Sobre el Mal de Chagas, la “Década ganada”, la Medicina Social y la Defensa Nacional.
Horacio Micucci
De los diarios: La Argentina es el país con más infectados por el parásito del Chagas
(Buenos Aires. La Nación. 06-05-15).- Si quedaban dudas del protagonismo que el mal de
Chagas tiene en el escenario epidemiológico local, un reciente boletín de la
Organización Mundial de la Salud (http://www.who.int/wer) las despeja: según
este trabajo, la Argentina ocuparía el primer puesto en América por el número de
infectados con el Trypanosoma cruzi, el parásito que causa la enfermedad.
Con 1.505.235 personas afectadas, precedería a Brasil y a México, dos
países con poblaciones considerablemente mayores, pero que tienen 1.156.821 y
876.458, respectivamente. Los seguiría Bolivia (el país con más alta
prevalencia del mundo), con 607.186, y Colombia, con el 45,7% de las personas
infectadas de la zona andina.
Estos registros de la OMS
suscitan muchos cuestionamientos porque suelen estar bastante carentes de
evidencia que los apoye, no sólo en la Argentina, sino en todos los países -dice el doctor Ricardo Gürtler, investigador del
Conicet y director del Laboratorio de Eco-Epidemiología de Exactas-UBA-. Es un problema
general. Pero en nuestro caso se puede pensar que están anclados en números
históricamente sólidos, porque entre 1981 y 1993, cuando se examinó a 1.900.000
conscriptos para detectar a los infectados, se calculó que podría haber unos
2.400.000.
Para Gürtler, estas cifras son un toque de atención que merece un análisis
detallado. Es más, según su visión, en realidad se trataría de una subestimación y
los afectados por el parásito serían aún más.
“Me puse a analizar este estudio porque el número de chagásicos que
aparecen en estas estadísticas está bajando demasiado precipitadamente” -afirma el científico-. Tanto, que parece que se
están yendo a otro planeta. No hay nada que justifique los números de la OMS.
Para mí, falta detección.
Transmitido por la vinchuca, el mal de Chagas es una parasitosis hoy
difundida en todo el mundo: hay casos registrados en los Estados Unidos, en
Europa y hasta en Canadá. En la Argentina se extiende desde Jujuy a Tierra del
Fuego.
“Es una enfermedad que hasta
hace poco estaba confinada en el continente americano y ahora no tiene fronteras” -subraya la doctora Carolina Batista, directora
médica de la Iniciativa de Drogas para Enfermedades Olvidadas (DNDi, por sus
siglas en inglés), que estuvo en el país para coordinar acciones con sus socios
locales-. Hay Chagas en Japón, en Australia, en Italia, en Suiza... No sólo por
las personas migrantes, sino que también se producen casos autóctonos. Hay
vinchucas en toda la región de Texas, Arizona, Nueva Orleáns. Por ejemplo, en
la catástrofe del Katrina, la vinchuca, que tenía un comportamiento silvestre y
se alimentaba prioritariamente de animales, empezó a colonizar casas y
comenzaron a aparecer casos.
Sin embargo, su detección es complicada. La infección tiene una etapa
aguda, frecuentemente asintomática o difícil de diagnosticar porque presenta síntomas
poco específicos, desde fiebre, malestar, aumento de los ganglios, el bazo y el
hígado hasta miocarditis o meningoencefalitis. Este cuadro cede espontáneamente
en cuatro a seis semanas, pero sin tratamiento un tercio de los pacientes
desarrolla problemas cardíacos graves.
Según explica la Dra. Batista, sólo en Brasil, el Chagas deja más de
1300 millones de dólares de pérdidas anuales por incapacidad laboral y muerte
repentina en personas aparentemente sanas. En el país, estas cifras representan
alrededor de 1800 millones de dólares anuales en costos para la salud pública y
una pérdida anual de productividad de 1500 millones de dólares.
Para Silvia Gold, doctora en bioquímica de la UBA y directora de la
Fundación Mundo Sano, que junto con el Ministerio de Salud de la Nación impulsó
la producción local del benznidazol, el principal medicamento contra el Chagas,
si bien el problema persiste, hay motivos para dar un mensaje positivo.
“Los números que se
comunican tienen muy poco respaldo -explica-. Se manejan
«millones» con una ligereza tremenda y sin ninguna certeza. Hoy, la Argentina
está a la cabeza en número de pacientes tratados. Está lejos de lo ideal, pero
se hicieron bien los deberes, hay medicación y hay prueba diagnóstica, que es
un análisis de sangre.
El tratamiento contra el Trypanosoma cruzi es gratuito y dura 60 días.
Según datos del Ministerio de Salud, el mayor conocimiento sobre la enfermedad
llevó a una demanda creciente por parte de los médicos y la población. Mientras
en 2011 la cartera sanitaria nacional entregó 3206 frascos de benznidazol, en
2013 el número ascendió a 8761, un aumento de 173%, afirma una comunicación
oficial.
“Es cierto que aumentó el
número de personas tratadas” -coincide
Gürtler-. “Lo
que nadie sabe es cuál es la proporción de no tratados y no detectados. Para
que el tratamiento llegue al millón y medio de chagásicos que podría haber hay
que movilizar el sistema de salud pública.”
Gold, por su parte, invita a ver la luz al final del túnel: “Ya superamos
varias barreras. Sabemos que hay que tratar a todos los infectados para evitar
la progresión de la enfermedad. Disponemos del medicamento. Ésta es una
enfermedad que tienen que identificar los médicos de atención primaria. Hay que
pensar en el Chagas, y no sólo en las áreas rurales, sino también en los
centros urbanos.”
Fuente: La Nación
Nota de HM: Como se ve la Doctora Silvia Gold tiene una visión optimista de esta
gravísima situación. Nos parece interesante agregar alguna información propia
al respecto. La Doctora Silvia Gold aparece aquí como directora de la Fundación
Mundo Sano que habría impulsado junto con el Ministerio de Salud la fabricación
en Argentina del medicamento para Chagas.
Queremos hacer un
agregado:
La Dra. Silvia Gold,
junto con su esposo el Psiquiatra Hugo Sigman, son las caras visibles del Grupo
Chemo. Este Grupo económico, que es presentado como nacional y que es uno de
los mimados del gobierno actual, tiene la siguiente composición:
En el Blog personal de Hugo Sigman se dice
que es socio del Grupo CHEMO que se dedica a la fabricación y comercialización
de productos farmacéuticos y veterinarios, tanto de materias primas como
productos intermedios.
CHEMO es una compañía basada en Madrid,
con plantas químicas para la fabricación de principios activos en España,
Italia y China; fabricación de productos farmacéuticos en España, Francia,
Portugal, Suiza, Polonia, Rusia, Tailandia, India, Vietnam y China, entre otros.
Además, se informa en dicho blog, que
Sigman posee una participación accionaria (junto a Luis Alberto Gold y la familia Sielecki )
en el laboratorio ELEA.
En la
página web de CHEMO se informa que Romikin es su oficina comercial en Argentina. También se comunica que
los negocios de CHEMO (controladora de ELEA) tienen base en Barcelona y posee industrias
químicas de principios activos (droga base) en Italia (Industriale Chimica), en España (Química Sintética) y hasta en China
(Gold Pharma). También fabrica productos terminados en España (Liconsa y León
Farma)
Hace unos años el diario Crítica publicó que “...La
multinacional (CHEMO) nació en Argentina en 1940 con la fundación de los
Laboratorios Sintyal, propiedad de la familia Gold , que puso un pie en España en 1977
cuando el matrimonio de la bioquímica Silvia Gold y el psiquiatra Hugo
Sigman abrió una oficina comercial en Barcelona.”...” A partir de 2006,
CHEMO inició un nuevo proceso de internacionalización con el nacimiento de Gold
Pharma (China) y comprando participaciones en las compañías Nexchem de China y
Nosch de India.”.
Información similar figura en la página oficial, en INTERNET, de Hugo Sigman.
En la página web de CHEMO se informa que
tiene una alianza estratégica con Bagó en la empresa de productos veterinarios
BIOGÉNESIS.
BIOGÉNESIS es propiedad de Luis Alberto Gold, Diego Alberto Zito, Alejandro Marcelo Zito, Paula
Marcela Zito y los hermanos Juan Carlos y Sebastián Bagó, según se informa en
la página de Hugo Sigman.
Como dato adicional, la página de Hugo
Sigman agrega que es dueño de la Editorial Capital
Intelectual que edita Le Monde Diplomatic para Latinoamérica
y numerosos libros de divulgación científica y, junto con Oscar Kramer , de la
productora cinematográfica (en Argentina y en el exterior) K&S Films
(productora de la película “Iluminados por el fuego”, “Relatos Salvajes”, etc.).
Tal vez el Estado debiera aportar datos
más precisos sobre algo tan básico: ¿Cuántos Chagásicos tiene Argentina?.
A la luz del texto periodístico queda
claro que nuestra información actual es la extrapolación a hombres y mujeres de
los datos obtenidos sobre hombres a incorporar hasta la última conscripción de
1993.
No sólo son discutibles los datos del
INDEC.
Hay una carencia estadística en todos los
planos. Esa carencia permite “embellecer” u “ocultar” una realidad dura. Y ese
ocultamiento es la base de muchos “relatos”.
Nos preocupa la posibilidad de que se haya
encontrado un nicho de negocios en la fabricación de medicación para el Chagas.
Esa fabricación la debiera hace el Estado en número suficiente para atender
gratuitamente a los chagásicos, cuyo número parece ser mucho mayor (según la
OMS) que los que nos dice que existe el Estado y la Dra. Silvia Gold.
Pero algo muy importante, que ya había
hecho notar Salvador Mazza, es que no sólo se trata de curar sino de eliminar
las condiciones de vivienda que posibilitan la supervivencia del Vector
transmisor: La Vinchuca. Y eso significa cambiar las condiciones indignas de
vida que sufren muchos habitantes de nuestro país, y que desmienten aquello de
“la década ganada”...
Entre otras, las que sufren los pueblos
originarios que acampan en la Avenida de Mayo de Buenos Aires, esperando,
infructuosamente, que la Sra. Presidente los escuche.
No hemos visto por allí a la Dra. Silvia
Gold de la Fundación Mundo Sano... y del Grupo CHEMO.
Tal vez eso le hiciera cambiar su visión
optimista del tema.
Salvador Mazza conoció en 1918, en Alemania, a Carlos
Ribeiro Justiniano das Chagas descubridor de la enfermedad que lleva su nombre.
Mazza había quedado deslumbrado unos años antes por las descripciones que había
realizado Chagas sobre la enfermedad.
Las investigaciones del Dr. Chagas (como en el caso de
Mazza) habían sido motivo de descrédito por sus pares, y fueron precisamente
los aportes de Salvador Mazza los que completaron y confirmaron los estudios
iniciados por el Dr. Chagas.
"Hablar de esta
enfermedad es tener a los gobiernos en contra", le advirtió el especialista brasileño a Mazza, y confesó a
su par argentino:
“Hay un designio nefasto
en el estudio de la tripanosomiasis. Cada trabajo, cada estudio, apunta un dedo
hacia una población malnutrida que vive en malas condiciones; apunta hacia un
problema económico y social, que a los gobernantes les produce tremenda
desazón, pues es testimonio de incapacidad para resolver un problema tremendo.
Pienso que a veces más vale ocuparse de infusorios o de los batracios que no
despiertan alarmas a nadie..”
Un dato más: En 1942 Salvador Mazza se contactó con el escocés Alexander Fleming
con el objeto de organizar la producción de penicilina en Argentina y un año
después obtuvo junto a su equipo la primera producción argentina de tal
antibiótico. Sin embargo el gobierno de entonces ignoró los descubrimientos y
esfuerzos de Salvador Mazza y le retaceó de un modo casi absoluto todo apoyo
económico, pese a que la producción extranjera de penicilina tampoco estaba
disponible ya que casi en su totalidad se utilizaba para atender las
necesidades en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.
De lo que resulta que la Defensa
Nacional Integral e Integrada implica también una visión del problema social y
de la producción industrial nacional.
La ex Ministra Garré dijo que sólo
teníamos balas para combatir un par de horas.
Le faltó decir que no se puede
combatir con seres humanos enfermos, mal nutridos y sin autonomía en fabricación
de medicamentos...
Horacio Micucci
03-07-2015