El discurso de la Sra. Presidente y la deuda ilegítima, usuraria y fraudulenta.
Horacio Micucci
Acabo de escuchar el discurso de la Sra. Presidente.
Describió las razones por las cuales la deuda pagada (y que sigue siendo
pagada) fue, es y será ilegítima, fraudulenta y usuraria.
Describió la multitud de sucesivos fraudes, sumados y encimados, que
engordaron esa deuda y llenaron los bolsillos de usureros internacionales y
socios internos, hasta el Megacanje.
Hasta allí, Alejandro Olmos y todos los que denunciaron y denunciamos
esa deuda, quedaron y quedamos justificados.
Y después, como si nada, describió de qué manera Néstor Kirchner y ella
misma habían continuado pagándola.
Como si fuera un mérito seguir haciendo lo que acababa de criticar. Como
si hubiera sido un acto patriótico de independencia y no una continuidad, con
métodos similares a los criticados, SU pago de una deuda ilegítima, fraudulenta
y usuraria, continuado hasta hoy.
La Sra. Presidente, hace un tiempo, dijo que los argentinos éramos
pagadores seriales.
Sra. Presidente: no somos los argentinos los pagadores seriales. Lo han
sido los gobiernos que gerenciaron y siguen gerenciando la entrega nacional y
pagan con la sangre, el sudor, el hambre y la vida del pueblo una deuda que,
como Usted lo ha reconocido, es ilegítima, fraudulenta y usuraria.
Su gobierno es, también en este aspecto, una continuidad. Una
continuidad con el pago a REPSOL, con el acuerdo secreto con CHEVRON y con el
pago vergonzoso de la también vergonzosa deuda con el Club de París que Usted
misma ha reconocido como ilegítima. Sin embargo, en su discurso, reivindicó esas
entregas como éxitos.
También es responsabilidad de su gobierno el habernos sometido a la extorsión de EE.UU. (Usted misma describió las exigencias de los fondos buitres y de los EE.UU. como una extorsión).
Ninguna deuda ilegítima, usuraria y fraudulenta debe ser pagada. Los
dólares que se usan para pagarla resultan de exprimir la sangre de niños,
mujeres y hombres de nuestra Patria. Ninguna extorsión debe ser aceptada.
Como en la deuda de Baring, nos han hecho pagar con creces lo que no
debíamos pagar. Con sangre, sudor y lágrimas.
Recuerdo cuando Alejandro Olmos, a quien conocí, nos convenció de hacer
un afiche que dijera "Yo estoy
contra la deuda, ¿y Usted?”.
Los patriotas argentinos seguiremos respondiéndole, como entonces, a
Alejandro Olmos: NOSOTROS NO VAMOS A PAGAR ESA DEUDA ILEGÍTIMA, FRAUDULENTA Y
USURARIA.
Y vamos a hacer todo lo posible para impedir que se siga pagando.
Y vamos a hacer todo lo posible para impedir que se siga pagando.
Y sepa Usted, Sra. Presidente, que haremos vomitar a los responsables, cada gramo del patrimonio nacional esquilmado. Y que no reconoceremos
ilegítimos derechos adquiridos por más subterfugios legales con los que los
cubran.
No se debe pagar la deuda ilegítima, fraudulenta y usuraria. Ni a los fondos buitre, ni a los beneficiarios de sucesivos fraudes, de éste y otros gobiernos.
Ninguna.
Para que la Patria pueda ser independiente...
Y para que el Pueblo pueda hacer cumplir sus derechos conculcados.
Horacio Micucci
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