“Independientes de toda dominación extranjera”
Escribe: Martín Guiraldes
“Que
siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos,
valores y duble...
Pero que
el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue
Vivimos
revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseados”
Cambalache
Acuerdos
leoninos con los chinos, las Malvinas ocupadas por la colonialista Inglaterra,
acuerdo secreto con los norteamericanos de Chevron, nueva ley de hidrocarburos
más entreguista que la de Onganía, megaminería rapaz y contaminante, acuerdos
antárticos con los rusos, grandes extensiones de tierra en manos de extranjeros
y “nativos” socios de ellos, empresas petroleras en manos de ingleses, rusos y
chinos, o franceses y norteamericanos, riquezas que surgen de la noche a la
mañana, ferrocarriles y represas que vienen hasta con personal extranjero
incluido...
La
Sra. Presidente firma acuerdos entreguistas en China que agravan la dependencia
y traerán más desempleo, saqueo y pobreza a nuestro pueblo.
Mientras
tanto el narcotráfico y la trata de personas crecen a la vista (¿o con el
apoyo?) de funcionarios de los tres poderes, políticos, etc.
Y
la disputa por la Argentina, se refleja hasta en los organismos de
inteligencia, donde distintas facciones (de las que se dice hasta su
alineamiento internacional sin que a muchos se les mueva ni un pelo) llegan a
producir muertes dudosas, eufemismo que trata de tapar que sale a luz hasta la
cloaca, el intestino grueso, de este Estado de la entrega y la sumisión
nacional.
Ni
China, ni EE.UU., ni ingleses u otra potencia europea, ni rusos...
Basta
de aves de rapiña.
“Independientes
de toda dominación extranjera” (como reza el Acta de nuestra Independencia)
debe ser la respuesta patriótica.
1.
Las relaciones carnales con China
La Sra. Presidente está en visita
de Estado en China, acompañada por funcionarios y empresarios.
El objetivo del viaje es avanzar
en la alianza estratégica integral entre los dos países, sobre la base del
Convenio Marco de Cooperación Económica e inversiones, el Plan de
Infraestructura de 5 años, y los documentos que llevaron a la instalación de la
base militar china en Neuquén.
Es decir, se trata de consolidar
los acuerdos firmados en el 2014, por Cristina Kirchner y el presidente chino,
Xi Jimping, con acuerdos comerciales, de obras públicas, financieros y de otros
sectores económicos, y en el terreno estratégico. Son acuerdos que hipotecan
los próximos 5 años (este año de Cristina Kirchner y los 4 del próximo presidente),
y en algunos casos mucho más, como la base militar, que es por 50 años y tiene
dos anexos secretos que nadie conoce.
El Convenio Marco sobre la base
del cual se firmarán los nuevos acuerdos, establece que en caso de diferencias
entre los dos países se recurra a un arbitraje que será Francia; y en caso de
juicios, deberán hacerse en ¡¡¡la
Justicia de Inglaterra!!!
Esta imposición china que firmó
Cristina Kirchner es una humillación nacional.
2.
Desindustrialización
Cristina Kirchner volvió a
insistir que su gobierno es “industrializador”, en su discurso del 31/1/15.
Néstor Kircher prometió que iba a
reactivar todos los talleres y la industria ferroviaria. No reactivó ninguno,
cerró Emfer, y en el 2010 firmó la compra de trenes a China por 10.000 millones
de dólares. Luego, Cristina Kirchner firmó otro convenio de importación de
trenes con pago al contado.
La compra de material ferroviario
a China es una de las claves del brutal déficit comercial de la Argentina con
esa potencia imperialista, que llegó, en el 2013, a 6.300 millones de
dólares.
Para “aceitar” la relación, Pekín
acordó préstamos por un año al Banco Central argentino, en yuanes, equivalentes
a 11.000 millones de dólares, que solo se pueden usar para las compras a China.
Adelantó yuanes por 2.700 millones de dólares, con un interés del 8%, y un
seguro por el default argentino con los “fondos buitres”, de otro 8%: una estafa.
Con el primer tramo de 270
millones de dólares se ponen en marcha las represas de Santa Cruz, a cargo de
la empresa china Gezhouva, y Electroingeniería, de testaferros del grupo
Kirchner. El Plan de Infraestructura de 5 años, es con adjudicación directa, y
ya se aplica en el Belgrano Cargas, para el que se importan hasta durmientes y
rieles castigando a la industria nacional. Este
plan viola la ley de compre nacional, es un golpe mortal para las industrias
ferroviaria, y de máquinas herramientas. Además, el plan garantiza “permisos de
residencia y de trabajo” a trabajadores y técnicos chinos, en medio de la grave
desempleo en la Argentina.
Se negocia con la China National
Nuclear la construcción de Atucha 3. ¿Y la industria atómica nacional? Sólo discurso,
sólo “relato”. También, construir hidroeléctricas en Neuquén y en San Juan, y
programas hídricos en Santa Cruz, Santiago del Estero y Entre Ríos. Para los chinos trabajo e industrialización,
a los argentinos la deuda.
3.
Conflictos ajenos
“No permitamos que nos traigan
conflictos de afuera”, dijo la Sra.
Presidente en su discurso el 31/1, el mismo día en que iniciaba su viaje
a China, potencia imperialista a la que ella le permitió instalar, una base
militar en Neuquén: un dispositivo estratégico chino en el Cono Sur y el
Atlántico Sur.
La empresa china que construye y
operará esa base es China Satellite Launch and Tracking Control General,
integra el Departamento General de Armamentos del Ejército chino, y la
tecnología que usa sirve para fines civiles y militares, para satélites y para
misiles, además de ser un centro de espionaje de comunicaciones. El gobierno nos mete en un conflicto entre
potencias. Nos prepara un futuro de carne de cañón. La disputa entre imperios,
en nuestro territorio, encierra el peligro de nuestro desgarramiento territorial.
No por casualidad, en ese
discurso del 31/1, después de la referencia a los conflictos ajenos, Cristina Kirchner
dijo: “No permitamos que nos dividan. Vayamos a las elecciones con
tranquilidad”.
La Sra. Presidente esconde sus
relaciones carnales con el imperialismo chino (y en menor grado también con el
ruso). Esconde que se profundizarán con los acuerdos de este viaje, en momentos
en que el imperio norteamericano busca recuperar terreno en América Latina.
Esa disputa entre distintas
potencias para rapiñar el patrimonio argentino es feroz, y lo que está en juego
es el poder en la Argentina.
Partidarios del gobierno y
opositores, que solo le disputan la tajada de la rapiña, ocultan esto. Detrás
de muchas disputas entre el gobierno y ciertos “opositores” y las idas y
venidas de candidatos a “Administradores” de la entrega y la sumisión argentina
está la disputa de imperios que “pastorean” sobre nuestro patrimonio.
La ferocidad de esta disputa se
puso en evidencia con la dudosa muerte del fiscal Nisman. Los EE.UU. acusan del
hecho a “sicarios iraníes con cómplices locales”; los ingleses hablan de “una
célula de espías [de la SI, la ex SIDE] cercanos al gobierno, sin autorización
de Cristina Kirchner”.
Al día siguiente del discurso
presidencial, Morales Solá, columnista de La Nación, afirmó que no habrá
“transición ordenada”, sino “un escandaloso derrumbe” (La Nación, 1/2).
Se aceleran los tiempos. Elisa
Carrió pasó de UNEN a la alianza con Macri (antes lo llamó “mafioso y
delincuente”). El presidente de la UCR, Sanz, trabaja para encolumnar a la
mayor parte del radicalismo en esa alianza. El holding Clarín, vocero de los
grupos de poder enfrentados con el grupo K, sus socios y sus aliados
estratégicos, empuja esos acuerdos que unifiquen a un gran frente anti K.
4.
Piden pan no le dan...
Cristina Kirchner, que le negó a
los jubilados un bono de fin de año para las fiestas, anunció ahora el aumento
que se cobrará en abril: la jubilación mínima pasa de $3.231 a $3.821. El
gobierno dice que esa cifra es el 81% del salario mínimo. Claro, del salario
mínimo K, de hambre, de $4.716.
Ningún
funcionario cobra ese sueldo.
El gobierno profundizó la
dependencia y la concentración de la tierra que perjudica y expulsa a los
productores del campo.
Ahora, el derrumbe del precio internacional de
los granos, el petróleo y otras materias primas, golpea duro a la economía
nacional, y agrava el déficit de las provincias, atadas, además, a las deudas
“refinanciadas” del gobierno K. El gobierno recurre al saqueo de la Anses y el
Banco Central.
Quienes se enriquecieron en estos
años quieren que la crisis la paguen los trabajadores y los jubilados con
salarios devaluados o los pequeños y medianos productores agrarios con precios
de producción a pérdida. Como consecuencia también lo sufrirán la PYMES
vinculadas al mercado interno, los comerciantes de la ciudad y el campo, los
profesionales, etc.
Y todos sufrirán un sistema de
salud y educación abandonados “para ahorrar costos”, ahorro que será destinado
al enriquecimiento de unos pocos y a la rapiña de los imperios.
Cuando se habla de disminuir los
subsidios se oculta que la mayor parte de ellos no va a justos gastos sociales
sino a los “amigos”. Así surgen fortunas de la noche a la mañana. Los que le
disputan a los candidatos del gobierno el papel de mayordomos de la entrega
nacional, nada dicen, ya que aspiran a ser ellos los destinatarios de esos
subsidios en un futuro próximo.
Todos coinciden en succionar la
sangre de la Patria. El ajuste que pregonan es el derecho a ser las nuevas sanguijuelas.
La disputa es feroz entre los
depredadores de la Patria. Hasta a los crímenes llegan.
No es nada nuevo. Pero sí, cada
vez más evidente.
Es hora de pensar nuevos caminos.
Nuevas huellas argentinas patrióticas y democráticas.
Para
dejar de ser presas fáciles de tanto depredador.
Para
dejar de ser depredados.