ANTES COMO
AHORA...
“El Estado
argentino terminó de delimitar sus fronteras y de construir su proyecto
político y económico entre 1880 y 1885, años en los cuales se consolidó la
anexión de la Patagonia a la administración y control nacional, a través de las
campañas militares a las tolderías del sur del Río Negro.
Eso significó,
como sabemos, cambiar abruptamente una guerra de baja intensidad, pactos y
negociaciones entre el gobierno y los principales caciques, por una política de
ofensiva final que se llevó a cabo con la persecución militar, la ejecución, la
esclavitad y servidumbre de los pueblos aborígenes que tenían sobre esos
territorios su posesión y control. Una violencia que tenía por objetivo la
apropiación de tierras, de recursos y de personas y que tuvo como uno de sus corolarios
la construcción de un relato dominante, un discurso de poder que se hizo
hegemónico por muchas décadas.”
(...)
“Enrique Bowman,
inglés, con carta de ciudadanía argentina, tenía alrededor de cuarenta y cinco
años cuando comenzó con su función de Juez de Paz, en la región.”
(...)
“El inspector de tierras censó a Henry Bowman
en Gan Gan en 1920, lo encontró viviendo junto a sus cuatro hijos cerca de la
laguna homónima, cultivando alfalfa y cereales sin mucho éxito, en una tierra
salitrosa y expuesta a los fuertes vientos que caracterizan el lugar. Además de
ese emprendimiento se encontraba, como dijimos, ocupando el cargo de Juez de
Paz, un cargo de jerarquía que le permitía manejar ciertas cuotas de
influencia, ya que la alta tasa de analfabetismo de la población otorgaba, a
quien poseía esos saberes, un lugar estratégico. Tampoco debemos dejar de
remarcar que tanto los juzgados como las oficinas de la Policía, eran espacios
propicios para la negociación de favores a cambio de dinero, con lo cual esos
agentes del Estado, que muchas veces eran también comerciantes, estancieros o
profesionales de la justicia, incrementaron sus bienes y su poder. Este, sin
embargo, no fue el caso de Henry Bowman, que salió del cargo tan pobre como
había ingresado, y que no sin cierta indignación anota en su diario, que `en
este país, al menos en los Territorios, todo puede comprarse y venderse –la
justicia y todo lo demás– el asesinato y
cualquier otro crimen. Lo mismo si quiere ser absuelto de todos los cargos. Si
el hombre que usted mató es pobre, es una simple transacción comercial. Lo
mismo vale para el Comisario de Policía y también para el abogado que hace
arreglos privados con el Juez...”
EXTRACTADO
DEL LIBRO:
TELS´EN.
Una historia social de la meseta norte del Chubut. Patagonia 1890-1940. Liliana
E. Pérez. Doctora en Historia por la Universidad Nacional del Centro, Tandil, y
Profesora de Historia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Investigadora de la Secretaría de Ciencia
y Técnica de la misma Universidad.
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