ES PRECISO IMPEDIR QUE SE HIPOTEQUE EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LOS ARGENTINOS. Por El Observador Gauchipolítico y Demopatriótico

ES PRECISO IMPEDIR QUE SE HIPOTEQUE EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LOS ARGENTINOS.

Por El Observador Gauchipolítico y Demopatriótico

“Es bueno vitorear a la Patria, pero es mejor ayudarla a vivir contribuyendo a su engrandecimiento y bienestar”

General Enrique Mosconi

“Endeudar a un país a favor de otro, hasta las cercanías de su capacidad productiva, es encadenarlo a la rueda sin fin del interés compuesto (…) Tarde o temprano el acreedor absorbe al deudor. Primero al débil y pequeño. Luego al más poderoso y resistente. Forzosamente y muchas veces contra su propia voluntad, el capital centraliza y concentra”.

Raúl Scalabrini Ortiz

“La aspereza en el lenguaje es virtud, cuando se fustiga con indignación a la villanía”,

General Alonso Baldrich

Hay una única conclusión del entuerto externo: el gobierno kirchnerista se encamina, sin ninguna épica revolucionaria, al descubierto, a la luz del sol, a continuar el endeudamiento externo que supieron engordar tanto la última dictadura militar como el gobierno de Raúl Alfonsín, el de Carlos Menem, el de Fernando De la Rúa, hasta que se desfondó, y este propio gobierno en sus anteriores “épicos desendeudamientos” que han quedado evidenciados como una gran mentira.

Viene a la memoria Raúl Scalabrini Ortiz, diciendo: “Otra vez el capital extranjero presentado como el mágico curalotodo”...“Para dominar un país ya no hace falta someterlo militarmente, bastan oportunos empréstitos y concesiones”... “El verdadero capital que necesitamos es la movilización de la iniciativa y el trabajo argentinos”.

Al quedar desguarnecido por su viejo relato descascarado, el Gobierno actúa como una fiera cercada.

Son de esperar todo tipo de provocaciones y operaciones de inteligencia contra quienes no han claudicado y son los verdaderos opositores (a diferencia de aquellos que acuerdan, más allá de diferencias por mezquinos intereses, con el rumbo de entrega del patrimonio nacional, pago de una deuda externa ilegítima, fraudulenta y usuraria y el propósito de descargar la crisis en el pueblo que trabaja diariamente y que no fue parte del remate nacional y la rapiña de los imperios).

Difamaciones y operaciones de servicios de inteligencia como la encarada contra Juan Carlos Alderete en estos días, con la colaboración de Clarín y Perfil,  o represiones como las recientes en el Chaco, son el condimento indispensable de esta política de dependencia, sumisión e indefensión nacional.

El verdadero rostro desvencijado de este gobierno, con el maquillaje “corrido” y dejando a la vista su fealdad, ha quedado expuesto. Ese rostro y su camino llevan a la Patria al precipicio.

Decía el General Enrique Mosconi: “Organizando el trabajo y las explotaciones de las riquezas nacionales con hombres y dinero del país, mejoraremos evidentemente nuestras condiciones de vida”...“Es tiempo ya que la inteligencia y el capital argentinos intervengan en más vasta escala y recojan los beneficios colectivos que hoy se nos escurren de las manos”.

Decía Leandro Alem: “No hay, no puede haber buenas finanzas, donde no hay buena política. Buena política quiere decir, respeto a los derechos; buena política quiere decir, aplicación recta y correcta de las rentas públicas; buena política quiere decir, protección a las industrias útiles y no especulación aventurera para que ganen los parásitos del poder; buena política quiere decir, exclusión de favoritos y de emisiones clandestinas.”

Decía el General Perón: "La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo".

 Toca  a los luchadores de los derechos del pueblo, a los demócratas verdaderos, a los defensores de los derechos humanos, a los patriotas forjados en las largas luchas contra la entrega de la Nación, más allá de ideologías, creencias y profesiones, buscar y poner en práctica una nueva huella de independencia nacional y soberanía popular, de democracia grande y de independencia de toda dominación extranjera, como dice el Acta de nuestra Independencia.