POLÍTICA
INVERTEBRADA DE GENUFLEXIÓN...
Por
Horacio Micucci
Tras la reunión que
mantuvo la canciller, Susana Malcorra, con el ministro de Estado para Europa y
las Américas británico, Alan Duncan, ambos diplomáticos manifestaron los
acuerdos alcanzados a través de un comunicado conjunto. En el texto, los
funcionarios de ambos países "en un espíritu positivo, acordaron
establecer un diálogo para mejorar la cooperación en todos los asuntos del
Atlántico Sur de interés recíproco". Al respecto, Malcorra y Duncan se
comprometieron a "adoptar las
medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos".
Comunicado Oficial. 2016
El presidente Mauricio
Macri se reunió ayer con el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, y
acordaron relanzar la relación bilateral, profundizar el diálogo sobre
"todos los temas", incluido el conflicto de la soberanía sobre las
islas Malvinas, aunque quedará "debajo de un paraguas" para que no
contamine el resto de los asuntos de interés mutuo...."fue una buena
reunión constructiva, hay vocación de comenzar
una relación con la cual se pongan todos los temas sobre la mesa, debajo de un
paraguas, ¿no?". Con esa figura, evocó la política del
"paraguas" que aplicó el gobierno de Carlos Menem en la relación con
Gran Bretaña.
La Nación. Enero de 2016.
Después de la reunión del Presidente Macri con el primer ministro de Gran
Bretaña, David Cameron, en Davos.
Paraguas de Soberanía: historia del
fracaso argentino y del éxito inglés...
Debe decirse,
con justicia, que Macri tiene antecesores en su política de hacer, en Malvinas,
lo que los británicos quieren. En efecto, como resultado de la Segunda Reunión
de Negociaciones en Nueva York (del 13 al 15 de diciembre de 1977, en plena dictadura) la delegación
argentina y la británica “convinieron en establecer dos grupos de trabajo
paralelos, de carácter oficial, para los temas de las relaciones políticas,
incluyendo la soberanía, y de la cooperación económica”. Con lo
cual los ingleses incluyeron el tema económico, siendo la inserción del tema
soberanía una excusa para lograr la preponderancia de aquél. Además, la
delegación argentina del Proceso aceptó
que la representación británica incorporara a los pobladores de las islas en la
siguiente reunión. Es de destacar que por las razones antedichas (el no
reconocimiento de la población isleña como una población autóctona) la
Argentina siempre había rechazado esta posibilidad.
Por lo tanto en el
año 1977, se formaron dos grupos de discusión, uno sobre la soberanía y otro
sobre el destino económico de las Malvinas.
¿A cuál hicieron
progresar los ingleses? Al económico.
¿Y qué dijeron y
dicen del político (restitución de Malvinas)? Que va a quedar bajo el paraguas
de soberanía.
Luego Menem usó la
palabra “paraguas de soberanía”
(umbrella). Pero no la inventó. Lo había usado anteriormente un miembro del
gobierno inglés. Dijo que toda la negociación económica quedaba bajo el
paraguas de la soberanía. Es más, Menem dijo “umbrella”, ¡la palabra
paraguas en inglés!.
Hacia el año
’75, viajó a la región de Malvinas la “misión Shackleton”, enviada por los
ingleses. Esta misión investigó la riqueza económica de la zona y su conclusión
fue que había riquezas muy grandes en petróleo y pesca, cuya explotación no se
podía llevar a cabo sin la colaboración argentina. Es obvio, por ejemplo, que
ninguna empresa petrolera va a ir a explorar el petróleo en la región si sabe
que hay hostigamiento en el lugar.
Dice
textualmente el Informe de esa expedición:
“Como
sucede con la pesca de altura, en toda formulación de una política de
desarrollo petrolero deberá tenerse presente que esta actividad tendrá lugar en
un ámbito altamente politizado, particularmente porque el área de mayor interés
se encuentra en alta mar (...). Ya se advirtió que una política unilateral de
otorgar licencias de exploración por parte del gobierno de las islas Falkland
[Malvinas] tendría muy poca acogida entre las compañías petroleras, no sólo por
los riesgos políticos involucrados sino también, por el alto costo que
demandaría una operación de esa naturaleza si no se contase con la cooperación
de la Argentina. Sería suficiente con destacar las importantes inversiones de
seguridad que habría que realizar para llevar adelante un programa de
desarrollo por vía unilateral (si la Argentina se opusiera), en momentos en que
la industria petrolera que trabaja en el Mar de Norte arguye que las medidas de
defensa empleadas son insuficientes”.
La posibilidad de
la cooperación económica en Malvinas sólo sirve a los ingleses, porque tiene
como objetivo dar viabilidad económica a un Estado pseudo - independiente o a
una colonia sustentable, y ese es el interés de ellos. Todo lo que nosotros
hicimos, como mandarle a Aerolíneas Argentinas, el correo, etc., no sirven para
recuperar las Malvinas. En el `71 se llegó al acuerdo por el que habría una
tarjeta blanca con la cual los kelpers iban a venir a la Argentina y nosotros
íbamos a ir a las Malvinas con sólo pasar por la Embajada. Cuando ocurrieron
los hechos de Georgias, los chatarreros que fueron a hacer el desguace de ese
lugar que habían comprado, iban con la tarjeta blanca de la Embajada Inglesa.
Inglaterra dijo que tenían que pasar por el Comando y después les mandó un
buque de guerra. Así que cuando hubo que usar esa tarjeta, no sirvió.
El Presidente Macri en la ONU
En su discurso en
la ONU del 20 de setiembre de 2016 el Presidente Macri dijo:
"Hemos dado muestras de interés en
avanzar en nuestra relación bilateral, que puede y debe ser mutuamente
beneficiosa. Por eso confiamos, también, que será posible activar una solución
definitiva a este prolongado
diferendo".
El Presidente
Macri debiera saber que no se trata de un prolongado diferendo. Se trata de la
ocupación colonial de una parte de nuestro territorio. La palabra diferendo
podría ser aplicable a un conflicto de límites con un país vecino. Este no es
el caso.
En la Resolución No
1514 del año 1960 la Asamblea General de las Naciones Unidas, estableció las
bases para orientar el proceso de descolonización en el mundo, y se incluyó la
situación de las Islas Malvinas. Es decir, la lucha por nuestra soberanía en
Malvinas es parte de la lucha contra el
crimen del colonialismo. Crimen de lesa humanidad.
Esa Resolución
estableció la necesidad de eliminar las situaciones coloniales, los derechos de
todos los pueblos a la libre determinación, el mantenimiento de la unidad
nacional y la integridad territorial de los países y por ella se pidió a los
países que tenían colonias que dijeran cuáles eran las que estaban en
condiciones de ajustarse a ella. Los británicos mismos se hicieron responsables
de cuarenta y tres casos de colonialismo y entre ellos incluyeron a las
Malvinas. Fueron los mismos británicos quienes introdujeron a Malvinas en la
Resolución, aceptando la situación colonial de la que eran responsables.
Para entender esto
se debe tener en cuenta que entre los años 1950 y 1960 habían irrumpido en la
ONU los países del mundo recientemente independizados como resultado de una
enorme lucha anticolonialista de sus pueblos. Inglaterra tenía que ajustarse,
en sus colonias, a esta nueva situación en el orden mundial. Para eso empezó a
trabajar el plan de la autodeterminación de las mismas, como una forma de que
algo cambie para que no cambie nada. De allí el intento de los ingleses de
fabricar un “Estado asociado” a la Comunidad Británica; un Estado supuestamente
“independiente” que enmascare la situación de colonia. Pero la población
británica en Malvinas no es un pueblo originario sino una población insertada,
trasplantada: los kelpers son instrumento de la usurpación y, como la propia
organización de las Naciones Unidas sostiene, no les asiste el derecho a la
autodeterminación. Además son minoritarios como lo demuestran los censos
ingleses. Sólo son la cobertura de la Base Inglesa de ocupación, clave en el
control estratégico del Atlántico Sur y la confluencia Atlántico- Pacifico y
Atlántico-Indico. Su opinión sobre si quieren ser independientes o ingleses,
como la del reciente supuesto referendum inglés, carece de todo valor.
En 1965 la
Resolución No 2065 de la ONU insta a las dos partes, el Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Argentina, a negociar. No menciona
a los kelpers. Reconoce que hay sólo dos partes.
En 1967 (tratando
de manipular la Resolución No 1514 de 1960) y como muestra de
lo descripto, los ingleses intentaron hacer en Gibraltar un referéndum para que
la población de esa colonia dijera si quería seguir siendo británica o
declararse independiente. Este intento fue bloqueado en la ONU, y los españoles
se opusieron firmemente.
La ONU rechazó el
acto inglés en Gibraltar por considerar que la población del Peñón no era
originaria del lugar. Es decir quedaron delineadas dos situaciones:
a) La de los
países sometidos a la situación de colonias con derecho a la autodeterminación,
y
b) La de los
países a los cuales se les cercenó una parte de su territorio, y se lo
convirtió en colonia, caso en el cual lo preponderante es la restitución de la
integridad nacional.
Esta resolución es
muy importante porque la similitud del caso Gibraltar con el de las Malvinas es
clara. La ocupación colonial de Malvinas es un caso paradigmático del segundo
caso: un país (Argentina) al que se le cercenó una parte de su territorio por
medio de una ocupación colonial. Este cercenamiento sólo puede resolverse por
la restitución de la integridad territorial argentina, devolviendo los
territorios ocupados. La independencia kelper y su constitución en Estado
Asociado a la Comunidad Británica de la Naciones, no es justicia. Es mantener
el cercenamiento territorial, bajo otras formas.
Lo importante de
la Resolución No 2065 de la ONU mencionada es que dice “respetando los intereses de los habitantes
de las Malvinas”. Dice intereses, lo que significa que hay que respetar su
situación económica, pero no su voluntad de soberanía para que se puedan
constituir en Estado Independiente Asociado a la Comunidad Británica de las
Naciones.
Pero ¿cómo interpretan
los británicos la palabra intereses? Los intereses, dicen, son materiales y
morales, entre los morales están los deseos, entre los deseos la decisión de si
van a ser independientes o no. Entonces, introducen a los kelpers en la
discusión, en pie de igualdad con la Argentina como tercera parte.
Estos son
importantes antecedentes favorables a Argentina. El Presidente no debiera
retroceder de lo logrado en la ONU. ¿Cómo encaja la idea de Macri-Malcorra de "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos
que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas
Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos".? ¿Es hacer
sustentable a la colonia?.
En el programa
radial de Radio Mitre, del día 20 de setiembre, el periodista Longobardi dijo
que estaba cansado de escuchar hablar cosas viejas como estas dos resoluciones.
El Presidente no debiera tener esta ignorancia y menos en un estrado como en el
que habló.
Preguntas...
¿Desconoce el
Presidente Macri que la ocupación de Malvinas e islas del Atlántico Sur es una
muestra de colonialismo y no un diferendo de límites?
¿Desconoce el
Presidente Macri que la Resolución 1514/60 así lo establece, con reconocimiento
inglés?
¿Desconoce el
Presidente Macri que Inglaterra no es un país “ribereño”?
¿No advierten el
Presidente Macri y la Ministra Malcorra que es un despropósito la propuesta de "adoptar las medidas apropiadas para
remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el
desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca,
navegación e hidrocarburos"?
¿No advierten
que esa frase significa que Argentina contribuye a hacer sustentable la
ocupación colonial y a la vez sienta un precedente contra las Resoluciones 1514
y 2065?
¿No advierte
el Presidente Macri que los viajes desde y hacia el continente y “terceros países” son una necesidad
inglesa (sobre todo de “terceros países”
para su abastecimiento a menor costo)?.
¿Desconoce el
Presidente Macri el total fracaso de la política del Paraguas de Soberanía aplicada por la dictadura hasta 1982 y
repetida por el Presidente Menem en los 90?.
¿No se da
cuenta el Presidente Macri que asociarnos a los ingleses para explotar nuestras
riquezas petroleras, pesqueras y otras, es como asociarse al ladrón para robar
nuestra casa?.
¿No advierten
el Presidente Macri y la Ministra Malcorra que los obstáculos que removerán son
los que molestan a la ocupación colonial inglesa?.
¿No advierte
el Presidente Macri que asociarnos con los ingleses para explotar nuestro
territorio ocupado viola leyes aprobadas que sancionan a las empresas que así
lo hagan? ¿El Presidente Macri, que se llena la boca de institucionalidad y
respeto a las leyes, no advierte que contradice legislación argentina?.
Asistimos a
una tragedia. Es como el que, atacado por un león, cree que lo calmará si se deja comer un brazo.
La Inglaterra posterior al Brexit
Winston
Churchill dijo alguna vez que, si Inglaterra debiera elegir entre Europa y el
mar, elegirá siempre el mar. Así lo ha hecho. Pero esa elección del mar incluye
nuestro mar y nuestras islas. Por razones históricamente estratégicas no las
entregará sin que le duela. La posición del Gobierno argentino tiende a
facilitarle las cosas y no a complicárselas.
El Presidente
Macri no entiende que el mundo actual es de disputa entre las potencias y no de
“razonabilidad”. No entiende que su política nos mete en la disputa inter
imperial y que no podrá conformar a Ingleses en el Atlántico Sur, a China y sus
bases en Argentina continental, a Rusia y su alianza para avanzar sobre nuestra
Antártida. Todo a la vez.
Como el hombre
atacado por varios leones entregará primero sus brazos, luego sus piernas y al
final será devorado entero.
Otra política es posible
El Almirante
Carlos Busser, en su libro “Malvinas, conflicto vigente” sostiene una
posición que puede ser la base de una diplomacia distinta al respecto.
“Pero
también está claro que la priorización de los recursos diplomáticos no
significa una renuncia a las presiones que se puedan aplicar al adversario cada
vez que sea posible. En la política internacional cada país juega sus
fortalezas y debilidades de toda índole, enfrentándolas a las debilidades y
fortalezas de su oponente. Y logra su objetivo aquel que actúa con una mayor
determinación nacional. Todo se reduce, en última instancia, a una lucha de
voluntades nacionales. Y esa voluntad nacional descansa en la fortaleza de las
convicciones y los sentimientos de la población de cada estado.”
Es decir, es
posible una diplomacia que obstruya y no facilite los negocios ingleses como
presión por su ocupación colonial, en nuestra debilidad de defensa actual. Sin
embargo se hace lo contrario.
Se nos podrá decir
que necesitamos inversiones. Recordamos lo que decía el Dr. Adolfo Silenzi de
Stagni, insigne continuador de la línea de los Generales Mosconi y Baldrich:
Ante las
propuestas de quienes sostenían que era preciso “achicar
el Estado, desregular y abrir la economía para que ingresen las inversiones
extranjeras y los empréstitos de los organismos financieros internacionales”
transcribía en su libro “Claves para una política petrolera nacional”,
de 1983, su intervención en la Sexta Conferencia Nacional de Abogados en 1959:
“¿Cómo
se capitaliza un país?. (...) La explotación del petróleo puede ser uno de los
caminos más rápidos para capitalizar el país, por cuanto es la actividad de
mayor lucratividad que se conoce en el mundo. ¿Pero que ha ocurrido? En lugar
de extraerlo por cuenta nuestra a través de YPF, entregamos a empresas extranjeras
las mejores áreas localizadas y cubicadas por esta repartición oficial,
firmando contratos leoninos y sin precedentes en el extranjero.”
Y agregaba:
“El proceso de
acumulación de capital no puede provenir de la `ayuda´ externa, el capital se
forma en casa”
Referido al papel
del capital extranjero decía:
“La
experiencia demuestra que el capital extranjero genera en el mediano y largo
plazo un flujo mayor de salida de divisas del que realmente ingresa. En otros
términos el efecto de las inversiones directas de las transnacionales es el de
la transferencia neta de recursos hacia el país de origen de esos capitales y,
por tanto, el de una descapitalización incesante de los países
subdesarrollados.”
Agregamos: El
capital y las inversiones están en el dinero de la corrupción y el narcotráfico
que deben ser expropiados, en el petróleo extranjerizado, en los monopolios
petroleros subsidiados, en el pago de la deuda ilegítima fraudulenta, usuraria
y odiosa, en el juego y la renta financiera que no pagan impuestos, en los
bolsillos de quienes se enriquecieron en estos años, en la Megaminería
contaminante, etc., etc.
Camino de riesgo para la Nación
Aquellos que crean
que esto es parte de un camino sensato que libere a Argentina del peligro de guerras
y ocupaciones se verán desilusionados.
El Presidente
Macri no cuestiona la base china en el continente, de origen K, ni cuestiona el aeropuerto otorgado por el kirchnerismo al ciudadano inglés Lewis (amigo de
Macri), del tamaño del Jorge Newbery, en el paralelo 48, que puede permitir el
desembarco inglés en dos horas y la partición de Argentina Continental en dos.
Tampoco cuestiona la presencia norteamericana en la Triple Frontera ni su flota
en el Atlántico Sur. Ni los Tratados de Londres y Madrid. Ni las relaciones
estratégicas con Rusia y las acciones antárticas conjuntas con ese país (si es
que se hacen en este contexto, ya que hay múltiples informaciones que indican
el abandono estratégico de nuestro extremo sur)
En un mundo con
factores de guerra en crecimiento, se coloca a Argentina en el tablero de la
disputa entre las potencias.
Argentina, con
esta política, se dirige en un plazo de tiempo, al peligro de la balcanización
y la disputa de ejércitos extranjeros en su territorio.
Unido lo anterior
a la guerra entre sus monopolios y sus mafias (narcotráfico y trata de
personas) dirigidas desde el interior de este Estado de la dependencia y la
sumisión nacional, cuyos políticos y funcionarios son parte de intereses de
potencias extranjeras, sus monopolios y sus aliados internos, nativos pero no
nacionales, en disputa por la rapiña del patrimonio nacional.
El Presidente
Macri quiere dar al mundo la imagen de un mandatario ingenuo, sumiso, confiado,
razonable y abierto a todas las propuestas de inversiones extranjeras para
explotar nuestras riquezas, capaz de conceder todo lo que se le pida, sin
principio alguno. Es el camino de un país primarizado (no desarrollado) con
endeudamiento creciente que, tarde o temprano, llevará a nuevas crisis. Pero
las potencias no son ni ingenuas, ni confiadas, ni razonables. Rapiñarán todo
lo que puedan mientras disputan entre sí por el tamaño de la tajada que
extraigan de la Nación.
Camino trillado.
El pueblo
argentino lo pagará con ajustes, desempleo, condiciones de vida indignas sin
trabajo, sin educación o sin el derecho a la salud. La Nación lo pagará con
nuevos recortes a su soberanía.