DE FALSAS ANTINOMIAS Y DE SÍNTESIS NECESARIAS…
Horacio Micucci
Algunos imaginan
ejércitos regulares, de europea formación, peleando de manera ortodoxa por la
libertad de la Patria…
Otros imaginan
solamente a paisanos, partisanos, irregulares de ninguna formación…
Los primeros
desconfían de los segundos, de aspecto tan…sospechoso.
Los segundos
desconfían de los primeros, tan…formales y parecidos al opresor.
Algunos imaginan a la
vida como un ordenado y racional juego de ajedrez. Con piezas blancas y negras…
Con contrincantes que piensan cada jugada, sin imprevistos, sin matices, sin
premuras…
Otros creen que,
espontáneamente, un buen día los paisanos se harán soldados preparados. Que de
la nada todo surgirá.
Un relámpago en la
noche y la Independencia se consumará…
Pensamientos mágicos,
robóticos, binarios.
Informáticos…
La historia se burla
de los que de los que así piensan. Y juguetea con ellos. Como diría Celedonio
Flores en su “Mano a mano”: “como juega el gato maula con el mísero ratón”…
En las pasadas luchas
de la Patria hubo militares de carrera y paisanos desalineados, harapientos…
Nada hace pensar que
no sea así en el futuro.
Empresarios
nacionales… Piqueteros… Estudiantes… Profesionales… Militares patriotas…
Obreros….Productores del campo… Hambrientos de comida y de tierra para vivir y
trabajar… Con y sin trabajo...Atildados y desalineados… Cultos y no tanto…
Hubo, en nuestro
nacimiento nacional, militares de carrera, de formación en guerras europeas.
Estrategas. ¿Qué otra cosa era San Martín?.
¿Improvisación?. Muy
poca. Un Regimiento (el de Granaderos) que iba a ser el núcleo de un Ejército
Libertador. Planes minuciosa y previamente preparados.
Eso si, con la
política al mando. Un ejército con un objetivo. No cualquier objetivo. No apto
para todo servicio.
Hubo intelectuales,
los mejores, que aprendieron la técnica militar. ¿Qué otra cosa era Belgrano?.
Uno de los más grandes intelectuales y teóricos de la Independencia. Pero, tal
vez, uno de sus más grandes tácticos.
Claro…táctica sin
estrategia es como un jinete sin cabeza. Como un ganso degollado que sigue,
descabezado, su errático camino con su último estertor…
Pero…la estrategia
sin táctica tiene la inutilidad del maestro ciruela. Es el que describe lo que
pasa y no interviene para transformarlo. Narran lo que pasa. Relatores
deportivos.
No se manchan, en el
barro de sangre de la batalla, sus impecables uniformes. En fin, testimoniales,
ensayarán explicaciones y buscarán causas cuando todo haya pasado. Eso sí,
serán estrictos censores. Censores detallistas de los errores de los que
actuaron…
………………………………….
De la integración de
regulares e irregulares surgieron ejércitos. Describe como eran Sánchez Zinny
(en su imprescindible “Unidos del Sud”):
… esos hombres curtidos y de pocas
palabras, apenas instruidos unos pocos, mal pagos todos, arrancados de sus
ranchos y pueblos, lejos de sus mujeres, madres, hermanos o hijos, olvidados
por Buenos Aires, guardaban más respeto por sus símbolos, tenían más sentido de
pertenencia a su Cuerpo, y eran dueños de una sabiduría inexplicable respecto a
su función en esa empresa, que ni los más apasionados historiadores futuros,
jamás podrían poner en letras.”
“Todos habían cambiado sus ropas de
paisano que les habían ayudado a hacer menos sacrificado el cruce de los Andes
y lucían sus uniformes con bastante prolijidad. Las chaquetas azules y los
pantalones de montar habían reemplazado a ponchos y bombachas. Las altas botas
a las ojotas, sandalias e improvisadas polainas. El hilo de una fría aguada les
había dado la posibilidad de quitar la mayor parte de tierra que resaltaba sus
cejas y pestañas y mantenía el cabello opaco y el cuello y orejas manchadas.”
Pero hubo quienes
prepararon antes todo lo necesario. Lo necesario para hacer posible lo
necesario.
Estuvieron, antes, la
política y los planes de San Martín y Belgrano. Militar el primero, político e intelectual
el segundo. ¿O también vale la inversa?... ¿Qué era San Martín cuando ayudaba a
desplazar al Primer Triunvirato (de nativos no nacionales como Rivadavia) o
cuando exigía la Declaración de la Independencia?. ¿Qué era Belgrano en las
Batallas de Tucumán y Salta?.
Hubo de todo.
Dicen algunos que
Dios ama la diversidad. Por eso creó los matices. Puso al negro y al blanco y
la complicó con el mestizo. Al bisoño y al veterano, al joven y al mayor…
¿Y que unía esa
diversidad de los albores de nuestra Patria y de nuestras Patrias americanas?.
Una política de Patria Grande. De Independencia de toda dominación extranjera…
Política que debiera (y aún debiera hoy) haber presidido los actos de gobiernos que traicionaron, que fueron
gerentes de la dependencia, que hicieron indefensa a la Nación, que siguen
entregando con múltiples disfraces. Hay hasta entreguistas disfrazados de no
entreguistas. Los vemos todos los días…
Política que deberá
presidir a gobiernos que no traicionen, para lograr el objetivo, sin engaños y
doble discurso…
Recuerdan Abelardo
Ramos y Ricardo Palma que momentos antes de aquella batalla de Ayacucho, la
última junto a Tumusla, hubo arengas de cierta tradición formal y también de
las otras.
El joven General José
María Córdoba, de apenas 24 años (Sucre tenía 29) con su sombrero en la punta
de su espada se lanzó al combate con el grito: "¡División! ¡De frente! ¡Armas a
discreción y paso de vencedores".
Por su parte, el
General Jacinto Lara, jefe de los llaneros, diría algo bastante poco formal: "¡Zambos del
carajo! ¡Al frente están los godos puñeteros! El que manda la batalla es
Antonio José de Sucre, que como ustedes saben, no es ningún cabrón. Conque así,
apretarse los cojones y... ¡a ellos!".
………………………………….
Unidad de diversos y
síntesis necesaria.
Gauchos y militares
de carrera. Intelectuales y militares.
Mujeres y hombres.
Clérigos, como Fray
Luis Beltrán, fabricando cañones.
Comerciantes y
españoles como Larrea y Matheu.
Guaraníes como el Comandante Andrés
Guazurary. Militares españoles como Arenales.
Artigas y Guemes. San
Martín y Belgrano. Castelli, Moreno y Saavedra.
Juana Azurduy y
Manuel Padilla.
¿Qué fue lo que los
unió?.
Una teoría y una
política de Independencia Nacional y Soberanía popular.
La unión del
movimiento patriótico y del movimiento democrático.
Inseparables al
principio. Enfrentados falsamente, después, a instancias del enemigo.
Porque estrategia y
táctica, sin el número de las mayorías, son también estériles. Porque los
enemigos de la Patria oprimida, los que disputan entre sí por esquilmarnos, los
que colonizan parte de nuestro territorio, los que hambrean y ajustan, son
poderosos.
Es la hora de volver
a unirse. En lo patriótico y en lo popular.
En la independencia
de toda dominación extranjera. En un Gobierno que no sea contra el pueblo. Y
tampoco para el pueblo pero sin él.
En un Gobierno
Patriótico y Democrático del Pueblo en una Argentina Independiente.
“Adelante y paso de vencedores” dijo
el General Córdoba.
“Muertos más no vencidos”,
dijo el Cacique Calfucurá.
“Con el Pueblo y en la Patria y por la
Patria y por el Pueblo” tal vez sea el grito de combate de la Segunda
Independencia…