria y
una Argentina industrial?
El
punto de partida para analizar este tema es definir en que mundo vivimos.
No
vivimos un mundo “globalizado” de países respetuosos de los derechos de los
demás países, interdependientes, como se dice ahora, sino que estamos en un
mundo en
que los países no son iguales.
Hay un pequeño
número de países opresores y una mayoría de países expoliados y limitados en su
soberanía, por los primeros. Y
Argentina pertenece a los pueblos, países y naciones expoliadas. Es más, asistimos
un cambio en la “globalización” como se la propagandeaba en los ´90. Hoy se acentúan
cada vez más los factores de disputa entre las potencias, que protegen sus áreas
de influencia y pugnan por aumentarlas. Ya no es la Globalización de los 90… y el presidente Macri no lo advirtió. Entramos
al mundo por la puerta de servicio, el gobierno abre el país a la rapiña cuando
las potencias se cierran. Somos presa fácil con esta política y este gobierno.
Gobierno que sueña con volver 70 años atrás: a la Década Infame, al Pacto Roca
Runciman de 1932. E incluso al preyrigoyenismo. Si Yrigoyen era “la causa contra
el régimen”, esto es el “Régimen Oligárquico contra la Causa Nacional”.
La
incomprensión de esta cuestión esencial hace que algunos imaginen a Argentina
como aliada a nuestros enemigos sin comprender que el esclavo nunca conseguirá
su libertad como aliado del amo. Se pregona así una política de buena letra,
para congraciarse con el dominador, que nos ha llevado a la situación actual.
En realidad, es una política de sumisión nacional. Nunca se vio esto tan claro como
con la política de conciliación con los colonialistas ingleses que usurpan nuestras
Malvinas. Nunca la sumisión nacional y la indefensión alcanzaron extremos como
el actual.
Esto es grave.
Aquel mundo globalizado que encandiló a muchos, hoy cambia. Y no son respuesta a
esta situación ni Macri, ni Bolsonaro. Los que busquen respuestas allí se
equivocarán nuevamente. También los que quieran retocar el edificio agotado de
la dependencia nacional
Distintos
elementos muestran un incremento de la disputa de mercados y zonas estratégicas
en un mundo que se prepara la guerra comercial y militar con nuevas alianzas
entre las potencias.
Hay, en curso,
una profundización de la guerra comercial y militar encabezada
por fascistas como Trump, Putín, Xi Jinping y otros de la misma pelambre como
los turcos empeñados en reconstruir el Imperio Otomano, o neofascistas
europeos, que en última instancia expresan la búsqueda de nuevas alianzas y
ejes destinados a la disputa comercial y militar. El BREXIT es
parte de eso porque, como ya había dicho Churchill, si Inglaterra debe elegir
entre el continente y el mar, optará por este último (y esto influye en la presencia
colonialista agresiva en nuestras Malvinas). Es justo oponerse a esta “guerra
por etapas” (según Francisco) por el dominio de mundo por parte de las
potencias, a expensas de países como el nuestro.
Lo
cierto es que el mundo “serio” al que, nos dicen, es un mérito entrar, no
existe. ¿Serios Trump, Putin, Xi Jinping? O, la realidad, como algunos de los
consejeros mediáticos advierten al actual gobierno, “entramos a un mundo del que todos salen”. Cuando la
“globalización” pierde su “relato” de racionalidad en la disputa, es decir,
cuando la disputa se agudiza, quedan al descubierto sus lacras de opresión de
pueblos y naciones.
Es que la torta
es una sola y todo nuevo reparto implica enfrentamientos cada vez más agudos.
Como esto es
así, nuestra independencia exige dominar todas las etapas de la producción y
controlar los efectos esenciales de la misma, ya que lo contario nos hará
débiles, presionables, vulnerables. Nos aconsejan aperturas, mientras lo
poderosos protegen cada vez más sus zonas de influencia.
Ser
independientes es de interés de la población. No es sólo una
definición ideológica.
Nuestra
economía ha sido primarizada y eso repercute en la vida cotidiana de los
argentinos. Se ha profundizado el monocultivo sojero. Nuestra industria ha sido
destruida o extranjerizada. Se ha profundizado la dependencia nacional. Y esto
sigue.
Una
parte de esa industria nacional reciente está compuesta sólo por armaderos, son
sólo ensamblados de componentes extranjeros.
Nuestra
industria petrolera es extractivista... y extranjera.
Ya
que iniciamos este artículo con una cita de Mendeleiev, es bueno recordar que
este científico estudió la industria petrolera naciente en EE.UU. y, sabiendo
que el petróleo estaba integrado por múltiples moléculas que permitían el
desarrollo de una industria petroquímica de la cual podían obtener numerosos
productos, se escandalizaba con la circunstancia de que sólo se lo utilizara
como combustible. Decía Mendeleiev: “Es una materia prima valiosísima, hay que transformarla en
otros productos importantísimos, no limitándose a emplearla como combustible.
Calentar se puede hacer hasta quemando billetes de banco.”
¡Qué
lejos de la política actual en la cual lo principal de su uso es como
combustible en un país donde la matriz energética fundamental es la combustión
de hidrocarburos!.
Detengámonos
en el caso de la Megaminería, que es uno de los sectores apoyados en el período
anterior. El modelo en curso, también en esta área, es extractivista. Se
extraen (por métodos contaminantes) y se exportan barros (que en realidad
contienen oro, plata y minerales estratégicos) pagando mínimos cánones por ello
(menos aún que en Chile).
El
gobierno de Macri ha decidido profundizar ese camino. El ministro Dujovne ha promovido
el logro de inversiones extranjeras en la megaminería. Y lo ha hecho en
Londres, como muestra de que no entienden la Causa de Malvinas o la entienden
en contra de Argentina.
Una
respuesta desarrollista, de desarrollo en condiciones de dependencia, hubiera impulsado
que algo de la purificación de esos barros lo hicieran capitales extranjeros,
pero dentro del país. Esto hubiera profundizado la dependencia también, ya que
la experiencia demuestra que esos capitales extranjeros se llevan más de lo que
dejan. Pero ni eso se hace. Se exportan barros sin procesar.
Una
alternativa, verdaderamente nacional, hubiera sido repetir la experiencia del
primer gobierno del General Perón que consistió en que, creado el Banco
Industrial, se compraba a pequeños mineros nacionales su producto extraído y
luego se purificaba en el país. En esos años, y de esta manera, Argentina
produjo Molibdeno, mineral estratégico para la industria nacional. Hoy se podría
repetir la experiencia con la obtención de uranio para la industria atómica.
O
sea, lo que actualmente tenemos es primarización en ferrocarriles, en petróleo,
en minería, en producción agraria, etc.
Eso
no es desarrollismo ni neodesarrollismo. Tampoco es peronismo. No es ni
siquiera un tímido proyecto de cambio reformista. Es primarización de la
economía. Es la reivindicación clara del viejo proyecto oligárquico.
Y
ha surgido un empresariado de intermediación, nativo pero no nacional, del cual
importantes sectores vinculados a este gobierno y a anteriores forman parte. El
empresario Franco Macri, kirchnerista
confeso en su momento y padre de Mauricio Macri, según se afirma en su pagina (www.francomacri.com.ar ), fue designado
como “Consejero para inversiones en Latinoamérica” en 2006 por la Asociación
para la Promoción y el Desarrollo Industrial de la República China en el Mundo.
O sea, una especie de embajador representante para los negocios de China en
América Latina. Fue intermediario de la compra de vagones de ferrocarril en
China para Argentina, por lo cual habría cobrado una comisión de 380 millones
de dólares. ¿Un empresario de estas características apoyaría una política
ferrocarrilera nacional? No. Porque es un empresario de intermediación con una
potencia extranjera.
En la Industria
del medicamento existe un grupo de estas características, llamado CHEMO.
CHEMO es
una compañía basada en Madrid, con plantas químicas para la fabricación de
principios activos en España, Italia y China; fabricación de productos
farmacéuticos en España, Francia, Portugal, Suiza, Polonia, Rusia, Tailandia,
India, Vietnam y China, entre otros.
Los
negocios de CHEMO (controladora de ELEA) tienen base en Barcelona y posee industrias químicas de principios activos (droga
base) en Italia (Industriale Chimica), en España (Química
Sintética) y hasta en China (Gold Pharma). También fabrica productos terminados
en España (Liconsa y León Farma) (http://www.chemogroup.com/worldwide-presence/)
A partir
de 2006, CHEMO inició un nuevo proceso de internacionalización con el nacimiento
de Gold Pharma (China) y comprando participaciones en las compañías Nexchem de
China y Nosch de India”. (http://www.hugosigman.com.ar/inicio/hugosigman_inicio.php)
En el año
2010 se produjo una alianza estratégica entre la argentina Chemo y la asiática
Fosum para investigar, desarrollar, producir y distribuir medicamentos
genéricos para el mercado chino e incluye la construcción de una planta en
Shangai.
Recientemente
el Grupo CHEMO asociado a Novartis constituyó una asociación para fabricar
vacunas en Argentina, entre ellas la de la Gripe A. El gobierno argentino le
comprará su producción a precio internacional. Mientras su planta no produzca,
el gobierno comprará las vacunas, a precio internacional, al más grande
monopolio internacional de medicamentos: Novartis.
Con el
dinero de este proyecto se podría haber impulsado la fabricación estatal
apoyando plantas como las del Instituto Nacional de Enfermedades Virales
Humanas “Maiztegui” de Pergamino.
El
empresariado de intermediación de la industria del medicamento produce un déficit en la balanza comercial. La balanza
comercial es negativa por la situación de escasa producción nacional de
principios activos (el aspecto fundamental en los medicamentos). La sustancia
activa principal en los medicamentos que se fabrican en el país, se compra en
el extranjero. De esta manera, aunque la exportación de medicamentos en 2011
fue de US$ 806 millones en 2011, las importaciones de los principios activos
necesarios fueron de US$1.790 millones en 2011. Esto significó, en ese año, una
balanza comercial deficitaria en US$ 984 millones.
Por la corrida cambiaria, en 2018 la fuga de
capitales alcanzó un récord de más de U$A 27.200 millones.
Según
cifras oficiales, la formación de activos externos (fuga de capitales)
Año
2016............ 9951 millones de U$A
Año
2017........... 22.148 millones de U$A
Año
2018........... 27.230 millones de U$A
Total
durante el actual gobierno: 59.329 millones de dólares. Más que el préstamo del
FMI...
A
esto hay que sumarle la fuga "ilegal" de capitales en la forma de
subfacturación de exportaciones, sobrefacturación de importaciones, capitales
"off shore" a paraísos fiscales (Panamá papers").
Los productores
del campo reciben migajas por lo que los monopolios de comercialización venden
a diez o veinte veces más. Las economías regionales y el verdadero productor
del campo sufren esta política. Grandes latifundios impiden el acceso a la
tierra del campesino productor. Su renta terrateniente la paga toda la economía
nacional.
Argentina, como
país dependiente, es objeto de extranjerización de sus tierras.
Mas de la mitad
de sus tierras cultivables han sido extranjerizadas. Y, también, sufre la
rapiña de sus riquezas y de territorios de importancia estratégica y militar
(además de económica) como es el caso de nuestras Malvinas, islas del Atlántico
Sur y mares aledaños.
El Italiano
Benetton es el mayor terrateniente de Argentina con 950.000 hectáreas
declaradas. El Ingles Lewis es otro terrateniente, con el agravante de que, en
el paralelo 48, sobre la costa atlántica, tiene un aeropuerto del tamaño del
Jorge Newbery de Ciudad de Buenos Aires. Y, valga la redundancia, con el
agravante de que aviones de guerra de la base inglesa que usurpa y coloniza
nuestras Malvinas pueden, en dos horas, aterrizar en ese aeropuerto y partir en
dos a la Argentina continental.
Lejos de
preocuparse, el presidente Macri veranea en las estancias del inglés Lewis. Es
su amigo...
Quiebran
a razón de 25 PYMES por día con su consecuencia: la desocupación creciente.
Son
algunas de las formas de la hemorragia que sufren los países dependientes como
el nuestro.
O
sea, esta política produce dependencia, descapitalización, primarización. No es
independentista, no es industrialista. Y eso perjudica al pueblo y la Nación
que paga productos caros, sufre desocupación, y ve deteriorarse su vida
cotidiana. La harina, el pan, la carne y la yerba encarecen.
A
esto se corresponde a la destrucción de la educación técnica. Es la
consecuencia del modelo.
IV.- ¿Qué tipo de industria haría falta?:
LAS CINCO GRANDES RELACIONES.
Hay,
al menos cinco contradicciones a superar en el desarrollo industrial argentino.
Ello determinará también la amplitud y el contenido de la Educación Técnica que
se promueva.
1.-
Relación entre Industria y Agricultura
Industrializar
no significa abandonar la agricultura. Todo lo contrario, exige también, hacer
real la propuesta de la Federación Agraria Argentina: Reforma agraria con un
millón de chacras con campesinos propietarios. Además, deberá atenderse a la
comercialización de sus productos.
Decía
el General Perón en sus primeros años: “Es indudable que una coordinación acertada
de las operaciones de comercialización e industrialización es también un factor
fundamental en la valorización de los productos. Los chacareros saben lo que
cuesta conquistar de la tierra un quintal de maíz. Y es penoso que cuando ese
quintal de maíz ha producido la suma de diez pesos, vaya a través de los
ferrocarriles o la hornalla de una fábrica o al pesebre de unos cerdos muriendo
también en la misma suma. En cambio, una industrialización conveniente evita
que ese quintal nacido en diez pesos muera en diez pesos, pues obteniendo de él
todos los subproductos que contiene su valorización puede llegar hasta cuatro
veces su precio primitivo. Con eso... puede mejorarse a productor, puede
obtener mayor ganancia el industrializador y puede quedar un remanente para
pagar mejor la mano de obra... Es menester realizar lo que la economía moderna
exige: no exportar nuestro trabajo agrario, sino exportar los productos ya
industrializados para que la riqueza de la producción y del trabajo queden en
nuestro propio país.” (5)
Todo
lo contario al actual impulso del monocultivo sojero.
La
Agricultura no debe ser contrapuesta al desarrollo industrial ya que produce
materiales necesarios para la vida de lo más importante de las fuerzas
productivas que es el hombre y también materias primas para la industria. Entonces,
es preciso desarrollar la industria sin abandonar la agricultura, y ayudar a
tecnificarse a un millón de pequeños productores propietarios surgidos de la
Reforma Agraria necesaria. La escuela técnica deberá apoyar la capacitación de
la mano de obra de ese millón de chacareros propietarios surgidos de la reforma
agraria necesaria.
2.-
Relación entre Industria concentrada o diseminada: Grandes empresas
estatales integrando a PYMES e industriales verdaderamente nacionales.
Aquí
aparece la necesidad de contemplar la defensa nacional. Se presentan varios
prototipos industriales posibles.
¿Una
Industria grande y centralizada (¿cómo el pino, que crece rápido y alto pero
que es frágil ante una tormenta?). Desde el punto de vista de la Defensa
Nacional este prototipo es difícil de defender ante un ataque externo a una
Argentina Independiente.
Una
alternativa sería una industria descentralizada, pequeña y diseminada, como el
césped, que si se lo quema siempre queda una porción capaz de volver a crecer. Esta es una mejor alternativa para la defensa
nacional pero no permite desarrollos que respeten escalas adecuadas.
A
los cuestionamientos anteriores se puede ofrecer, como respuesta, un modelo
combinado de diseminación que incluya centros de mayor escala. Una industria como
el hongo, que se disemina debajo de la tierra y tiene algunas setas que afloran
al exterior. Este último prototipo “tipo
hongo” une la necesidad de la escala, con centros mayores, unido a lo
diseminado que es menos vulnerable a una agresión (pensado desde la Defensa
Nacional).
Se
deben tener en cuenta e integrar a las PYMES, por lo anterior, porque son
grandes empleadores, en conjunto, y son un aporte a la lucha contra la
desocupación. Producen el 68% de los puestos de trabajo.
La
Educación técnica que se promueva debe, entonces, extenderse por el país,
alcanzar al conjunto de la población en sus distintas áreas y combinar técnicas
simples con avanzadas. Apuntalar el desarrollo de Industrias estratégicas estatales
y apoyar a Pymes y campesinos propietarios resultado de la Reforma Agraria.
3.-
Relación entre Industria pesada e Industria liviana.
Con
centro en la industria pesada (que es clave para la independencia y es
productora de medios de producción) se debe desarrollar la liviana, que produce
los elementos esenciales para el sustento para el hombre (principal elemento de
las fuerzas productivas). La Industria liviana, además, producirá una mayor
ampliación del capital, que puede luego ser reinvertido en el desarrollo de la
industria pesada que, a su vez, es base de la independencia y control del ciclo
completo. La educación técnica debe contemplar contenidos que responda a las
necesidades tanto de la industria pesada como de la liviana.
4.-
Relación entre Industria de los grandes centros urbanos y la del interior.
Esto
implica un verdadero desarrollo federal de autonomía local e integración
nacional. Se corresponde a un país de desarrollo armónico sin un “tercer mundo
empobrecido” adentro. Federal y no unitario. La política actual en el plano de
lo impositivo, coparticipativo e industrial es cada vez más unitaria. Será
necesaria una logística adecuada para favorecer el desarrollo industrial (y
agrícola) del interior. Implica combinación de camión, ferrocarril y barcos y
su producción. Y el avión como transporte de cargas.
Esto
incluye el desarrollo del transporte polimodal para favorecer a la industria y
la producción agraria más alejada, combinando el transporte automotor, con el
ferrocarril y el marítimo, pluvial y aéreo.
Entonces
la logística y la mano de obra para la construcción y el manejo camiones,
trenes, barcos y aviones debe ser incluida entre los contenidos de la escuela
técnica.
5.-
Relación entre desarrollo industrial y Defensa Nacional.
También
en la defensa nacional el hombre es más importante que el arma. El General Vo
Nguyen Giap que comandó las tropas vietnamitas que derrotaron a los franceses
en la Batalla de Dien Bien Phu y luego a los norteamericanos, sostenía esto.
(6)
Todo
lo que contribuya al bienestar físico e intelectual del hombre argentino es clave
para una Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e Integrada, que siga el
ejemplo de 1806 y 1807 y de nuestra Guerra de la Independencia. También lo será
para la reconquista indispensable de nuestras Malvinas y mares e islas
colonizadas por el imperio británico.
Pero
Defensa Nacional no es sólo tener balas (necesarias). También es industria para
la Defensa de la Patria y el patrimonio Nacional.
Todo
ejército se constituye en función de sus fines. San Martín y Belgrano
organizaron ejércitos para la Independencia Americana. Y nunca los embarcaron
en luchas fratricidas.
Pero
San Martín, en particular, relacionó la organización del Ejército de los Andes
con el desarrollo de la industria para la Defensa en Cuyo, haciendo producir
balas y cañones, pero también uniformes, carros de transporte, alimentos, etc.
constituyendo un centro de industria pesada y liviana, que fue el más
importante en lo que es nuestro actual territorio, en esa época. Y ese centro,
dirigido por el no siempre suficientemente destacado Fray Luis Beltrán, fue una
de las bases materiales de la impresionante hazaña logística del Cruce de Los
Andes
Pero
San Martín combinó su actividad militar con el apoyo a la prosperidad de la
industria local del vino, como lo demostró al instar a sus diputados al
Congreso de Tucumán (Fray Justo Santa María de Oro y Tomás Godoy Cruz) a
proponer leyes para el proteccionismo de su vitivinicultura (que fueron
rechazadas con argumentos de defensa de la libre importación indiscriminada que
se escucharon en gobiernos anteriores y se escuchan y aplican, hoy, en ámbitos
oficiales).
San
Martín organizó su ejército en base a la teoría del Pueblo en armas, que viene
desde las Invasiones Inglesas y la Revolución de Mayo, combinando los cuadros
profesionales militares con el pueblo organizado. Parte de eso fueron las
acciones de Güemes, la guerra de Republiquetas y la acción del General Antonio
Álvarez de Arenales y otros.
Eso
es lo que llamamos Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e Integrada.
La
Defensa Nacional debe ser Integral porque no sólo se expresa en balas y
cañones. Es también la industria para la defensa en todas las áreas (energía,
química pesada y liviana, industria liviana y pesada, fármacoindustria de
principios activos, alta tecnología como el INVAP, etc.).
Y
será Integrada, a la vez, con todo el desarrollo agrícola industrial y el
proyecto de bienestar social, donde un Estado de nuevo tipo, de democracia
grande, controle las palancas claves del desarrollo independiente,
posibilitando y facilitando el mismo. Los verdaderos empresarios nacionales y
las PYMES se verán favorecidos por ello.
Esto
supone, de manera no exhaustiva:
a)
Seguridad energética (imposible con nuestro petróleo y
el gas en manos extranjeras y hasta del enemigo colonial),
b)
Seguridad alimentaria (que impone la necesidad de una Reforma Agraria retomando
los preceptos del General Artigas en el Estatuto de 1815). Desde esta
última visión, tener un tercio de la población en pobreza es un tema que atenta
contra una Defensa Nacional con mayúsculas. Y tener latifundios de la magnitud
de los nombrados más arriba atenta, también, contra la defensa nacional. La
propuesta de la Federación Agraria Argentina de crear un millón de chacras de
campesinos propietarios es, en consecuencia, un tema de Defensa Nacional, para
nuestro país. Sólo así se conseguirá poblar el territorio con quienes
defenderán esa tierra contra toda agresión extranjera. Si para Juan Bautista
Alberdi "gobernar es poblar", vale por extensión que defender el
territorio es poblarlo de verdaderos productores que lo habiten y produzcan en
él. Campesinos que accedan a la tierra como propietarios y no terratenientes
que se quedan con la renta de tierra que no trabajan y que viven en lujosas
mansiones, lejos de la producción.
Ante lo
anterior, es lógico que no haga nada un gobierno que tiene o tuvo como funcionarios
a Marcos Peña Braun y Miguel Braun. De los Braun, Braun Menéndez, y Menéndez
Behety, latifundistas del sur, socios en sus orígenes con los latifundistas
ingleses de nuestra Patagonia. Y, también, que el presidente se llame Mauricio
Macri Blanco Villegas y sea amigo del inglés Lewis...
Patria proviene
de patrimonio, suele decir el Dr. Julio C. González.
En efecto,
Patria es nuestro patrimonio en el sentido más amplio. Nación abarca constituir
una comunidad estable de seres humanos formada históricamente, surgida sobre la
base de la comunidad de lengua, territorio, vida económica y carácter psíquico,
que se manifiesta en una comunidad de cultura. Defenderán su Patria ante toda
agresión extrajera esos campesinos que han hecho realidad la consigna "la tierra para el que la
trabaja". Campesinos que digan
"esta es mi tierra, ésta es mi casa, ésta es mi Patria. Doy la vida por
ella.".
c)
Seguridad de protección ambiental, impidiendo la explotación contaminante como
la megaminería, y el extractivismo que agota nuestros recursos. El ambiente es
parte del Patrimonio Nacional a preservar. Es una concepción patriótica de la Política
Ambiental.
d)
Seguridad de provisión de medicamentos y elementos esenciales de supervivencia
de la población. Es
asegurarse provisión de medicamentos (no extranjerización e importación de los
mismos o sus principales insumos), con el desarrollo de un polo estatal de fabricación,
siguiendo el camino de la EMESTA (Empresa de Medicamentos del Estado) de Ramón
Carrillo, Ministro de Salud en los primeros gobiernos del General Perón.
Los
beneficiarios de la dependencia argentina y las potencias a las que responden
generarán acciones contra todo intento de una Argentina independiente. Esas son
las Hipótesis de Conflicto. Esas son las amenazas que se deben prevenir.
Desarrollos
y multiplicación de ejemplos como el Astillero de Río Santiago (que continúa
siendo estatal por la lucha de sus obreros) son claves para la industria naval,
la construcción de una Flota Mercante del Estado, marítima y fluvial y el
control de la riqueza pesquera. También lo es el control de toda la cadena
productiva del petróleo desde el subsuelo al surtidor, (respetando el interés
de los estacioneros independientes). Lo anterior es indispensable para
recuperar Malvinas y para repeler toda agresión externa.
Lo
mismo ocurre con el desarrollo de una química pesada, petroquímica y farmoquímica.
Esto es base, por ejemplo, para una política independiente de medicamentos,
accesibles al pueblo. El antibiótico fue secreto de guerra de EE.UU. hasta 1945.
Esa fue la base del predominio de la industria farmacéutica estadounidense
posteriormente.
Estas
áreas deberán, entonces, ser contempladas en la formación técnica necesaria.
V.- ¿Qué tipo de enseñanza?
Debe
relacionar adecuadamente la práctica y la teoría.
Decía
Mendeleiev: “La
concepción teórica que no equivale y no corresponde a la realidad, a la
experiencia y a la observación, es simplemente ejercicio mental o incluso puro
absurdo y no tiene el derecho al título de ciencia. Ciencia, en el sentido
estricto de la palabra, se puede llamar hoy solamente lo que expresa la
concordancia de la teoría y la práctica.”
Es
preciso partir de la práctica. La capacidad de verificarse en la práctica es el
único criterio de verdad.
Debe
combinarse la enseñanza con el trabajo productivo partiendo de la práctica, e ir
al conocimiento racional que debe ser comprobado nuevamente en la práctica.
¿Qué
son los conocimientos adquiridos por los estudiantes en los libros? Suponiendo
que todos esos conocimientos sean verdaderos, son teorías elaboradas por los
que nos precedieron basándose en la suma de experiencias, no son conocimientos
extraídos por los mismos escolares. Es indispensable asimilar esos
conocimientos; sin embargo, hay que tener en cuenta que, en determinado
sentido, son para los estudiantes conocimientos obtenidos y comprobados por
otros. No los han comprobado los mismos estudiantes. Además, lo más importante
es saber aplicarlos en la vida y en la práctica. Desde ya será muy peligroso si
los alumnos se quedan contentos sólo con su experiencia. En ese caso les faltará
teoría y, en consecuencia, también tendrán conocimientos relativamente
incompletos.
VI.- Cuatro nudos para la educación
técnica.
Estos
nudos a contemplar son:
a)
Igualdad de oportunidades.
Este
es el principal problema democrático de la educación. No debe haber limitación de
ingreso ni expulsión de la escuela: la educación es un derecho inalienable. Pero, para ser igual, el derecho debe ser desigual; es decir, debe facilitar el ingreso de los que más dificultades tienen. Sino, la igualdad de oportunidades será letra muerta en leyes y disposiciones.
Debe
ser de tiempo completo con comedor incluido. Sería interesante promover una
especie de “Escuela-Club de barrio” que
iguale las oportunidades y vincule e integre socialmente. Sería un arma clave contra
la droga, el delito y la “lumpenización”.
b)
Contenido de la enseñanza. Práctica y teoría. Técnicos y Oficios.
Es
preciso formar Técnicos para la informática, la metalmecánica, la construcción,
la producción agropecuaria, la salud, etc. produciendo mano de obra capacitada.
El
Uribelarrea (Pcia. de Bs. As.) existe la Escuela Agrotécnica Salesiana
“Don Bosco”. Emite títulos de Bachiller Agrario (6to. Año) y Técnico en
Producción Agropecuaria (7mo año). ¿Porqué el Estado no puede reproducir lo que
hicieron los salesianos? ¿Por qué no puede reproducir el ejemplo de la Escuela
del Astillero Estatal de Río Santiago?
Lo anterior
debe incluir la capacitación en el lugar trabajo y la educación
continua.
La
Escuela Técnica debe sumarse a la formación en artesanías y oficios de jóvenes
y mayores para recuperar con rapidez la mano de obra destruida en estas
décadas. El desarrollo de una industria de la recuperación, el arreglo y el reuso
de productos es importante para proveer a la población de bienes de uso con
menos descartables y menos residuos contaminantes. El ciclo de formación debe
ir desde oficios a técnicos llegando, en ciclos sucesivos, hasta la formación
profesional.
No
decimos nada nuevo: sostenía el General Perón refiriéndose a las escuelas
técnicas, escuelas fábricas y preanunciando la UTN: “hemos pensado muchas veces que cuando un país
inicia su industrialización, no puede realizarla solamente con buena voluntad.
La Nación no ha de escatimar esfuerzos cuando se trate de capacitar a sus hijos
para hacer grande esta tierra. Vamos a crear universidades técnicas. Aspiramos
a que los futuros técnicos que han de tomar la dirección del país, salgan de
estas escuelas de trabajo. Queremos que nuestros obreros, formados en las
actuales escuelas de enseñanza técnica, puedan completar un ciclo total de
aprendizaje.” (5)
No
es el proyecto educativo de este gobierno ni de los anteriores.
c)
Investigar y producir en pequeña escala.
Allá por los años 70
cuando, como estudiantes, discutíamos como debía ser la educación universitaria,
teníamos un ejemplo que, decíamos, si se resuelven las contradicciones que
encierra, se obtiene el proyecto educacional que deseamos.
El ejemplo era el
siguiente:
En Florencio Varela
estaba el centro (de la YPF estatal) de investigación en petróleo más grande de
Suramérica. En Ensenada estaba la destilería más grande de Suramérica. Y en la
Universidad Nacional de La Plata no había ingeniería en petróleo. Nosotros
pensábamos que los científicos que trabajaban en el centro de investigación
debían ser los docentes de esa carrera de ingeniería y debía integrarse con la
práctica en la destilería y que los estudiantes también debían ser los
trabajadores de la destilería. Era nuestra idea de la integración de la
práctica de la producción, la docencia y la investigación.
Hoy se dirá que esto
era “utópico”, pero nosotros nos basábamos en ejemplos reales nacionales y extranjeros.
El Astillero de Río Santiago tenía, ya en ese tiempo, una escuela cuasi
secundaria donde se formaban hijos de obreros de la empresa que después
entraban a trabajar en ella y, por esos años en la China de Mao, la fábrica de
máquinas herramientas de Shangai formaba como ingenieros a sus obreros y eran mejores
ingenieros que los de la Universidad de Beijin.
Por entonces, IBM
exaltaba el método de evaluación de los ingenieros electrónicos que se recibían
en China en épocas de Mao: debían armar una computadora para recibir el título.
Esto era lo que nosotros queríamos decir cuando planteábamos que la práctica es
la madre de la teoría y que la capacidad de transformar la realidad era el
criterio de verdad de cualquier teoría. El primer avión que surcó el cielo
probó, con ese hecho nuevo en la historia de la materia, la veracidad de
infinidad de leyes y teorías de la física, de la mecánica, de la metalurgia, de
la aerodinámica, etc...
Sosteníamos que los
alumnos deben poseer algo más que conocimientos librescos,
también deben participar en el trabajo productivo. Es bueno considerar la
posibilidad de que los laboratorios y fábricas que dependan de escuelas y
centros politécnicos y centros de investigación universitaria y que sean
capaces de producir, deban hacerlo en la medida de sus posibilidades, en áreas
de punta y en pequeña escala, una vez asegurados los requerimientos de la
enseñanza y de la investigación científica.
d) Presupuesto,
cargos y salarios.
Desde ya todo lo
expresado exige un presupuesto, los medios y los cargos necesarios con
retribución justa y el tiempo de dedicación necesaria. El sistema educativo
argentino tiene dos víctimas: el alumno y el docente. Y, por carácter
transitivo a través de ellos, la Nación.
Las huelgas docentes
son una muestra de lo incumplido. Es inadmisible que se atribuya a los docentes
(una de sus victimas y con salarios básicos por debajo del índice de pobreza)
lo que sucesivos gobiernos (como política de Estado) no han hecho.
Se pone como ejemplo a
Finlandia, pero en ese país el docente es jerarquizado en salarios y papel
social.
Se podría decir que lo pronosticado
por los que éramos estudiantes en ocasión de la huelga contra la privatización
de la enseñanza en 1958 (“huelga laica o
libre”) se ha cumplido. El Estado favoreció la educación privada (altamente
subsidiada y convertida en un negocio) en detrimento de la educación pública.
Ha sido una verdadera política de Estado, continuada por diferentes gobiernos.
VII.- Algunas ideas
sobre contenidos.
Decía
Otto Krause en 1897 “los estudios técnicos se han de dividir en teóricos, de
experimentación física, de laboratorio, de tecnología y de trabajos manuales.
Los primeros solamente en la medida necesaria para comprender los principios
que rigen las operaciones tecnológicas. Se han de aplicar los métodos más
modernos y abreviados que permitan en poco tiempo adquirir los conocimientos
esenciales”. (5)
Los
ejes en los cuales se podría construir el programa de enseñanza podrían ser:
A)
El eje de ciencias básicas.
Matemáticas,
Física, Química, Biología, pero los contenidos enseñados deben girar alrededor
del eje práctico del área técnica decidida en cada caso. Recalcamos: la materia
debiera dictarse alrededor del eje práctico y no en general. El concepto
pedagógico debe intentar lograr que el alumno adquiera la capacidad de aprender
de sus errores y sus aciertos y de los errores y aciertos ajenos y que adquiera
capacidad para buscar soluciones a los problemas que se le planteen. Principalmente
hay que lograr desarrollar su capacidad de buscar soluciones concretas y no
sólo llenar su memoria de conocimientos indirectos.
B)
El eje histórico-geográfico.
No
se trata de obtener una máquina técnica humana sino un técnico con la comprensión
ideológica patriótica y democrática que le permita una disciplina consciente.
Debe conocer la historia y la geografía física, política y económica de
Argentina y su relación con el mundo y la historia de las ideas, la filosofía y
las artes en cada contexto y simultáneamente. El Homo sapiens aislado no
existe. Sólo existe en un lugar geográfico, histórico y social concreto.
Debiera incluirse un eje sobre patrimonio nacional, su desarrollo y su defensa,
para que conozca las grandes experiencias llevadas a cabo en nuestro país: el
petróleo y el papel de los Generales Mosconi y Baldrich, la siderurgia y el
General Savio, los ferrocarriles y las ideas de Scalabrini Ortiz, la riqueza
marítima, la energía atómica, el Pulqui II, el Misil Cóndor, el Rastrojero, la
Estanciera, etc. No partimos de cero. Partimos de experiencias logradas.
Lo
que nos han impedido hacer el más que lo que no pudimos hacer. Y lo debemos
saber. La amnesia histórica es parte de nuestra opresión nacional.
C)
Entrenamiento para la defensa en los años superiores.
Mucho
se ha discutido sobre el servicio militar obligatorio y la necesidad de la
preparación de los ciudadanos. Desde ya que la experiencia del precedente servicio
militar no es el camino a seguir. Una Defensa Nacional Patriótico-Popular
Integral e Integrada debe desarrollar la capacidad del pueblo. La formación de
profesionales de la Defensa, de militares profesionales, combinado con el entrenamiento
de la población en los lugares de trabajo y estudio, es parte de la concepción
de Pueblo en armas para la Defensa, que surge de las experiencias de 1806 y
1807 y de nuestra Guerra de la Independencia. La combinación de la formación
técnica y práctica para una Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e
Integrada, para formar también a los cuadros profesionales debiera ser, al
menos, parte del debate.
VIII.- Transformar la realidad.
Es
necesario conocer para transformar. Incluso conoceremos transformando.
Decía
Paracelso en 1530:
“Quien no conoce nada no
ama nada...
Quien no puede hacer nada,
no comprende nada.
Quien nada comprende nada
vale.
Pero quien comprende
también ama, observa, ve...
Cuanto mejor es el
conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor...
Quien cree que todas las
frutas maduran en el tiempo de las frutillas nada sabe de las uvas.”
Paracelso (1493-1541).
Será necesario un
debate amplio. Seguramente habrá errores y cambios en el camino práctico. No
llegaremos desde el principio a un camino acabado.
Pero, para
llevarlo a cabo, será necesaria, imprescindible e ineludible, mucha lucha
colectiva, en todos los planos
Pero política, la
que vale la pena, no es el arte de lo posible, es la que es capaz de hacer
posible lo necesario.
Referencias bibliográficas.-
1.
Fracaro, Anahí y Perales, F. Gabriel. Educación
técnico profesional. Diagnóstico de la escuela técnica en Mendoza (Argentina).
Una base insuficiente en Ciencias Básicas. En INTERNET: http://www.chubut.edu.ar/descargas/secundaria/congreso/ETP/R0098_Fracaro.pdf
. 2010.
2.
Pisani, Fernando. La crisis de las escuelas
técnicas y el modelo de país y de región. Revista Novedades Educativas Nº 148.
Abril de 2003. Pág. 20 al 23. En INTERNET: http://www.intercol.org.ar/fjpisani/crisis.htm
3.
Ciapuscio, Héctor (compilador). Repensando la
política tecnológica. Homenaje a Jorge Sábato. Ediciones Nueva Visión. Buenos
Aires. 1994.
4.
Katz, Jorge. Importación de tecnología, gastos
tecnológicos locales y crecimiento industrial. En: Katz, Jorge, Mallmann,
Carlos y Becka, Leopoldo. Investigación, Tecnología y Desarrollo. Editorial
Ciencia Nueva. Buenos Aires. 1973.
5.
Otegui, José María. El General Perón fundador
de las Escuelas Fábrica y de aprendizaje. Editorial FAC. Buenos Aires. 1982.
6.
Giap, Vo Nguyen. El hombre y el arma. Ediciones
La Rosa Blindada. Buenos Aires. 1965.