miércoles, 23 de enero de 2019

PONENCIA: “EDUCACIÓN TÉCNICA, DESARROLLO INDUSTRIAL INDEPENDIENTE, REFORMA AGRARIA Y DEFENSA NACIONAL” Horacio Micucci. 2019


PONENCIA:
“EDUCACIÓN TÉCNICA, DESARROLLO INDUSTRIAL INDEPENDIENTE, REFORMA AGRARIA Y DEFENSA NACIONAL”
Horacio Micucci
2019

“Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.
Nelson Mandela

“La siembra de la ciencia germinará para la cosecha del pueblo”.
Epígrafe de “Principios de la Química” Dimitri Mendeleiev
 (Autor de la TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS) 1834-1907

“Pinta tu aldea y será universal”.
León Tolstoi

Pedes in terra ad sidera visus. Con los pies en la tierra y la mirada en las estrellas.
Lema de la Universidad Nacional de Tucumán.

I.- Introducción:
La educación está en crisis, como el país y los modelos y modelitos económicos que se suceden. Tenemos un modelo de enseñanza que no alcanza a dar respuestas a la nueva y compleja realidad social. Docentes precarizados, con bajos salarios y escaso tiempo para la formación continua; alumnos que no encuentran el entusiasmo del conocimiento para comprender los que ocurre y para transformar la realidad, porque quienes gobiernan no quieren transformar esa realidad injusta. Al contrario, la profundizan.
Como muestra, el actual presidente Macri ha dicho, hace un tiempo, una de sus “desafortunadas” frases. Dice el diario Clarín:
“Diez minutos. El presidente Mauricio Macri debía comunicar en ese lapso los resultados de la evaluación Aprender y convocar al Plan Maestro. Fue tiempo suficiente para que un furcio eclipsara parte del anuncio de una ley que -de lograr consensos- podría convertirse en una política de Estado. El Jefe de Estado se refería a las inequidades entre la escuela privada y la pública, que arrojaron las pruebas. “La mitad de los chicos que hoy comienza la escuela pública en algún lugar de la Argentina, no termina (…) Cuatro de cada 10 del primario -sexto grado en escuela pública- no comprende textos y en la escuela privada son 2 de cada 10. Marca otro problema de fondo, la terrible inequidad entre los que pueden ir a escuela privada y aquel que tiene que caer en la escuela pública”, sentenció Macri.”
La escuela pública es, para el Presidente Macri, refugio de la pobreza. Refugio “precario” desde ya. Como el Hospital Público.
No se puede negar que sus frases demuestran sus ideas. Como su desconocimiento del monto de la jubilación mínima en un reportaje televisivo en los comienzos de su gobierno. Demuestra sus ideas y sus prioridades...
Pero estas ideas expresan una política de Estado:
Destrucción de la Educación pública en beneficio de la Educación Privada.
Formación de unos pocos cuadros para el Estado de la dependencia y la sumisión nacional.
Y sobre todo expresan que la educación no es un derecho inalienable.
Las estadísticas muestran que el rezago educativo nacional es crítico: en la Secundaria, apenas algo más del 40% se gradúa dentro de los plazos establecidos; la sobreedad en el cursado muestra oscilaciones en torno del 40%; la mitad de la población económicamente activa no tiene la Secundaria terminada.
El observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina dice, en uno de sus informes, que:
“Los hogares con insuficiencia educativa tienen al menos:
a) un integrante de entre 4 a 17 años que no asiste a instituciones educativas, o con sobre edad escolar, o con 18 años que no asiste y no terminó el secundario,
b) ningún componente del hogar que haya accedido al nivel mínimo de credenciales establecido (secundario completo para la población de 19 a 49 años y primario completo para la población de 50 años y más). “
En un artículo periodístico hace un tiempo se decía:
“No es lo mismo para un pequeño de 2º grado que llega abrigado, desayunado y calzado al colegio, que para otro que a la misma hora no comió, tiene frío porque la ropa es poca y sus zapatillas están húmedas. El mismo maestro que tiene frente a sí esos dos tipos de niños no puede empezar el día sumando y restando. Entonces, la educación del Bicentenario obliga a involucrarse, a saber qué pasa en casa, a colaborar y poner en contacto interdisciplinario a otras áreas fuera de la escuela para progresar. Si a fin de año no se aprendió a leer, tal vez no sea el problema si se evitó un caso de desnutrición o violencia familiar. Hay un corrimiento, un desplazamiento de la escuela hacia nuevos límites.”
Sin embargo, a esos docentes se los responsabiliza, antes y ahora, por las deficiencias educativas, cuando ha sido el Estado y sus sucesivos gobiernos los que las produjeron. Hay dinero para algunas cosas y no para otras. No lo hay para educación ni para salud pública.
Apenas 13 de cada 100 estudiantes de escuelas estatales gozan de los beneficios de la jornada escolar extendida. En el Conurbano, donde se concentra la pobreza, apenas cinco de cada 100 chicos asisten a estas escuelas. Se incumplen las leyes educativas, ya que la de financiamiento de 2005 disponía: "Hacia 2010 el 30% de los alumnos primarios tenía que estar en escuelas de jornada escolar extendida".
“Es claro que la Argentina tiene un problema entre los que ingresan y los que finalmente se gradúan”, sostuvo Ana María García de Fanelli, investigadora del Conicet y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES). Según datos de la Secretaría de Políticas Universitarias, la cantidad de alumnos matriculados y egresados en 2009 fue de 1.650.150 y 98.129 respectivamente. (5,9%)
Las estadísticas oficiales de mediados de 2011 seguían diciendo (Secretaría de Política Universitaria del Ministerio de Educación de la Nación) que de cada cien alumnos que ingresan a la Universidad pública sólo se reciben seis. De esos seis muy pocos hacen posgrado.
De cada cien alumnos que ingresan al primario sólo 31 llegan a terminar el secundario obligatorio. De cada 100 alumnos que ingresan al secundario, sólo 50 lo terminan.
Y todo lo anterior es peor cuando más pobre es el sector social.
Las cifras de más arriba no son nuevas:
Un Editorial del Diario La Prensa del 12 de setiembre de 1983 decía:
“El número de alumnos que se incorporó anualmente a los distintos ciclos de la enseñanza fue, entre 1976 y 1981, significativamente inferior al del quinquenio 1970-75... La matrícula de educación de adultos marcó una dramática caída: en 1970 tenía 222.796 alumnos y apenas 127.957 en 1981. En el ciclo secundario entre 1970-1975, se inscribieron 269.775 alumnos y entre 1976-1981 apenas 127.957.”
En la década del 90, con el deterioro del mercado de trabajo y las crisis económicas, llegó la Ley Federal de Educación (1993), que intentaba transformar el sistema educativo, y con él hacer desaparecer la Escuelas Técnicas como tales, surgiendo simultáneamente Tecnicaturas Superiores privadas. La Ley Federal establecía una educación general básica (EGB) de nueve años y un ciclo polimodal de tres años con cinco modalidades, pero nada decía de las escuelas técnicas.
Siguiendo este modelo, en 1991 se transfirieron a las provincias las escuelas secundarias nacionales, y con ellas cuatrocientas escuelas técnicas con más de doscientos mil alumnos, perdiendo el apoyo del CONET, que en 1993 desaparece. (1)
Como muestra de que la orientación persiste, hace poco se propuso cerrar escuelas nocturnas en Ciudad de Buenos Aires (el distrito con más fondos en el país). El argumento: la falta de alumnos. No se preguntan, los que esto proponen, sobre el porqué de la supuesta falta de alumnos. Ni siquiera intentan hacer crecer el número de alumnos promoviendo su asistencia escuelas nocturnas. La educación continua, en toda la vida y como derecho, ni siquiera entra en la imaginación de estos planificadores.
¿No será un rotundo fracaso del sistema y no de los alumnos? ¿Ese fracaso no será, en realidad, la expresión de la implantación de un proyecto de Argentina reducida a la producción primaria y el ensamblado de materiales importados, indefensa ante la rapiña de quienes la oprimen, es decir dependiente y sumisa?
A partir de 2001 empezaron cuestionamientos de alumnos, padres y empleadores. Se advertía la disminución en la calidad de la educación y la pérdida de una herramienta de trabajo. La relativa reactivación a partir de esos años, con demanda de nuevos trabajadores, puso en evidencia la escasez de personal calificado. Esto hizo que no desaparecieran las escuelas técnicas y resurgieran a través de la Ley de Educación Técnica (2005). (1)
Sin embargo, encuestas realizadas por especialistas, hacia el año 2010, a estudiantes, padres y empleadores mostraban resultados preocupantes. Se advertían deficiencias que, en opinión de los encuestados tenías causales diversas, a saber:

·         Situación económica de los alumnos
·         Metodología utilizada por los profesores
·         Deficiencias en la Formación del cuerpo docente
·         Base insuficiente en Ciencias Básicas
·         Falta de técnicas y horas de estudio
·         Falta de actualización de contenidos
·         Disminución de horas de taller y laboratorio
·         Falta de conocimiento de herramientas y software actuales

Lo notable es que esas causales aumentan desde 2004 pero nada hace el actual gobierno para corregir la situación. Todo lo contrario: incrementa las causas. Los mayores porcentajes de disconformidad se dieron respecto a las carencias en ciencias básicas y la disminución de horas de taller y laboratorio. Las encuestas daban índices de insatisfacción del orden del 70%. (1)
Las opiniones recogidas por los investigadores reflejaban disconformidad respecto a la formación como técnicos competentes cuyas capacidades están basadas fuertemente en el conocimiento científico y en el “saber hacer”, logrados en las prácticas de laboratorio y en los trabajos de taller. También había, y hay, un crecimiento en la disconformidad respecto a los métodos utilizados por los profesores, la falta de técnicas y horas de estudio y en la formación del cuerpo docente, como causas que afectan y afectaron la adquisición de competencias.
La segunda problemática, percibida muy fuertemente por los egresados, fue la disminución de horas de taller y de laboratorio. Según algunos trabajos de investigación las encuestas indican la necesidad del “saber hacer” que habilite para el mundo del trabajo, íntimamente relacionada con el “saber” científico”, es decir, con la práctica que debe estar enraizada en el conocimiento para poder analizar e interpretar correctamente resultados y la capacidad de transferirlos a otros ámbitos.
Los empleadores encuestados se quejaban de la falta de conocimiento, por parte de los técnicos, de las herramientas y software actuales, lo que manifestaba la falta de capacidad de la escuela de seguir los cambios tecnológicos por la falta de adecuación de los profesores, así como por las posibilidades y los recursos con los que cuentan las escuelas técnicas, muy inferiores a los de las industrias. Tanto profesores como alumnos perciben como un refuerzo sumamente necesario las pasantías o “prácticas profesionalizantes” en los lugares de trabajo.
Los expertos en esta temática sostienen que los reclamos de alumnos, padres y empresas muestran la pérdida de la esencia de la Escuela Técnica, dado que no se logran las competencias requeridas exigidas por el trabajo o el estudio. (1)
Se evidencia una falta de capacidades y habilidades que emanan de un insuficiente conocimiento de las Ciencias Básicas que, además, apunten a la resolución de problemas, a formar un espíritu crítico y a la posibilidad de transferir dichos conocimientos a situaciones problemáticas diversas en su trabajo, su estudio o en la vida en comunidad.
Todo esto que empezó notoriamente en el Proceso, se continuó después y sigue en la actualidad, lo que es una muestra de que las ideas básicas del tipo de país dependiente desgarrado por la rapiña de distintas potencias (yanquis, chinos, ingleses, rusos, franceses, etc.) sigue persistiendo. Y que, hace años, no hay política de industrialización y desarrollo. Es un proceso creciente de primarización de la economía y dependencia. Y esto continúa en la actualidad. ¿Nuevo “relato” del Cambio sin cambio?
Y, entonces, lo que ocurre con las Escuelas Técnicas: ¿No será consecuencia de aquello que dijo un funcionario del Proceso en su momento, sosteniendo que daba lo mismo fabricar acero que caramelos? ¿Estará relacionado con toda la desindustrialización que empezó con el Proceso? Lo que tenemos: ¿no es la Escuela Técnica de un proyecto de una Argentina dependiente, indefensa, extractivista, primarizada?
      Se ha publicado que “tal vez los funcionarios responsables escucharon hablar de la globalización y viendo que los importadores, comerciantes y bancos tenían buenas ganancias supusieron que la riqueza surge del intercambio, o de la actividad bancaria y que era más barato traer cosas de afuera. Como si la plata para comprar lo que otros países producen viniera del aire, y no que las riquezas sólo provienen de la tierra y del trabajo productivo.”
Y que tal vez ignoraron “...que, en Argentina, la industria que emplea la mayor cantidad de mano de obra aún está muy alejada de la automatización y la robótica y para muchas pequeñas y medianas empresas, la vieja y obsoleta cadena fordista y los métodos tayloristas son más avanzados de lo que están haciendo. E incluso el pasaje a niveles que acerquen a las tecnologías de punta, requieren de una formación y educación básica que no aparece en los planes de los ministerios, más interesados en destruir lo viejo que en reemplazarlo por algo superador.” (2)
Creemos que las variantes de proyectos políticos de distintos gobiernos gerentes de la dependencia tienen elementos comunes que perduran. Y que no hay falso disfraz desarrollista ni neo desarrollista que cubra sus consecuencias sobre la escuela técnica.
La situación de la enseñanza técnica es parte de la destrucción de la capacitación de la mano de obra, continuidad de la destrucción de la industria nacional independiente. Parte de ello es la flexibilización laboral, el trabajo multifunción en lugar del oficio y la especialización.  ¿Para qué haría falta la formación técnica y científica en un país primarizado? ¿Para qué invertir en ella si finalmente la mayoría quedará desocupada y los que podrían conseguir trabajo no lo harán por carecer de dicha formación? Un país con un proyecto oficial donde sobran 20 millones de habitantes.
La consecuencia actual es la superexplotación de los más jóvenes y desaprovechamiento de la experiencia de los mayores, con desocupados estructurales. Y varias generaciones sin trabajo estable, en algunos sectores, junto a jóvenes que no estudian ni trabajan y que no tienen posibilidad de adquirir habilidades prácticas mínimas.
Y, por último y no menos importante, se impide el carácter del trabajo como ordenador de vida e integrador social, como actividad creadora. Así se generaron y se generan las condiciones para la drogadicción, la trata de personas, la lumpenización. La destrucción de la Educación Pública, y de las Escuelas Técnicas en particular, se desarrolla, desde este punto de vista, con tal coherencia que es difícil no sospechar de la intencionalidad de sus autores.

II.- ¿Porqué relacionar educación y desarrollo industrial?
Las fuerzas productivas de un país están compuestas por los medios de producción (los instrumentos de producción) y los hombres que trabajan en ellos. Sin embargo, en nuestro concepto, son los hombres el elemento principal de las fuerzas productivas de ese país. Si esto es así, la capacitación y la educación de ese hombre son elementos sustanciales para el desarrollo industrial (y también agrario) del mismo. Es clave, entonces, detenernos en la educación que hace falta para hacer de Argentina un país industrial y agrícola integrado e independiente, desde el punto de vista económico y político, con un pueblo en el que recaiga la efectiva soberanía de una democracia grande, ampliada y real.
Presidimos este artículo con un epígrafe de Mendeleiev. No se podría enseñar química, hoy, prescindiendo de sus aportes. De misma manera que ocurriría con Newton o Einstein en la enseñanza de la Física.
Algunos imaginan a Mendeleiev como un “científico puro”, alejado de aplicaciones concretas. Están en un error quienes así piensen.
Mendeleiev realizó, en su época, un vasto programa de aplicación de la ciencia a la economía y fue precursor de la quimización de la industria y la agricultura, llegando a hacer aportes sobre política petrolera. De la misma manera, es preciso integrar (en una unidad con contradicciones reales a resolver) la ciencia básica, la ciencia aplicada y la tecnología, para un proyecto científico técnico de aquella Argentina independiente de toda dominación extranjera, como dice el Acta de nuestra Independencia (olvidada con frecuencia por demasiados gobernantes).
Y dado que de enseñanza técnica y de independencia tecnológica se trata, conviene detenernos en algunas definiciones:
¿Qué es tecnología?
Etimológicamente proviene de dos palabras griegas: techne que quiere decir arte y habilidad aplicada y logos que quiere conocimiento.
Pero de inmediato surgen preguntas: ¿Tecnología es sólo el artefacto o la máquina (“hardware”)? ¿Y el software no es tecnología? Hoy se reconoce que hay tecnologías duras (las primeras) y blandas (las segundas). Entre estas tecnologías “blandas” hay tecnologías de comercialización, de logística, de distribución, de diseño y evaluación de proyectos sociales, etc.
¿Y dónde reside la tecnología? ¿Sólo en la máquina o también en el hombre? ¿Y si residiera principalmente en el hombre? ¿Sirve el mejor instrumento sin el hombre capaz de manejarlo? En el inicio ¿quién diseña y construye ese instrumento sino es el hombre?
Podríamos decir que al principio fue el hombre.
Sería de desear que, en los resultados, el objetivo fuera el hombre. En nuestro caso la mujer y el hombre que habitan nuestra Patria. Nuestros hermanos.
Tomemos a un tecnólogo, ya fallecido, de ideología desarrollista como Jorge A. Sábato. Para él, tecnología era “el conjunto ordenado de conocimientos necesarios para la producción y comercialización de bienes y servicios”. También se la suele definir como un complejo de conocimientos, métodos y materiales usados en hacer una cierta clase de técnica para la producción y comercialización de bienes y servicios. Pero, nos atrevemos a afirmar que lo principal de la tecnología reside en la cabeza de los hombres (conocimientos y métodos). (3)
Aunque es poco reconocido, ese hombre que trabaja en la máquina también actúa como productor de innovación tecnológica.
Hace unos cincuenta años (principios de la década del ´70) un investigador llamado S. Hollander efectuó estudios de productividad en cuatro establecimientos productores de rayón de Dupont en EE.UU. Sus conclusiones fueron sorprendentes. Introducida una nueva tecnología, cambios técnicos menores introducidos por quienes operaban las máquinas eran responsables de casi dos tercios de la reducción de costos unitarios atribuibles a cambios tecnológicos. Este proceso de mejoras obra de los operarios llegaba a manifestarse hasta diez años después de la introducción de la nueva tecnología. (4)
En la actualidad los aportes de los operadores son utilizados por fabricantes de software que distribuyen copias “alfa y beta” entre técnicos y usuarios que aportan, gratuitamente, sus experiencias y de las cuales surgen perfeccionamientos posteriores. No otra cosa hace Microsoft. Lo mismo ocurre con el software abierto de LINUS.
Todo lo anterior habla del papel del hombre en el desarrollo de las fuerzas productivas y en la necesidad, por lo tanto, de su capacitación como parte fundamental del desarrollo productivo.
Es importante tener en cuenta que la tecnología no es de validez universal. Las distintas tecnologías dependen del contexto y las necesidades concretas que deben resolver. De allí surge el concepto de TECNOLOGÍA APROPIADA de la OIT, la OMS y la ONU. Una tecnología, para responder a tal calificación, debe tener tres características.
Debe ser:

1) científicamente válida,
2) técnicamente eficaz y
3) socialmente aceptable.

 Lo anterior significa que no basta con el carácter científico de la misma, sino que debe lograr los efectos esperados en el lugar donde se aplica, en la máxima cantidad en relación con los medios utilizados. Pero, además, debe corresponderse con el proyecto social global del lugar donde se aplica. Ergo, no hay tecnología de validez universal. Debe ser evaluada en función, en nuestro caso y en nuestra opinión, de un proyecto nacional y social de independencia nacional y soberanía popular
Por último, la tecnología se puede obtener por métodos científicos o empíricamente (y hasta “copiándola”, como decía Jorge Sábato). Esto último han hecho países como Inglaterra, EE.UU., Japón, Italia, China, etc. Y ocurre que aquellos que copiaron (“robaron”) tecnología son los que, cuando tienen sus propias patentes, se convierten en quienes nos impiden a nosotros (países oprimidos) su mismo camino.
Lo anterior nos lleva a que es necesario decidir qué tecnología se compra o se desarrolla, de acuerdo a un proyecto de país y a su objetivo nacional y social. Las soluciones tecnológicas no son universales, son particulares y contextualizadas, por definición.
Volvamos al desarrollista Jorge A. Sábato y su concepto de “Paquete tecnológico”. Decía Jorge A. Sábato que no había que comprar el producto hecho. Había que “abrir el paquete tecnológico” y comprar sólo aquella parte de la tecnología que no podemos fabricar. Algunos creen que su uso del término “paquete” era una traducción del inglés “package”.  Sin embargo, contaba Sábato que lo había tomado de la letra de un tango que decía: “cuándo el gil abra el paquete y vea que se ensartó”. Por lo tanto “no había que ensartarse y comprar el paquete cerrado y hecho afuera”. Como se ve, la compra de vagones de ferrocarril en China, totalmente terminados, sin ninguna transferencia y sin participación local, realizados por el anterior gobierno y continuado por el actual, no es desarrollismo, ni neodesarrollismo, y mucho menos industrialismo. (3)
En suma: lo fundamental es el hombre que opera las máquinas. Por eso es necesaria su educación técnica, en función de un determinado proyecto de país y las necesidades de su pueblo.

III.- ¿Porqué hace falta la industria y una Argentina industrial?
El punto de partida para analizar este tema es definir en que mundo vivimos.
No vivimos un mundo “globalizado” de países respetuosos de los derechos de los demás países, interdependientes, como se dice ahora, sino que estamos en un mundo en que los países no son iguales.
Hay un pequeño número de países opresores y una mayoría de países expoliados y limitados en su soberanía, por los primeros. Y Argentina pertenece a los pueblos, países y naciones expoliadas. Es más, asistimos un cambio en la “globalización” como se la propagandeaba en los ´90. Hoy se acentúan cada vez más los factores de disputa entre las potencias, que protegen sus áreas de influencia y pugnan por aumentarlas. Ya no es la Globalización de los 90…  y el presidente Macri no lo advirtió. Entramos al mundo por la puerta de servicio, el gobierno abre el país a la rapiña cuando las potencias se cierran. Somos presa fácil con esta política y este gobierno. Gobierno que sueña con volver 70 años atrás: a la Década Infame, al Pacto Roca Runciman de 1932. E incluso al preyrigoyenismo. Si Yrigoyen era “la causa contra el régimen”, esto es el “Régimen Oligárquico contra la Causa Nacional”.
La incomprensión de esta cuestión esencial hace que algunos imaginen a Argentina como aliada a nuestros enemigos sin comprender que el esclavo nunca conseguirá su libertad como aliado del amo. Se pregona así una política de buena letra, para congraciarse con el dominador, que nos ha llevado a la situación actual. En realidad, es una política de sumisión nacional. Nunca se vio esto tan claro como con la política de conciliación con los colonialistas ingleses que usurpan nuestras Malvinas. Nunca la sumisión nacional y la indefensión alcanzaron extremos como el actual.
Esto es grave. Aquel mundo globalizado que encandiló a muchos, hoy cambia. Y no son respuesta a esta situación ni Macri, ni Bolsonaro. Los que busquen respuestas allí se equivocarán nuevamente. También los que quieran retocar el edificio agotado de la dependencia nacional
Distintos elementos muestran un incremento de la disputa de mercados y zonas estratégicas en un mundo que se prepara la guerra comercial y militar con nuevas alianzas entre las potencias.
Hay, en curso, una profundización de la guerra comercial y militar encabezada por fascistas como Trump, Putín, Xi Jinping y otros de la misma pelambre como los turcos empeñados en reconstruir el Imperio Otomano, o neofascistas europeos, que en última instancia expresan la búsqueda de nuevas alianzas y ejes destinados a la disputa comercial y militar. El BREXIT es parte de eso porque, como ya había dicho Churchill, si Inglaterra debe elegir entre el continente y el mar, optará por este último (y esto influye en la presencia colonialista agresiva en nuestras Malvinas). Es justo oponerse a esta “guerra por etapas” (según Francisco) por el dominio de mundo por parte de las potencias, a expensas de países como el nuestro.
Lo cierto es que el mundo “serio” al que, nos dicen, es un mérito entrar, no existe. ¿Serios Trump, Putin, Xi Jinping? O, la realidad, como algunos de los consejeros mediáticos advierten al actual gobierno, “entramos a un mundo del que todos salen”. Cuando la “globalización” pierde su “relato” de racionalidad en la disputa, es decir, cuando la disputa se agudiza, quedan al descubierto sus lacras de opresión de pueblos y naciones.
Es que la torta es una sola y todo nuevo reparto implica enfrentamientos cada vez más agudos.
Como esto es así, nuestra independencia exige dominar todas las etapas de la producción y controlar los efectos esenciales de la misma, ya que lo contario nos hará débiles, presionables, vulnerables. Nos aconsejan aperturas, mientras lo poderosos protegen cada vez más sus zonas de influencia.
Ser independientes es de interés de la población. No es sólo una definición ideológica.
Nuestra economía ha sido primarizada y eso repercute en la vida cotidiana de los argentinos. Se ha profundizado el monocultivo sojero. Nuestra industria ha sido destruida o extranjerizada. Se ha profundizado la dependencia nacional. Y esto sigue.
Una parte de esa industria nacional reciente está compuesta sólo por armaderos, son sólo ensamblados de componentes extranjeros.
Nuestra industria petrolera es extractivista... y extranjera.
Ya que iniciamos este artículo con una cita de Mendeleiev, es bueno recordar que este científico estudió la industria petrolera naciente en EE.UU. y, sabiendo que el petróleo estaba integrado por múltiples moléculas que permitían el desarrollo de una industria petroquímica de la cual podían obtener numerosos productos, se escandalizaba con la circunstancia de que sólo se lo utilizara como combustible. Decía Mendeleiev: “Es una materia prima valiosísima, hay que transformarla en otros productos importantísimos, no limitándose a emplearla como combustible. Calentar se puede hacer hasta quemando billetes de banco.”
¡Qué lejos de la política actual en la cual lo principal de su uso es como combustible en un país donde la matriz energética fundamental es la combustión de hidrocarburos!.
Detengámonos en el caso de la Megaminería, que es uno de los sectores apoyados en el período anterior. El modelo en curso, también en esta área, es extractivista. Se extraen (por métodos contaminantes) y se exportan barros (que en realidad contienen oro, plata y minerales estratégicos) pagando mínimos cánones por ello (menos aún que en Chile).
El gobierno de Macri ha decidido profundizar ese camino. El ministro Dujovne ha promovido el logro de inversiones extranjeras en la megaminería. Y lo ha hecho en Londres, como muestra de que no entienden la Causa de Malvinas o la entienden en contra de Argentina.
Una respuesta desarrollista, de desarrollo en condiciones de dependencia, hubiera impulsado que algo de la purificación de esos barros lo hicieran capitales extranjeros, pero dentro del país. Esto hubiera profundizado la dependencia también, ya que la experiencia demuestra que esos capitales extranjeros se llevan más de lo que dejan. Pero ni eso se hace. Se exportan barros sin procesar.
Una alternativa, verdaderamente nacional, hubiera sido repetir la experiencia del primer gobierno del General Perón que consistió en que, creado el Banco Industrial, se compraba a pequeños mineros nacionales su producto extraído y luego se purificaba en el país. En esos años, y de esta manera, Argentina produjo Molibdeno, mineral estratégico para la industria nacional. Hoy se podría repetir la experiencia con la obtención de uranio para la industria atómica.
O sea, lo que actualmente tenemos es primarización en ferrocarriles, en petróleo, en minería, en producción agraria, etc.
Eso no es desarrollismo ni neodesarrollismo. Tampoco es peronismo. No es ni siquiera un tímido proyecto de cambio reformista. Es primarización de la economía. Es la reivindicación clara del viejo proyecto oligárquico.
Y ha surgido un empresariado de intermediación, nativo pero no nacional, del cual importantes sectores vinculados a este gobierno y a anteriores forman parte. El empresario Franco Macri,  kirchnerista confeso en su momento y padre de Mauricio Macri, según se afirma en su pagina (www.francomacri.com.ar ), fue designado como “Consejero para inversiones en Latinoamérica” en 2006 por la Asociación para la Promoción y el Desarrollo Industrial de la República China en el Mundo. O sea, una especie de embajador representante para los negocios de China en América Latina. Fue intermediario de la compra de vagones de ferrocarril en China para Argentina, por lo cual habría cobrado una comisión de 380 millones de dólares. ¿Un empresario de estas características apoyaría una política ferrocarrilera nacional? No. Porque es un empresario de intermediación con una potencia extranjera.
En la Industria del medicamento existe un grupo de estas características, llamado CHEMO.
CHEMO es una compañía basada en Madrid, con plantas químicas para la fabricación de principios activos en España, Italia y China; fabricación de productos farmacéuticos en España, Francia, Portugal, Suiza, Polonia, Rusia, Tailandia, India, Vietnam y China, entre otros.
Los negocios de CHEMO (controladora de ELEA) tienen base en Barcelona y posee industrias químicas de principios activos (droga base) en Italia (Industriale Chimica), en España (Química Sintética) y hasta en China (Gold Pharma). También fabrica productos terminados en España (Liconsa y León Farma) (http://www.chemogroup.com/worldwide-presence/)
A partir de 2006, CHEMO inició un nuevo proceso de internacionalización con el nacimiento de Gold Pharma (China) y comprando participaciones en las compañías Nexchem de China y Nosch de India”. (http://www.hugosigman.com.ar/inicio/hugosigman_inicio.php)
En el año 2010 se produjo una alianza estratégica entre la argentina Chemo y la asiática Fosum para investigar, desarrollar, producir y distribuir medicamentos genéricos para el mercado chino e incluye la construcción de una planta en Shangai.
Recientemente el Grupo CHEMO asociado a Novartis constituyó una asociación para fabricar vacunas en Argentina, entre ellas la de la Gripe A. El gobierno argentino le comprará su producción a precio internacional. Mientras su planta no produzca, el gobierno comprará las vacunas, a precio internacional, al más grande monopolio internacional de medicamentos: Novartis.
Con el dinero de este proyecto se podría haber impulsado la fabricación estatal apoyando plantas como las del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Maiztegui” de Pergamino.
El empresariado de intermediación de la industria del medicamento produce un déficit en la balanza comercial. La balanza comercial es negativa por la situación de escasa producción nacional de principios activos (el aspecto fundamental en los medicamentos). La sustancia activa principal en los medicamentos que se fabrican en el país, se compra en el extranjero. De esta manera, aunque la exportación de medicamentos en 2011 fue de US$ 806 millones en 2011, las importaciones de los principios activos necesarios fueron de US$1.790 millones en 2011. Esto significó, en ese año, una balanza comercial deficitaria en US$ 984 millones.
Por la corrida cambiaria, en 2018 la fuga de capitales alcanzó un récord de más de U$A 27.200 millones. 
Según cifras oficiales, la formación de activos externos (fuga de capitales)

Año 2016............ 9951 millones de U$A

Año 2017........... 22.148 millones de U$A

Año 2018........... 27.230 millones de U$A

Total durante el actual gobierno: 59.329 millones de dólares. Más que el préstamo del FMI...
A esto hay que sumarle la fuga "ilegal" de capitales en la forma de subfacturación de exportaciones, sobrefacturación de importaciones, capitales "off shore" a paraísos fiscales (Panamá papers").
Los productores del campo reciben migajas por lo que los monopolios de comercialización venden a diez o veinte veces más. Las economías regionales y el verdadero productor del campo sufren esta política. Grandes latifundios impiden el acceso a la tierra del campesino productor. Su renta terrateniente la paga toda la economía nacional.
Argentina, como país dependiente, es objeto de extranjerización de sus tierras.
Mas de la mitad de sus tierras cultivables han sido extranjerizadas. Y, también, sufre la rapiña de sus riquezas y de territorios de importancia estratégica y militar (además de económica) como es el caso de nuestras Malvinas, islas del Atlántico Sur y mares aledaños.
El Italiano Benetton es el mayor terrateniente de Argentina con 950.000 hectáreas declaradas. El Ingles Lewis es otro terrateniente, con el agravante de que, en el paralelo 48, sobre la costa atlántica, tiene un aeropuerto del tamaño del Jorge Newbery de Ciudad de Buenos Aires. Y, valga la redundancia, con el agravante de que aviones de guerra de la base inglesa que usurpa y coloniza nuestras Malvinas pueden, en dos horas, aterrizar en ese aeropuerto y partir en dos a la Argentina continental.
Lejos de preocuparse, el presidente Macri veranea en las estancias del inglés Lewis. Es su amigo...
Quiebran a razón de 25 PYMES por día con su consecuencia: la desocupación creciente.
Son algunas de las formas de la hemorragia que sufren los países dependientes como el nuestro.
O sea, esta política produce dependencia, descapitalización, primarización. No es independentista, no es industrialista. Y eso perjudica al pueblo y la Nación que paga productos caros, sufre desocupación, y ve deteriorarse su vida cotidiana. La harina, el pan, la carne y la yerba encarecen.
A esto se corresponde a la destrucción de la educación técnica. Es la consecuencia del modelo.

IV.- ¿Qué tipo de industria haría falta?: LAS CINCO GRANDES RELACIONES.
Hay, al menos cinco contradicciones a superar en el desarrollo industrial argentino. Ello determinará también la amplitud y el contenido de la Educación Técnica que se promueva.

1.- Relación entre Industria y Agricultura
Industrializar no significa abandonar la agricultura. Todo lo contrario, exige también, hacer real la propuesta de la Federación Agraria Argentina: Reforma agraria con un millón de chacras con campesinos propietarios. Además, deberá atenderse a la comercialización de sus productos.
Decía el General Perón en sus primeros años: Es indudable que una coordinación acertada de las operaciones de comercialización e industrialización es también un factor fundamental en la valorización de los productos. Los chacareros saben lo que cuesta conquistar de la tierra un quintal de maíz. Y es penoso que cuando ese quintal de maíz ha producido la suma de diez pesos, vaya a través de los ferrocarriles o la hornalla de una fábrica o al pesebre de unos cerdos muriendo también en la misma suma. En cambio, una industrialización conveniente evita que ese quintal nacido en diez pesos muera en diez pesos, pues obteniendo de él todos los subproductos que contiene su valorización puede llegar hasta cuatro veces su precio primitivo. Con eso... puede mejorarse a productor, puede obtener mayor ganancia el industrializador y puede quedar un remanente para pagar mejor la mano de obra... Es menester realizar lo que la economía moderna exige: no exportar nuestro trabajo agrario, sino exportar los productos ya industrializados para que la riqueza de la producción y del trabajo queden en nuestro propio país.” (5)
Todo lo contario al actual impulso del monocultivo sojero.
La Agricultura no debe ser contrapuesta al desarrollo industrial ya que produce materiales necesarios para la vida de lo más importante de las fuerzas productivas que es el hombre y también materias primas para la industria. Entonces, es preciso desarrollar la industria sin abandonar la agricultura, y ayudar a tecnificarse a un millón de pequeños productores propietarios surgidos de la Reforma Agraria necesaria. La escuela técnica deberá apoyar la capacitación de la mano de obra de ese millón de chacareros propietarios surgidos de la reforma agraria necesaria.

2.- Relación entre Industria concentrada o diseminada: Grandes empresas estatales integrando a PYMES e industriales verdaderamente nacionales.
Aquí aparece la necesidad de contemplar la defensa nacional. Se presentan varios prototipos industriales posibles.
¿Una Industria grande y centralizada (¿cómo el pino, que crece rápido y alto pero que es frágil ante una tormenta?). Desde el punto de vista de la Defensa Nacional este prototipo es difícil de defender ante un ataque externo a una Argentina Independiente.
Una alternativa sería una industria descentralizada, pequeña y diseminada, como el césped, que si se lo quema siempre queda una porción capaz de volver a crecer.  Esta es una mejor alternativa para la defensa nacional pero no permite desarrollos que respeten escalas adecuadas.
A los cuestionamientos anteriores se puede ofrecer, como respuesta, un modelo combinado de diseminación que incluya centros de mayor escala. Una industria como el hongo, que se disemina debajo de la tierra y tiene algunas setas que afloran al exterior. Este último prototipo “tipo hongo” une la necesidad de la escala, con centros mayores, unido a lo diseminado que es menos vulnerable a una agresión (pensado desde la Defensa Nacional).
Se deben tener en cuenta e integrar a las PYMES, por lo anterior, porque son grandes empleadores, en conjunto, y son un aporte a la lucha contra la desocupación. Producen el 68% de los puestos de trabajo.
La Educación técnica que se promueva debe, entonces, extenderse por el país, alcanzar al conjunto de la población en sus distintas áreas y combinar técnicas simples con avanzadas. Apuntalar el desarrollo de Industrias estratégicas estatales y apoyar a Pymes y campesinos propietarios resultado de la Reforma Agraria.

3.- Relación entre Industria pesada e Industria liviana.
Con centro en la industria pesada (que es clave para la independencia y es productora de medios de producción) se debe desarrollar la liviana, que produce los elementos esenciales para el sustento para el hombre (principal elemento de las fuerzas productivas). La Industria liviana, además, producirá una mayor ampliación del capital, que puede luego ser reinvertido en el desarrollo de la industria pesada que, a su vez, es base de la independencia y control del ciclo completo. La educación técnica debe contemplar contenidos que responda a las necesidades tanto de la industria pesada como de la liviana.

4.- Relación entre Industria de los grandes centros urbanos y la del interior.
Esto implica un verdadero desarrollo federal de autonomía local e integración nacional. Se corresponde a un país de desarrollo armónico sin un “tercer mundo empobrecido” adentro. Federal y no unitario. La política actual en el plano de lo impositivo, coparticipativo e industrial es cada vez más unitaria. Será necesaria una logística adecuada para favorecer el desarrollo industrial (y agrícola) del interior. Implica combinación de camión, ferrocarril y barcos y su producción. Y el avión como transporte de cargas.
Esto incluye el desarrollo del transporte polimodal para favorecer a la industria y la producción agraria más alejada, combinando el transporte automotor, con el ferrocarril y el marítimo, pluvial y aéreo.
Entonces la logística y la mano de obra para la construcción y el manejo camiones, trenes, barcos y aviones debe ser incluida entre los contenidos de la escuela técnica.  

5.- Relación entre desarrollo industrial y Defensa Nacional.
También en la defensa nacional el hombre es más importante que el arma. El General Vo Nguyen Giap que comandó las tropas vietnamitas que derrotaron a los franceses en la Batalla de Dien Bien Phu y luego a los norteamericanos, sostenía esto. (6)
Todo lo que contribuya al bienestar físico e intelectual del hombre argentino es clave para una Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e Integrada, que siga el ejemplo de 1806 y 1807 y de nuestra Guerra de la Independencia. También lo será para la reconquista indispensable de nuestras Malvinas y mares e islas colonizadas por el imperio británico.
Pero Defensa Nacional no es sólo tener balas (necesarias). También es industria para la Defensa de la Patria y el patrimonio Nacional.
Todo ejército se constituye en función de sus fines. San Martín y Belgrano organizaron ejércitos para la Independencia Americana. Y nunca los embarcaron en luchas fratricidas.
Pero San Martín, en particular, relacionó la organización del Ejército de los Andes con el desarrollo de la industria para la Defensa en Cuyo, haciendo producir balas y cañones, pero también uniformes, carros de transporte, alimentos, etc. constituyendo un centro de industria pesada y liviana, que fue el más importante en lo que es nuestro actual territorio, en esa época. Y ese centro, dirigido por el no siempre suficientemente destacado Fray Luis Beltrán, fue una de las bases materiales de la impresionante hazaña logística del Cruce de Los Andes
Pero San Martín combinó su actividad militar con el apoyo a la prosperidad de la industria local del vino, como lo demostró al instar a sus diputados al Congreso de Tucumán (Fray Justo Santa María de Oro y Tomás Godoy Cruz) a proponer leyes para el proteccionismo de su vitivinicultura (que fueron rechazadas con argumentos de defensa de la libre importación indiscriminada que se escucharon en gobiernos anteriores y se escuchan y aplican, hoy, en ámbitos oficiales).
San Martín organizó su ejército en base a la teoría del Pueblo en armas, que viene desde las Invasiones Inglesas y la Revolución de Mayo, combinando los cuadros profesionales militares con el pueblo organizado. Parte de eso fueron las acciones de Güemes, la guerra de Republiquetas y la acción del General Antonio Álvarez de Arenales y otros.
Eso es lo que llamamos Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e Integrada.
La Defensa Nacional debe ser Integral porque no sólo se expresa en balas y cañones. Es también la industria para la defensa en todas las áreas (energía, química pesada y liviana, industria liviana y pesada, fármacoindustria de principios activos, alta tecnología como el INVAP, etc.).
Y será Integrada, a la vez, con todo el desarrollo agrícola industrial y el proyecto de bienestar social, donde un Estado de nuevo tipo, de democracia grande, controle las palancas claves del desarrollo independiente, posibilitando y facilitando el mismo. Los verdaderos empresarios nacionales y las PYMES se verán favorecidos por ello.
Esto supone, de manera no exhaustiva:

a)    Seguridad energética (imposible con nuestro petróleo y el gas en manos extranjeras y hasta del enemigo colonial),

b) Seguridad alimentaria (que impone la necesidad de una Reforma Agraria retomando los preceptos del General Artigas en el Estatuto de 1815). Desde esta última visión, tener un tercio de la población en pobreza es un tema que atenta contra una Defensa Nacional con mayúsculas. Y tener latifundios de la magnitud de los nombrados más arriba atenta, también, contra la defensa nacional. La propuesta de la Federación Agraria Argentina de crear un millón de chacras de campesinos propietarios es, en consecuencia, un tema de Defensa Nacional, para nuestro país. Sólo así se conseguirá poblar el territorio con quienes defenderán esa tierra contra toda agresión extranjera. Si para Juan Bautista Alberdi "gobernar es poblar", vale por extensión que defender el territorio es poblarlo de verdaderos productores que lo habiten y produzcan en él. Campesinos que accedan a la tierra como propietarios y no terratenientes que se quedan con la renta de tierra que no trabajan y que viven en lujosas mansiones, lejos de la producción.
Ante lo anterior, es lógico que no haga nada un gobierno que tiene o tuvo como funcionarios a Marcos Peña Braun y Miguel Braun. De los Braun, Braun Menéndez, y Menéndez Behety, latifundistas del sur, socios en sus orígenes con los latifundistas ingleses de nuestra Patagonia. Y, también, que el presidente se llame Mauricio Macri Blanco Villegas y sea amigo del inglés Lewis...
Patria proviene de patrimonio, suele decir el Dr. Julio C. González.
En efecto, Patria es nuestro patrimonio en el sentido más amplio. Nación abarca constituir una comunidad estable de seres humanos formada históricamente, surgida sobre la base de la comunidad de lengua, territorio, vida económica y carácter psíquico, que se manifiesta en una comunidad de cultura. Defenderán su Patria ante toda agresión extrajera esos campesinos que han hecho realidad la consigna "la tierra para el que la trabaja". Campesinos que digan "esta es mi tierra, ésta es mi casa, ésta es mi Patria. Doy la vida por ella.".

c) Seguridad de protección ambiental, impidiendo la explotación contaminante como la megaminería, y el extractivismo que agota nuestros recursos. El ambiente es parte del Patrimonio Nacional a preservar. Es una concepción patriótica de la Política Ambiental.

d) Seguridad de provisión de medicamentos y elementos esenciales de supervivencia de la población. Es asegurarse provisión de medicamentos (no extranjerización e importación de los mismos o sus principales insumos), con el desarrollo de un polo estatal de fabricación, siguiendo el camino de la EMESTA (Empresa de Medicamentos del Estado) de Ramón Carrillo, Ministro de Salud en los primeros gobiernos del General Perón.

Los beneficiarios de la dependencia argentina y las potencias a las que responden generarán acciones contra todo intento de una Argentina independiente. Esas son las Hipótesis de Conflicto. Esas son las amenazas que se deben prevenir.
Desarrollos y multiplicación de ejemplos como el Astillero de Río Santiago (que continúa siendo estatal por la lucha de sus obreros) son claves para la industria naval, la construcción de una Flota Mercante del Estado, marítima y fluvial y el control de la riqueza pesquera. También lo es el control de toda la cadena productiva del petróleo desde el subsuelo al surtidor, (respetando el interés de los estacioneros independientes). Lo anterior es indispensable para recuperar Malvinas y para repeler toda agresión externa.
Lo mismo ocurre con el desarrollo de una química pesada, petroquímica y farmoquímica. Esto es base, por ejemplo, para una política independiente de medicamentos, accesibles al pueblo. El antibiótico fue secreto de guerra de EE.UU. hasta 1945. Esa fue la base del predominio de la industria farmacéutica estadounidense posteriormente.
Estas áreas deberán, entonces, ser contempladas en la formación técnica necesaria.

V.- ¿Qué tipo de enseñanza?
Debe relacionar adecuadamente la práctica y la teoría.
Decía Mendeleiev: “La concepción teórica que no equivale y no corresponde a la realidad, a la experiencia y a la observación, es simplemente ejercicio mental o incluso puro absurdo y no tiene el derecho al título de ciencia. Ciencia, en el sentido estricto de la palabra, se puede llamar hoy solamente lo que expresa la concordancia de la teoría y la práctica.”
Es preciso partir de la práctica. La capacidad de verificarse en la práctica es el único criterio de verdad.
Debe combinarse la enseñanza con el trabajo productivo partiendo de la práctica, e ir al conocimiento racional que debe ser comprobado nuevamente en la práctica.
¿Qué son los conocimientos adquiridos por los estudiantes en los libros? Suponiendo que todos esos conocimientos sean verdaderos, son teorías elaboradas por los que nos precedieron basándose en la suma de experiencias, no son conocimientos extraídos por los mismos escolares. Es indispensable asimilar esos conocimientos; sin embargo, hay que tener en cuenta que, en determinado sentido, son para los estudiantes conocimientos obtenidos y comprobados por otros. No los han comprobado los mismos estudiantes. Además, lo más importante es saber aplicarlos en la vida y en la práctica. Desde ya será muy peligroso si los alumnos se quedan contentos sólo con su experiencia. En ese caso les faltará teoría y, en consecuencia, también tendrán conocimientos relativamente incompletos.

VI.- Cuatro nudos para la educación técnica.
Estos nudos a contemplar son:

a) Igualdad de oportunidades.
Este es el principal problema democrático de la educación. No debe haber limitación de ingreso ni expulsión de la escuela: la educación es un derecho inalienable. Pero, para ser igual, el derecho debe ser desigual; es decir, debe facilitar el ingreso de los que más dificultades tienen. Sino, la igualdad de oportunidades será letra muerta en leyes y disposiciones.
Debe ser de tiempo completo con comedor incluido. Sería interesante promover una especie de “Escuela-Club de barrio” que iguale las oportunidades y vincule e integre socialmente. Sería un arma clave contra la droga, el delito y la “lumpenización”.

b) Contenido de la enseñanza. Práctica y teoría. Técnicos y Oficios.
Es preciso formar Técnicos para la informática, la metalmecánica, la construcción, la producción agropecuaria, la salud, etc. produciendo mano de obra capacitada.
El Uribelarrea (Pcia. de Bs. As.) existe la Escuela Agrotécnica Salesiana “Don Bosco”. Emite títulos de Bachiller Agrario (6to. Año) y Técnico en Producción Agropecuaria (7mo año). ¿Porqué el Estado no puede reproducir lo que hicieron los salesianos? ¿Por qué no puede reproducir el ejemplo de la Escuela del Astillero Estatal de Río Santiago?
Lo anterior debe incluir la capacitación en el lugar trabajo y la educación continua.
La Escuela Técnica debe sumarse a la formación en artesanías y oficios de jóvenes y mayores para recuperar con rapidez la mano de obra destruida en estas décadas. El desarrollo de una industria de la recuperación, el arreglo y el reuso de productos es importante para proveer a la población de bienes de uso con menos descartables y menos residuos contaminantes. El ciclo de formación debe ir desde oficios a técnicos llegando, en ciclos sucesivos, hasta la formación profesional.
No decimos nada nuevo: sostenía el General Perón refiriéndose a las escuelas técnicas, escuelas fábricas y preanunciando la UTN: “hemos pensado muchas veces que cuando un país inicia su industrialización, no puede realizarla solamente con buena voluntad. La Nación no ha de escatimar esfuerzos cuando se trate de capacitar a sus hijos para hacer grande esta tierra. Vamos a crear universidades técnicas. Aspiramos a que los futuros técnicos que han de tomar la dirección del país, salgan de estas escuelas de trabajo. Queremos que nuestros obreros, formados en las actuales escuelas de enseñanza técnica, puedan completar un ciclo total de aprendizaje.” (5)
No es el proyecto educativo de este gobierno ni de los anteriores.

c) Investigar y producir en pequeña escala.
Allá por los años 70 cuando, como estudiantes, discutíamos como debía ser la educación universitaria, teníamos un ejemplo que, decíamos, si se resuelven las contradicciones que encierra, se obtiene el proyecto educacional que deseamos.
El ejemplo era el siguiente:
En Florencio Varela estaba el centro (de la YPF estatal) de investigación en petróleo más grande de Suramérica. En Ensenada estaba la destilería más grande de Suramérica. Y en la Universidad Nacional de La Plata no había ingeniería en petróleo. Nosotros pensábamos que los científicos que trabajaban en el centro de investigación debían ser los docentes de esa carrera de ingeniería y debía integrarse con la práctica en la destilería y que los estudiantes también debían ser los trabajadores de la destilería. Era nuestra idea de la integración de la práctica de la producción, la docencia y la investigación.
Hoy se dirá que esto era “utópico”, pero nosotros nos basábamos en ejemplos reales nacionales y extranjeros. El Astillero de Río Santiago tenía, ya en ese tiempo, una escuela cuasi secundaria donde se formaban hijos de obreros de la empresa que después entraban a trabajar en ella y, por esos años en la China de Mao, la fábrica de máquinas herramientas de Shangai formaba como ingenieros a sus obreros y eran mejores ingenieros que los de la Universidad de Beijin.
Por entonces, IBM exaltaba el método de evaluación de los ingenieros electrónicos que se recibían en China en épocas de Mao: debían armar una computadora para recibir el título. Esto era lo que nosotros queríamos decir cuando planteábamos que la práctica es la madre de la teoría y que la capacidad de transformar la realidad era el criterio de verdad de cualquier teoría. El primer avión que surcó el cielo probó, con ese hecho nuevo en la historia de la materia, la veracidad de infinidad de leyes y teorías de la física, de la mecánica, de la metalurgia, de la aerodinámica, etc...
Sosteníamos que los alumnos deben poseer algo más que conocimientos librescos, también deben participar en el trabajo productivo. Es bueno considerar la posibilidad de que los laboratorios y fábricas que dependan de escuelas y centros politécnicos y centros de investigación universitaria y que sean capaces de producir, deban hacerlo en la medida de sus posibilidades, en áreas de punta y en pequeña escala, una vez asegurados los requerimientos de la enseñanza y de la investigación científica.

d) Presupuesto, cargos y salarios.
Desde ya todo lo expresado exige un presupuesto, los medios y los cargos necesarios con retribución justa y el tiempo de dedicación necesaria. El sistema educativo argentino tiene dos víctimas: el alumno y el docente. Y, por carácter transitivo a través de ellos, la Nación.
Las huelgas docentes son una muestra de lo incumplido. Es inadmisible que se atribuya a los docentes (una de sus victimas y con salarios básicos por debajo del índice de pobreza) lo que sucesivos gobiernos (como política de Estado) no han hecho.
Se pone como ejemplo a Finlandia, pero en ese país el docente es jerarquizado en salarios y papel social.
Se podría decir que lo pronosticado por los que éramos estudiantes en ocasión de la huelga contra la privatización de la enseñanza en 1958 (“huelga laica o libre”) se ha cumplido. El Estado favoreció la educación privada (altamente subsidiada y convertida en un negocio) en detrimento de la educación pública. Ha sido una verdadera política de Estado, continuada por diferentes gobiernos.

VII.- Algunas ideas sobre contenidos.
Decía Otto Krause en 1897 “los estudios técnicos se han de dividir en teóricos, de experimentación física, de laboratorio, de tecnología y de trabajos manuales. Los primeros solamente en la medida necesaria para comprender los principios que rigen las operaciones tecnológicas. Se han de aplicar los métodos más modernos y abreviados que permitan en poco tiempo adquirir los conocimientos esenciales”. (5)
Los ejes en los cuales se podría construir el programa de enseñanza podrían ser:

A) El eje de ciencias básicas.
Matemáticas, Física, Química, Biología, pero los contenidos enseñados deben girar alrededor del eje práctico del área técnica decidida en cada caso. Recalcamos: la materia debiera dictarse alrededor del eje práctico y no en general. El concepto pedagógico debe intentar lograr que el alumno adquiera la capacidad de aprender de sus errores y sus aciertos y de los errores y aciertos ajenos y que adquiera capacidad para buscar soluciones a los problemas que se le planteen. Principalmente hay que lograr desarrollar su capacidad de buscar soluciones concretas y no sólo llenar su memoria de conocimientos indirectos.

B) El eje histórico-geográfico.
No se trata de obtener una máquina técnica humana sino un técnico con la comprensión ideológica patriótica y democrática que le permita una disciplina consciente. Debe conocer la historia y la geografía física, política y económica de Argentina y su relación con el mundo y la historia de las ideas, la filosofía y las artes en cada contexto y simultáneamente. El Homo sapiens aislado no existe. Sólo existe en un lugar geográfico, histórico y social concreto. Debiera incluirse un eje sobre patrimonio nacional, su desarrollo y su defensa, para que conozca las grandes experiencias llevadas a cabo en nuestro país: el petróleo y el papel de los Generales Mosconi y Baldrich, la siderurgia y el General Savio, los ferrocarriles y las ideas de Scalabrini Ortiz, la riqueza marítima, la energía atómica, el Pulqui II, el Misil Cóndor, el Rastrojero, la Estanciera, etc. No partimos de cero. Partimos de experiencias logradas.
Lo que nos han impedido hacer el más que lo que no pudimos hacer. Y lo debemos saber. La amnesia histórica es parte de nuestra opresión nacional.

C) Entrenamiento para la defensa en los años superiores.
Mucho se ha discutido sobre el servicio militar obligatorio y la necesidad de la preparación de los ciudadanos. Desde ya que la experiencia del precedente servicio militar no es el camino a seguir. Una Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e Integrada debe desarrollar la capacidad del pueblo. La formación de profesionales de la Defensa, de militares profesionales, combinado con el entrenamiento de la población en los lugares de trabajo y estudio, es parte de la concepción de Pueblo en armas para la Defensa, que surge de las experiencias de 1806 y 1807 y de nuestra Guerra de la Independencia. La combinación de la formación técnica y práctica para una Defensa Nacional Patriótico-Popular Integral e Integrada, para formar también a los cuadros profesionales debiera ser, al menos, parte del debate.

VIII.- Transformar la realidad.
Es necesario conocer para transformar. Incluso conoceremos transformando.
Decía Paracelso en 1530:
“Quien no conoce nada no ama nada...
Quien no puede hacer nada, no comprende nada.
Quien nada comprende nada vale.
Pero quien comprende también ama, observa, ve...
Cuanto mejor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor...
Quien cree que todas las frutas maduran en el tiempo de las frutillas nada sabe de las uvas.”
Paracelso (1493-1541).

Será necesario un debate amplio. Seguramente habrá errores y cambios en el camino práctico. No llegaremos desde el principio a un camino acabado.
Pero, para llevarlo a cabo, será necesaria, imprescindible e ineludible, mucha lucha colectiva, en todos los planos
Pero política, la que vale la pena, no es el arte de lo posible, es la que es capaz de hacer posible lo necesario.


Referencias bibliográficas.-
1.     Fracaro, Anahí y Perales, F. Gabriel. Educación técnico profesional. Diagnóstico de la escuela técnica en Mendoza (Argentina). Una base insuficiente en Ciencias Básicas. En INTERNET: http://www.chubut.edu.ar/descargas/secundaria/congreso/ETP/R0098_Fracaro.pdf . 2010.
2.     Pisani, Fernando. La crisis de las escuelas técnicas y el modelo de país y de región. Revista Novedades Educativas Nº 148. Abril de 2003. Pág. 20 al 23. En INTERNET: http://www.intercol.org.ar/fjpisani/crisis.htm
3.     Ciapuscio, Héctor (compilador). Repensando la política tecnológica. Homenaje a Jorge Sábato. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires. 1994.
4.     Katz, Jorge. Importación de tecnología, gastos tecnológicos locales y crecimiento industrial. En: Katz, Jorge, Mallmann, Carlos y Becka, Leopoldo. Investigación, Tecnología y Desarrollo. Editorial Ciencia Nueva. Buenos Aires. 1973.
5.     Otegui, José María. El General Perón fundador de las Escuelas Fábrica y de aprendizaje. Editorial FAC. Buenos Aires. 1982.
6.     Giap, Vo Nguyen. El hombre y el arma. Ediciones La Rosa Blindada. Buenos Aires. 1965.