REFORMA AGRARIA Y DEFENSA
NACIONAL
La tierra para el que la trabaja, un tema
vital para la Defensa Nacional
Por
Horacio Micucci
Para los
chinos, los ingleses, los estadounidenses, aprovisionarse de fuentes de
alimentos es un tema de importancia en su seguridad nacional. Por lo tanto, el
dominio de tierras en producción no es sólo una cuestión de negocios. Es un tema
de seguridad nacional para esas potencias.
Es que
el reparto definitivo de la Tierra obliga a las potencias imperialistas, al
proceder a un nuevo reparto, a tender la mano hacia toda clase de territorios.
El imperialismo genera inevitablemente la rivalidad de varias grandes potencias
en la aspiración a la hegemonía, esto es, a apoderarse de territorios no sólo
directamente para sí, sino también para el debilitamiento del adversario y el
quebrantamiento de su hegemonía. Ninguna potencia deja de tener en cuenta el
aprovisionamiento seguro de alimentos o de energía para sus ejércitos, porque
tiene claro que, al final, la disputa será militar.
Se
equivoca Macri. El mundo no está constituido por países iguales y razonables,
“globalizados”, ("países serios", al decir de Carrió). Es un mundo de países
opresores y oprimidos (como el nuestro). Con el agregado de que se acentúan los
factores de disputa, entre las potencias, en todos los terrenos, incluso el
militar.
En ese
marco, es ilógico e irracional, sorprendente, escuchar decir que Argentina no
tiene hipótesis de conflicto (o de amenazas, como se dice ahora). No hay Fuerzas
Armadas para un proyecto de Argentina Independiente de toda dominación
extranjera. Simplemente porque la política vigente es la de la entrega del
patrimonio nacional y no el de una Argentina independiente. La Fuerzas Armadas
no se constituyen en general. Se constituyen con un objetivo y de él dependen
sus características organizacionales.
Argentina, como país dependiente, es objeto de
extranjerización de sus tierras.
Mas de
la mitad de sus tierras cultivables han sido extranjerizadas. Y, también, sufre
la rapiña de sus riquezas y de territorios de importancia estratégica y militar
(además de económica) como es el caso de nuestras Malvinas, islas del Atlántico
Sur y mares aledaños.
El
Italiano Benetton es el mayor terrateniente de Argentina con 950.000 hectáreas
declaradas. El Ingles Lewis es otro terrateniente, con el agravante de que, en
el paralelo 48, sobre la costa atlántica, tiene un aeropuerto del tamaño del
Jorge Newbery de Ciudad de Buenos Aires. Y, valga la redundancia, con el
agravante de que aviones de guerra de la base inglesa que usurpa y coloniza
nuestras Malvinas pueden, en dos horas, aterrizar en ese aeropuerto y partir en
dos a la Argentina continental.
Lejos de
preocuparse, el presidente Macri veranea en las estancias del inglés Lewis. Es
su amigo...
Le
preocupan más los Mapuches que esta grave situación. Coherentemente con ello,
mientras ocurría el desastre del ARA SAN JUAN, el Ministro Aguad estaba en
Canadá, negociando un acuerdo de cooperación militar con Gran Bretaña, el
usurpador de nuestras islas y mares atlánticos.
Nuestros
gobiernos tienen una política de Defensa Nacional: es una política de
indefensión.
Una
verdadera política de defensa nacional es mucho más que balas y cañones. Es,
además, Industria para la defensa (y desarrollo industrial estratégico) y no su
desguace. Es desarrollo naviero (contradictorio con el abandono del Astillero de
Río Santiago), es desarrollo de la energía atómica, es desarrollo de ciencia y
técnica (y no destrucción del INTI), es desarrollo aeronáutico, es a volver a la concepción del General Mosconi en YPF y el petróleo, etc...
Es
también asegurarse provisión de medicamentos (no extranjerización e importación
de los mismos), con el desarrollo de un polo estatal de fabricación, siguiendo
el camino de la EMESTA (Empresa de Medicamentos del Estado) de Ramón Carrillo,
Ministro de Salud en los primeros gobiernos del General Perón.
Y, por
fin, es tener provisión segura de alimentos para el pueblo y para sus fuerzas de
combate.
Es el
concepto de Defensa Nacional Integral e Integrada, basada en un pueblo capaz de
defenderse y con los elementos materiales para ello.
Desde
esta última visión, tener un tercio de la población en pobreza es un tema que
atenta contra una Defensa Nacional con mayúsculas. Y tener latifundios de la
magnitud de los nombrados más arriba atenta, también, contra la defensa
nacional. La propuesta de la Federación Agraria Argentina de crear un millón de
chacras de campesinos propietarios es, en consecuencia, un tema de Defensa
Nacional, para nuestro país. Sólo así se conseguirá poblar el territorio con
quienes defenderán esa tierra contra toda agresión extranjera. Si para Juan
Bautista Alberdi "gobernar es poblar", vale por extensión que defender el
territorio es poblarlo de verdaderos productores que lo habiten y produzcan en
él. Campesinos que accedan a la tierra como propietarios y no terratenientes que
se quedan con la renta de tierra que no trabajan y que viven en lujosas
mansiones, lejos de la producción.
Patria
proviene de patrimonio, suele decir el Dr. Julio C. González.
En
efecto, Patria es nuestro patrimonio en el sentido más amplio. Nación abarca
constituir una comunidad estable de seres humanos formada históricamente,
surgida sobre la base de la comunidad de lengua, territorio, vida económica y
carácter psíquico, que se manifiesta en una comunidad de cultura. Defenderán su
Patria ante toda agresión extrajera esos campesinos que hayan hecho realidad la
consigna "la tierra para el
que la trabaja". Campesinos que digan "esta es mi tierra, esta es mi casa, esta es mi Patria. Doy la
vida por ella.".
China y
otras potencias avanzan copando territorios fértiles.
Argentina ya está en el blanco de esas ambiciones.
“En un mundo poblado por casi 8000
millones de personas -cifra que no para de aumentar- las tierras agrícolas se
transformaron en una prioridad estratégica. Inversores chinos e indios, e
incluso fondos de inversión estadounidenses, compran donde pueden cada vez más
hectáreas cultivables.”
“En la Argentina, Brasil, Ucrania,
Francia, Australia o Nueva Zelanda, los chinos en particular -que tienen que
asegurar la alimentación de casi 1400 millones de personas- adquieren todo lo
que encuentran al alcance de la mano.”
“Los empresarios chinos cultivan en la
actualidad diez millones de hectáreas de tierra fuera de sus fronteras, según
Land Matrix, una organización que controla las adquisiciones de magnitud de
tierras extranjeras en el mundo.”
“Hace seis meses, capitales chinos
focalizaron su interés en Australia, en particular en la empresa S. Kidman,
cuyas tierras agrícolas ocupan el 1% del territorio del país. Finalmente, la
venta resultó bloqueada por el Tesoro del gobierno australiano, que la juzgó
contraria a "los intereses nacionales".”
“¡Ningún problema! Los chinos invierten en
Europa del Este (Rusia, Ucrania, Bulgaria) y hasta en Europa
Occidental.”
“Hecho inusual, contrariamente a lo que
sucede en África, donde la mayoría de los empleados de las plantaciones son
nativos, cerca de 30.000 agricultores chinos fueron registrados en la localidad
rusa de Birobidjan en 2014.”
“En el caso específico de la Argentina,
Oro Esperanza Agro SA, que representa a los chinos de Chongqing Red Dragonfly
Oil y Chongqing Grain & Oil Group Dazu Grain & Oil Purchase and Sales
tiene 13.000 hectáreas de tierras cultivables.”
“Pero no sólo los chinos invierten en la
Argentina. A través del grupo Almarai, Arabia Saudita posee 35.306 hectáreas de
tierras agrícolas en el país desde 2011, mientras que Alkhorayef Group, del
mismo origen, compró 200.000 ese mismo año.”
“Por su parte, el fondo de inversión
norteamericano CalyxAgro (que representa a Pacific Century Group, TRG Management
LP, Said Holding, Pictet Private Equity Investors, Solvia Investment Management,
Louis Dreyfus Group) explota 9083 hectáreas desde 2007.”
Ante lo
anterior, es lógico que no haga nada un gobierno cuyo Jefe de Gabinete es Marcos
Peña Braun y su Secretario de Comercio se apellida Braun, Miguel Braun. De los
Braun, Braun Menéndez, y Menéndez Behety, latifundistas del sur, socios en sus
orígenes con los latifundistas ingleses de nuestra Patagonia. Y, también, que el
presidente se llame Mauricio Macri Blanco Villegas y sea amigo del inglés
Lewis...