INFORME DE REVISIÓN TEMÁTICA
LA DROGA:
ENEMIGA
DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL, DE UN PUEBLO SOBERANO Y DE UNA VIDA DIGNA.
Por Horacio Micucci (*)
En el año del Bicentenario de la Declaración de la
Independencia de toda dominación extranjera, Argentina está conmovida por el
avance del narcotráfico y la drogadicción. Las víctimas son los jóvenes, el
objetivo estratégico es impedir una Argentina de pié.
“Yo me drogo. Es un escape. Lo mismo que vos, que robás. Son escapes”
De un músico drogadicto a
un preso por robo. Diálogo escuchado por el autor de estas líneas en épocas en
que estuvo preso en la Unidad 9 de La Plata, por defender la continuidad del
Gobierno de la Sra. de Perón contra el Golpe de Estado de 1976.
“Sabe Tordo, si Usted pasó una noche de juerga y tiene que asaltar un
banco, aspira la blanca y el mundo se abre...”.
De un ladrón de bancos
drogadicto, preso, al autor de este artículo cuando estuvo preso en la Unidad 9
de La Plata, por defender la continuidad del Gobierno de la Sra. de Perón contra
el Golpe de Estado de 1976.
“Solo un cocainómano puede creer que puede volar desde un balcón de un
piso 8º. Cree que puede hacerlo porque pierde noción de la realidad.”
De un médico
especialista.
“Negro
Chico tiene hambre / Y la madre
lo mandó a pedir / Negro Chico tiene
hambre / Y la madre lo mandó a
pedir / Si la calle no me mata / A la noche me voy a curtir. / Si hace frío hay un fuego / Al costado de la vía del tren / Si hace frío hay un fuego / Al costado de
la vía del tren / Toman vino y hay puchero
/ Negro Chico aspira Poxiran”.
Negro
chico. Letra de Rock.
“Juventud
sin futuro, temprana decepción / drogas y violencia, desocupación / estado de
muerte, repre-depresion / salario de hambre, locura y ambición / sabes muy bien
que la maquina sin contemplaciones te va a tragar.”
Nunca nos fuimos. Letra de Rock.
“A ver,
mozo, traiga y sirva / caña fuerte, grappa o whisky / bien frappé, / para ahuyentar
estas penas / que atoran mis venas / de rabia y de sed...”.
Bien frapee. Letra de Tango.
Preguntas...
Los hechos
recientemente acaecidos en Costa Salguero, en un festival de música
electrónica, que provocaron la muerte de cinco jóvenes como resultado de intoxicación
con drogas, han conmovido a la opinión pública. Más aún cuando algo similar
ocurrió en Rosario, días después, demostrando la total ¿ineptitud? del Estado
ante el problema.
Los medios
de comunicación se llenaron de especialistas pero también de panelistas y “opinadores”
superficiales sobre estos temas. Lamentablemente, estos últimos, por su “fama”,
fueron escuchados como portadores de opiniones válidas. Muchos de ellos
hicieron apología de la droga y, tal vez sin saberlo o intencionalmente,
transmitieron información errónea o “mezclaron” hechos distintos, fomentando
confusiones.
Los interrogantes
son muchos y fueron embrollados y “manoseados”.
Aunque estén
vinculados entre sí, una cosa es el narcotráfico (que tiene relación con el
“negocio” de los espectáculos, fiestas, bailes, discotecas, etc. pero que no es
su única vía de acción) y otra cosa es el tratamiento de las adicciones y los
adictos.
Me apresuro
a aclarar: el narcotráfico debe ser eliminado, la drogadicción es una
enfermedad que debe ser tratada pero para terminar con ella, no para llevarla a
“niveles aceptables”, para “mitigar” como objetivo final, o como único objetivo
posible como está de moda postular. Menos aún para transformarla en una
actividad del derecho individual inocua o prácticamente innocua. Más adelante
explicitaré en detalle esta cuestión.
Brota
información (contradictoria, confusa, con verdades parciales infectadas, diluidas
con mentiras) incentivada por la charlatanería mediática para poner dudas y vacilaciones
ante el embate del narcotráfico:
¿La droga es
expresión de libre albedrío y libera la mente?
¿La
drogadicción pertenece a la esfera privada de las personas?
¿Hay drogas
buenas y drogas malas?
¿Hay drogas
blandas y drogas duras?
¿Si se toman
drogas de calidad controlada, el riesgo es menor?
¿Si la droga
estuviera legalizada tendría calidad garantizada y no sería tan mala?
¿El
alcoholismo y el paco son parte del problema o son ajenos al problema?
¿La
marihuana es inocua?
¿Lo sucedido
en Costa Salguero es un hecho nuevo o sólo ha adquirido más visibilidad habida
cuenta que el paco, el alcohol y otras drogas asuelan las barriadas más pobres
desde hace rato?
Trataremos
de responder a cada una de ellas, diferenciando al narcotráfico (como parte de
los grandes negocios del sistema, como delito contra la humanidad, como mecanismo
de debilitamiento de un pueblo, como parte de la acción de grupos políticos y
económicos que incluso detentan el poder del Estado o fracciones del mismo) de
la drogadicción (como hecho del proceso salud-enfermedad abordable desde la
salud pública, y desde la políticas sociales de un Estado, desde ya, distinto
al actual).
“Hacé la tuya...”
La frase
anterior, al parecer dicha por un deportista famoso, es muy difundida. Simple
pero sólida.
Expresión de
una ideología individualista. Ideología que se expandió en tiempos del Proceso,
consolidándose desde el período menemista, apuntando al corazón de la
solidaridad social.
Un escritor
que en los setenta era autor de artículos de crítica social, poco después del
Golpe de Estado de 1976 cambiaba, de un día para el otro, y postulaba que era
hora de abandonar las ideas de cambio social y reducir los objetivos de la vida
a un penthouse con una hermosa mujer y un vaso de buen whiskey en la mano....
“Hacé la tuya”... sin mirar a los demás, sin mirar
lo que pasa.
Más
recientemente, una notoria vedette (oficialista de todos los oficialismos) dijo
que recorría las calles en un auto con vidrios polarizados, para no ver.
“Por algo será que a los otros
les pasa lo que les pasa... Por algo será... Será por su culpa... No me tires
“pálidas” con esos temas...”
Y ese
individualismo se adorna, se decora, con imágenes de juventud eterna. Hay que
mantenerse joven porque juventud es eternidad. ¿Qué otra cosa puede ser necesaria?.
También se la asocia con el logro del éxito económico y riqueza ostentosa...
Claro que, si la juventud pasa como es natural, se intenta hacerla perdurar
artificialmente...
También los
logros individuales exigen belleza. Porque la belleza (en estereotipos
inalcanzables o falsos) parece ser garantía de triunfo, de éxito. “Sin tetas no hay futuro” se tituló una
novela televisiva de origen mexicano, que casualmente se desarrollaba en un
entorno de narcos, difundida en horarios centrales y con éxito, en nuestro país.
Es lo que el modelo propuesto llama ser “gente
linda”...
Claro que el
individualismo es efectivo mientras a uno le vaya bien.
Cuando la
realidad aplasta las esperanzas ya no resulta una solución. Cuando la juventud
naturalmente transcurre y no se ha logrado ser lo que se soñaba y el tiempo
apremia, ya no es una solución...
El
individualismo es una ideología eficiente si hay “éxito” individual, juventud y
vida eternas.
Cuando el
dinero no alcanza para comer o cuando el futuro no existe, algunos buscan otros
caminos. Se mata el hambre o se huye de la realidad aspirando poxiran entre los
más pobres. O con el alcohol (legal pero no menos destructivo). O con el paco...
O mezclando lo que se pueda (con drogas, bebidas estimulantes o con la llamada “jarra loca”) en la búsqueda
desesperada de eludir un presente insoportable...
“Para ahogar hondas
penas que tengo, que me matan y que no se van, yo levanto temblando en mis
manos esta copa de rubio champán” dice la letra del tango Destellos, de Canaro y Caruso. No
en vano el período del menemato se recordará como el de “pizza y champán”.
Sueños de un Primer Mundo del que volvimos sin haber estado nunca...
Entre los
más pudientes, cuando el futuro no es el que les prometieron o el que el
espejismo hegemónico postula, acceden a otras drogas más caras: cocaína, drogas
sintéticas y lo que se ofrezca como novedad o se diga que “pega más”...
Si la
diversión (en la forma de aturdimiento) no se logra, se “apura” con drogas, que
obnubilan, que no dejan pensar... Una joven me dijo una vez que había advertido
que en todos los lugares a donde concurría como diversión, el ruido tapaba la
voz. El ruido no deja conversar. Y, en el medio, la comunicación del video
clip, rápida pero superficial, que promueve el esquematismo e impide la
profundización. Impide saber lo que pasa...
Escapes ante
la realidad insoportable...
¿La
drogadicción es libre albedrío y liberación de la mente?. Sin duda es esclavización
y sometimiento. Por eso el colonialismo utilizó siempre el alcohol como medio
de compra, embrutecimiento, entretenimiento y subordinación de los pueblos
colonizados.
El debate de la llamada
“libertad” individual es la base ideológica de muchos proyectos legislativos
sobre el tema. Se postula que cada individuo es libre de drogarse mientras no moleste al otro. Es difícil,
por no decir imposible, hablar de libertad en esta Argentina sometida,
indefensa, esquilmada, entregada. En fin: dependiente.
Vale preguntarse
entonces ¿Cuál es la libertad de un joven que no sabe qué va a comer en el
próximo almuerzo o del que no come lo mínimo necesario? ¿Cuál la de un
desocupado? ¿Y la de un joven campesino u originario sin tierra que vive el
desarraigo en las villas “de emergencia”? ¿Cuál es la libertad de los excluidos
en nuestro país? ¿La de poder emborracharse y drogarse cuando quieran?.
Pero sobre todo, ¿De
qué libertad se puede hablar para un joven que se droga?, ¿Qué libertad puede
tener ese joven que es esclavo de la adicción que generan las drogas, o que es
“soldadito” del narco?
Y ya que el
homo sapiens sólo existe en una sociedad determinada en un tiempo y espacio
concretos, en relación con los otros ¿Puede ser la drogadicción asunto del ámbito
privado como postula el individualismo del “hacé
la tuya” sin ver las consecuencias sociales del “fenómeno”?
¿Es la
drogadicción signo de fortaleza o signo de debilidad?. Sin duda alguna es signo
de debilidad.
Fortaleza es
ser solidario ante el dolor ajeno. Fortaleza es unirse a los compañeros de
infortunio para luchar contra la realidad adversa. Fortaleza es luchar contra
la injusticia. Fortaleza es luchar por el derecho al trabajo, a la tierra, al
estudio, a la vivienda, en fin, al derecho a una vida digna para todos. A las
tres T (tierra, techo y trabajo) del Papa Francisco. A la Independencia Nacional.
No es parte
del ámbito privado de las personas. Esa explicación es la que promueve un
Estado que intenta justificar su ausencia. Y esa “ausencia” es el disfraz para
ocultar su inacción, que es parte de la complicidad, cuando no de la
participación de algunos de sus estamentos como directriz del narcotráfico.
Este mismo Estado,
disfrazado de “ausente”, es el que hace porosas las fronteras físicas y
económicas: a la droga, a la trata de personas y al lavado de dinero que de
ellas resulta. Que coloca a la Gendarmería y a la Prefectura a cuidar calles y
manifestantes, sacándolas de sus tareas específicas.
Se han desmantelado
totalmente los controles de fronteras, no se han instalado los radares
imprescindibles para vigilarla, hecho más grave aún teniendo en cuenta que
Argentina es un país productor de esos instrumentos de detección. La
participación de pilotos y pistas de la Aeronáutica (caso Juliá), la empresa
Southern Winds (SW) implicada en el contrabando a España de cuatro maletas con
60 kilos de clorhidrato de cocaína que fueron despachadas sin pasajeros en el
vuelo 6420 de la ex compañía aérea. etc., son algunas muestras de la posición
de este Estado más allá del color político de los gobiernos.
Este Estado
es el que carece de medidas de acción sanitaria y social para recuperar a los
adictos con iniciativas
de salud, apoyándose en aquellos aspectos y soportes sanos del psiquismo que
todos tenemos por nuestra condición humana.
Por eso no hay acciones sanitarias apoyándose en el
pueblo y liberando sus iniciativas, reconociendo la existencia de la enfermedad
-si así llamamos a la adaptación pasiva a una realidad alienante- y tratando de
facilitar el despliegue de las capacidades transformadoras que los sujetos
tienen e incorporando para ello técnicas de creatividad apoyadas sobre la cultura
regional y la historia argentina, plataformas de reconstrucción identitaria,
apuntalamiento de apoyos internos y externos, elaboración de redes vinculares
saludables, reparación colectiva de la salud, proyecto de vida digno y efectiva
reinserción del sujeto presidida en el resguardo y cumplimiento de los derechos
humanos, como han sido, por ejemplo, las concepciones de los llamados Grupos
Institucionales contra el Alcoholismo.
Por todo lo
anterior debo aclarar que este artículo no es ambiguo.
El NO A LA DROGA es su punto de partida.
Porque la
drogadicción (incluyendo al alcoholismo) obstruye la lucidez y disminuye la
fuerza necesaria para participar activamente en los tres ámbitos de la práctica
social de un individuo, en países como el nuestro:
·
el ámbito de la lucha por la
producción y el trabajo digno con una retribución justa y una vida que merezca
ser vivida
·
el ámbito de la lucha por el
conocimiento y
·
el ámbito de la lucha por una
Argentina Independiente de toda dominación extranjera con verdadera democracia.
No formal, no llena de enriquecidos que obscenamente cuentan sus dólares mal
habidos, no llena de quienes se enriquecen entregando el patrimonio nacional.
Antes y ahora.
Quien estas
líneas escribe piensa que la salud de un individuo se mide en su capacidad de
luchar por cambiar la realidad. La droga disminuye esa capacidad. Por lo tanto
drogadicción es enfermedad. Y narcotráfico es delito de enfermar a otros
intencionalmente.
Ergo la
droga es enemiga de la salud social y nacional de los hombres, los pueblos, los
países y las naciones oprimidas.
Que es
nuestro caso.
El
narcotráfico y la opresión en el pasado y en el presente
Pero el
narcotráfico no es un delito que transcurre en paralelo a las injusticias del
mundo. En paralelo y desvinculado de la opresión de pueblos, países y naciones
por un puñado de potencias. En paralelo y separada de la vida de las mayorías
empobrecidas adentro de esas mismas potencias.
Es parte de
los negocios de los sectores de la cúpula de esas potencias. Y más hoy en que
ese fenómeno se ha llevado a la exacerbación.
Una pregunta
más: ¿y si el ahora mentado fracaso de la lucha represiva contra el
narcotráfico se debiera a que este “negocio” se controla y dirige desde
estamentos del Estado y, más aún, de los Estados de las potencias del mundo?.
Algo así como si los zorros cuidaran el gallinero...
Este
presente tiene sus antecedentes históricos. Un ejemplo paradigmático es el de
las Guerras del Opio en China. O el uso del alcohol para sojuzgar a los pueblos
originarios, en todo el continente americano.
Las guerras del Opio o las guerras anglo-chinas
fueron dos conflictos bélicos que ocurrieron en el siglo XIX entre los imperios
chino y británico. La Primera duró entre 1839 y 1842. La Segunda, en la que
Francia se implicó con los británicos, estalló en 1856 y duró hasta 1860.
¿Cuáles fueron las causas de esas guerras?
Sus causas fueron los intereses comerciales que creó
el contrabando británico de opio desde la India hacia China y los esfuerzos del
Gobierno chino para imponer sus leyes a ese comercio.
Por causa de la alta demanda de té, seda y porcelana
en el Reino Unido y la baja demanda de mercancías británicas en China, el Reino
Unido tenía un gran déficit comercial con China y debía pagar estos artículos
con dinero. Para “equilibrar el intercambio”, se diría hoy, el Reino Unido
comenzó a exportar ilegalmente opio a China desde la India Británica, en el
siglo XVIII, contrarrestando su déficit. El comercio del opio creció rápidamente,
y el flujo de dinero de Gran Bretaña a China comenzó a disminuir. Pero el emperador
Daoguang prohibió la venta y el consumo de opio en 1829 disgustado por del gran
número de adictos que producía.
Es decir, la disputa se desató debido al comercio del
opio, el cual se veía de manera muy distinta en China que en Inglaterra.
El emperador desaprobó el opio en China debido al
efecto negativo de éste en la población. Los británicos en cambio, veían al
opio como el mercado ideal que los ayudaría a compensar su gran comercio con
China.
Estas guerras y los subsiguientes tratados firmados
entre las potencias dieron como resultado que varios puertos de China se
abrieran al comercio con Occidente, lo que condujo, en parte, a la caída de la
economía china. Estas guerras se consideran las primeras guerras de drogas.
La derrota china en las dos guerras, forzó al
gobierno de ese país a tolerar el comercio del opio. Los británicos
coaccionaron a los chinos para firmar los Tratados Desiguales, abriendo varios
puertos al comercio exterior y anexándose Hong Kong (ver Tratado de Nankín y
cesión de Hong Kong al Reino Unido). Portugal siguió a los británicos, forzando
términos de intercambio desiguales a China y la ampliación de Macao, bajo control
portugués desde el siglo XVI.
Lo anterior dio término al relativo aislamiento chino
respecto a Occidente. En lenguaje de hoy podría decirse: “China se integró al mundo”. Pero ¿en beneficio de quién?. Vale la
pregunta para lo que se postula hoy para Argentina, como verdad novedosa.
Ciertos datos actuales ponen de manifiesto que detrás
de distintos carteles de la droga hay distintas potencias. El caso de la
efedrina, precursor de drogas de síntesis, es ejemplificador. La efedrina fue
triangulada desde China e India, hacia Argentina y de allí a México, presumiblemente
para el cártel de Sinaloa, para elaborar drogas de síntesis.
Según un artículo publicado en
Perfil el 4 de mayo de 2012, escrito por Emilia Delfino y nunca desmentido,
entre 2004 y 2005 se importaron 3.449,5 kilos de efedrina en 24 meses. A
principios de 2006, comenzó el aumento desmedido de importaciones. Ese año,
ingresó al país casi el doble de esa cifra: los proveedores de efedrina
trajeron 6.100,14 kilos. El pico fue 2007: 19.200,29 kilos (19,2 toneladas)
En 2008, el negocio sufrió un
quiebre. El triple crimen de General Rodríguez, ocurrido el 7 de agosto,
frustró este negocio enorme y obligó a las autoridades a comenzar a controlar a
los importadores. Ese año se registraron importaciones por 15.650,06 kilos de
efedrina (15,6 toneladas).
Hasta 2006 la efedrina provenía de Estados Unidos, República
Checa, Francia, Alemania, Suiza, Corea del Sur y Reino Unido. En 2007, comenzó
a importarse desde China y se expandió la importación desde la India. En pocos
casos, vino de los Estados Unidos.
Según fuentes oficiales a las que consultó el diario Perfil
para el artículo mencionado, luego del triple crimen, cuando las autoridades
comenzaron a escuchar a los técnicos, vieron que el país de procedencia de la
sustancia decía mucho sobre sus importadores.
La efedrina que provenía de los Estados Unidos, Alemania,
Suiza y Reino Unido era traída por laboratorios, en pequeñas cantidades y
utilizada para la elaboración de medicamentos con fines legales (por ejemplo,
gotas nasales).
La efedrina proveniente de los países donde la exportación
era desmesurada y el precio mucho más bajo, como la India, era adquirida en
grandes cantidades, en general de a mil kilos por embarque, y es la que, se
sospecha, que fue desviada al narcotráfico. Los importadores eran droguerías
como Unifarma S.A. y Famérica S.A., empresas de otros rubros o farmacias
creadas para esos fines.
Tal vez sea interesante recordar que el gobierno
kirchnerista había definido su alianza estratégica con China. Y que algunos
vinculan al ex senador y ex ministro Aníbal Fernández con el triple crimen de
General Rodríguez.
En Argentina, compraban el kilo a 100 dólares. En México,
podía llegar a costar 10 mil dólares. Además, empresas vinculadas a este
negocio fueron aportantes para la campaña electoral del Gobierno Kirchnerista.
PERFIL pudo determinar que dos años antes, la Sedronar, Secretaría de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el
Narcotráfico, ya tenía indicios de que las importaciones de esa sustancia
crecían cada vez más y no hizo nada. Lo que siguió fue una cadena de hechos que
dejaban algo en claro: los carteles mexicanos, principales explotadores del
mercado de la efedrina, se habían instalado en Buenos Aires.
Una fuente le dijo al diario Perfil: “El permiso para importar efedrina salía en 48 horas para cualquiera
que se presentara ante el organismo. Les visaban una ficha y los autorizaban
sin analizar a los solicitantes”. “Le llegaron a dar autorización a una persona
que vivía en una villa miseria, que actuaba como prestanombre -Raúl Guillermo
Ascona-. Recién después del triple crimen, empezaron a rechazar pedidos de
empresas, y a revisar una por una las importadoras”, confiesa la fuente.
¿Negligencia? ¿Complicidad?...
La lucha entre grupos narcos no está
separada de la disputa entre las potencias por el tamaño de la tajada de un
negocio fructífero. Se sabe que la DEA obtuvo la colaboración de grupos rivales
a Pablo Escobar y su cartel de Medellín (como el Cártel de Cali, por ejemplo).
De hecho se sostiene que quien lo mató, en el famoso operativo conjunto, fue un
miembro de los PEPES (Perseguidos Por Escobar) pertenecientes a los carteles
rivales que habían pactado con la DEA. Hay en Youtube un documental de la DEA
al respecto.
Desde hace años se ha hablado de la
Mafia rusa de la droga. Es obvio que los norteamericanos no miran pasivamente
que a “su mercado” (uno de los mayores consumidores y que incluye a su juventud
y sus soldados que son drogados para soportar las atrocidades que deben realizar)
lo controlen potencias rivales. Es para ellos un problema de seguridad nacional
y control de mercado que el tráfico lo hagan sus “amigos”, por eso un país de
control “capilar” como EE.UU. no elimina el narcotráfico.
Varios informes del Congreso de
EE.UU. demuestran la vinculación de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en
varias operaciones aportando evidencias que indican que trabajó con grupos que
se sabía que estaban involucrados en el tráfico de drogas, por lo que, a estos
grupos, se les proporcionó información útil y apoyo material, permitiendo que
sus actividades criminales continuaran, obstaculizando o impidiendo su arresto,
acusación y encarcelamiento por las agencias policiales estadounidenses.
¿Carteles amigos y carteles enemigos? ¿Es la DEA un
organismo de control destinado a suministrar al mercado estadounidense droga a
través de carteles amigos? ¿Está destinada a asegurar esto y que el lavado de
dinero consecuente se haga en bancos de ese país?.
El dinero de la droga
El informe sobre el “Producto Criminal Bruto”, publicado en
2010 por la Oficina de Crimen y Droga de la ONU (UNODC), asegura que la
delincuencia organizada derivada de los mercados de la droga, el tráfico de
armas y de seres humanos supone el 1,5% del PIB mundial y el 7% de las
exportaciones globales de mercancías. Es decir, una cantidad que supera los
700.000 millones de euros al año. Además, reconoce que el 70% de estos ingresos
ilícitos se pueden blanquear a través del sistema financiero.
El negocio del tráfico de estupefacientes es gigantesco e imposible
de medir. Según los datos de la Oficina de Crimen y Droga de la ONU, sería uno
de los más importantes negocios ilícitos y movería al año en torno a 300.000
millones de dólares.
Según la DEA (Administración para el Control de Drogas de
EEUU), esa cantidad podría superar los 500.000 millones de dólares. Es decir,
que si lo comparamos con el PIB de algunos países, podríamos colocar este
mercado en el puesto 21 o 22 de la lista de los estados más ricos del mundo,
por delante de países como Noruega, Bélgica o Argentina.
La cocaína y la
heroína son los dos mercados de droga que más dinero generan: suman 116.000
millones de euros, aunque el consumo de ambas sustancias se mantiene estable, e
incluso desciende, como en Europa, donde parece haber tocado techo.
Un notable caso es el de Afganistán, donde la producción de
opio aumentó un 133% y genera 1.064 millones de euros. La ONU calcula que el
90% del opio que se consume en el mundo proviene de este país. Casualmente, la
producción se ha multiplicado desde que los talibanes fueron expulsados del
poder y el país pasó a ser controlado por Estados Unidos. La extensión de las
superficies cultivadas con opio ha pasado de las 154.000 hectáreas
de 2012 a
las 209.000 (datos de 2014), superando el récord de 193.000 hectáreas
alcanzado en 2007, según el informe que la oficina de la ONU elabora junto al
Ministerio Antinarcóticos afgano. (www.fundacionmelior.org/ )
Un caso de interés es el mercado de la marihuana.
Según publicaciones
recientes, a pesar del precio de sus acciones, los monopolios del tabaco de
Estados Unidos se enfrentan con la realidad de que sus productos –al menos los
cigarrillos tradicionales– están perdiendo popularidad. Aún es un sector sumamente
rentable que supera los US$ 90.000 millones y no va a desaparecer por ahora.
Sin embargo, en algún momento, el crecimiento se convertirá en un problema y estas
empresas necesitan un plan de progresión más sustentable. Pero, se piensa que una
industria gigante pronto estará disponible: la marihuana. Existe una demanda potencial
anual de US$ 45.000 millones para el cannabis recreativo en Estados Unidos.
Cada día más Estados están avanzando para permitir su venta, la cual
simplemente aumentará la presión al gobierno federal para legalizarla. Y eso
abrirá la puerta a las grandes empresas tabacaleras para aprovechar el mercado
de la marihuana.
La legalización de la
marihuana en Uruguay ha sido vinculada, en el vecino país, a la acción de
lobbys y fundaciones vinculadas al magnate Soros. En efecto, el anterior presidente
Mujica mantuvo una
reunión, en una visita a Estados Unidos, con el multimillonario mencionado. En
ella se concretó el planteo de trabajar en la evaluación de eso que el propio
Soros definió como el "laboratorio" uruguayo.
Pedro Abramovay, director regional para Latinoamérica y el
Caribe de la Open Society Foundation (fundación creada y presidida por Soros),
dijo al diario El País que la propuesta que el magnate hizo a Mujica en Nueva
York "pasó por ofrecer trabajar en
la evaluación". El funcionario explicó que la organización está "absolutamente lista para ayudar con
evaluaciones independientes del proceso".
"Nos interesa, una vez que esté
aprobado el proyecto sobre marihuana, que se ayude a hacer una evaluación seria
para saber si ese camino funciona. Ese tema nos interesa ahora por encima de
todo: ayudar a hacer una evaluación independiente y científica de la
experiencia uruguaya, si es que Uruguay confirma este camino", dijo.
¿Será el magnate Soros un referente de la salud pública y la
lucha contra el narcotráfico?
En el mismo periódico El País, Pedro Abramovay, como ya se
dijo director regional para Latinoamérica y el Caribe de la Open Society
Foundation, remarcó que no existe vínculo de la fundación con la poderosa
empresa agrícola Monsanto.
Esto se alinea con un comunicado que sacó en su oportunidad
(hacia el año 2014) dicha firma, en el cual se desligó del plan oficial
uruguayo para comercializar marihuana. Ese comunicado de dio en el marco de
cuestionamientos surgidos por la supuesta posesión de acciones por parte de
Soros de la empresa Monsanto, y un eventual beneficio de esta firma con las
ganancias que podría obtener si se dedicara a la venta de marihuana transgénica
legal.
¿Legalización
de las drogas? ¿Cómo sería?
Se postula la legalización de
las drogas de adicción argumentando que de esta manera se podría controlar a
las mismas, regular su calidad y terminar con un negocio que sería inferior, al
quitarle la ilegalidad.
Ante todo, debe decirse que
la legalización del juego no produjo un descenso de tal actividad sino todo lo
contrario. Poderosos empresarios han surgido de allí y se han extendido a otras
actividades. El juego se ha convertido en uno de los pasos del lavado del
dinero “negro” de la obra pública, del narcotráfico y de la trata de personas.
La relación entre corrupción estatal, obra pública, narcotráfico, trata de
personas, cuevas financieras y riquezas obscenas está a la orden del día en los
escándalos que conmueven a la opinión pública.
Pero, volviendo a las drogas,
nadie dice en detalle como sería tal legalización. ¿Cómo funcionaría en la
práctica?
Veamos el proceso de
autorización de un medicamento y su control de calidad.
Una empresa productora de fármacos, para
lograr la autorización debe demostrar su efectividad para alguna patología y su
inocuidad.
Primum
nil nocere o primum
non nocere se traduce en castellano por "lo primero es no hacer
daño". Se trata de una máxima aplicada en el campo de las ciencias de la salud,
atribuida al médico griego Hipócrates. Frecuentemente hay efectos adversos pero
estos deben ser menores que los beneficios de su uso en los casos indicados.
Después del descubrimiento de un fármaco, sigue un largo
proceso. El desarrollo de un fármaco engloba su seguridad, eficacia,
formulación y fabricación. Los estudios de seguridad comienzan con diversos
experimentos denominados estudios preclínicos. Cuando estos estudios prevén que
el candidato a medicamento es seguro, se inicia su evaluación en seres humanos
en una serie de estudios conocidos como ensayos clínicos.
Los estudios preclínicos son pruebas que se llevan a cabo con
un método científico, con utilización de cultivos celulares y animales como
modelos. La finalidad de los estudios preclínicos es predecir cómo actúa el
organismo sobre el candidato a fármaco y cómo actúa el candidato a fármaco
sobre el organismo y si el
candidato a fármaco puede entrañar posibles riesgos para la salud o efectos
secundarios tóxicos: ¿resulta el fármaco perjudicial o tóxico para las células
o sistemas orgánicos?¿resulta seguro el fármaco?.
Recién después de realizado esto se inicia su evaluación en
seres humanos en una serie de estudios conocidos como ensayos
clínicos.
Si, como se dice, se incorpora al mercado una droga de
síntesis por semana o mes; ¿cuánto tiempo llevaría su ingreso a la venta
legal?. Mientras eso ocurre ¿quién asegura que los adictos no lo usen
clandestinamente?. En tal caso volveríamos a la situación actual, o sea el
punto de partida.
Pero supongamos que tal proceso se cumpla: ¿Cómo se
vendería?
Por Disposición de la ANMAT Nº 885/2010 de fecha 22-02-2010,
se han establecido las siguientes definiciones:
Psicotrópicos: Cualquier sustancia natural o sintética,
capaz de influenciar las funciones psíquicas por su acción sobre el Sistema
Nervioso Central.
Psicofármacos: Todo producto farmacéutico compuesto por
sustancias psicotrópicas, utilizado como objeto de tratamiento de padecimientos
psíquicos o neurológicos.
Estupefacientes: Toda sustancias psicotrópica, con alto
potencial de producir conducta abusiva y/o dependencia (psíquica/física, con
perfil similar a morfina, cocaína, marihuana, etc.) actuando por sí misma o a
través de la conversión en una sustancia activa que ejerza dichos efectos.
¿Como encuadramos legalmente a las drogas en cuestión?
La Disposición 3475/2005 de la
Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT),
estipula: La cadena de distribución comprende exclusivamente los
establecimientos debidamente habilitados por la Autoridad Sanitaria. Queda
expresamente prohibida a los distribuidores la entrega, ni aún a título gratuito,
de los productos farmacéuticos a establecimientos no habilitados por la Autoridad
Sanitaria. Esto resulta de cumplimiento Obligatorio para todas las
Distribuidoras y Droguerías que actúan en jurisdicción Nacional o efectúan
tránsito interjurisdiccional de medicamentos.
Es decir,
no podrían ser de venta libre en los kioscos, para dar un ejemplo.
En la
legislación se establece el tipo de receta necesaria para comprar estos medicamentos
(recetarios especiales con duplicado o triplicado y con receta archivada). El
medico indicará la sustancia donde corresponda, con una indicación de dosis y
se hará responsable de lo indicado para que el paciente no sufra efectos
adversos.
¿Los postulantes de la legalización de este tipo de drogas
nos pueden informar como imaginan que ocurrirá todo lo anterior?
¿Nos pueden asegurar que un adicto no será convencido que
hay una nueva droga, todavía no aprobada, que es mejor o de efectos “distintos”
que las existentes?
¿Nos pueden asegurar que el narcotráfico no comprará
empresas legales? ¿o que no se insertará en el circuito legal como hizo con la
efedrina? ¿o como ocurrió con el juego?.
¿Este Estado, por lo menos ineficiente (sino cómplice o
co-partícipe), nos dará seguridad?.
Creerlo es ser, por lo menos, conmovedoramente ingenuos.
Drogas que ya fueron legales. La
re-legalización
Legalizar las drogas, en muchos casos es relegalizarlas.
Muchas de ellas fueron legales y luego se advirtieron sus efectos adversos.
La heroína (diacetilmorfina) es una droga semisintética,
derivada de la morfina, originada a partir de la planta llamada adormidera, de
la que se extrae el opio.
Se trata de una sustancia sintetizada por primera vez a
finales del siglo XIX que surgió inicialmente para su uso como medicamento; sin
embargo, actualmente su uso se encuentra altamente restringido en la mayoría de
los países por tratarse de una droga de abuso.
A finales del siglo XIX, debido al incremento de la
tuberculosis y la neumonía, los químicos del Laboratorio Bayer buscaban un
fármaco supresor de la tos sin los efectos adictivos de la morfina. En 1878,
Charles Romley Alder Wright aisló un opiáceo nuevo gracias a la acetilación del
clorhidrato de morfina, con lo cual obtuvo diacetilmorfina, llamada heroína. La
heroína se podía comprar sin receta en las farmacias de forma legal. El
Laboratorio Bayer la vendía en forma de jarabe para los niños contra el catarro
y otras enfermedades respiratorias. El nombre fue registrado en junio de 1896.
Se desarrolló principalmente como un sustituto de la morfina, supresor de la
tos "que no crea adicción ni otros
efectos secundarios", como rezaba la propaganda de la empresa. La
morfina en ese momento era una droga recreativa popular, y Bayer deseaba
encontrar una similar, pero que no creara tanta adicción. Sin embargo, en
contra de como lo presentaba la publicidad de Bayer: "sustituto no adictivo de la morfina", la heroína pronto
generaría una de las mayores tasas de dependencia entre sus usuarios, superando
a la morfina. (WIKIPEDIA).
Para los individuos con adicción a esta droga, la más común
y peligrosa complicación es una sobredosis. Según varios informes, el 50-60% de
los consumidores de opiáceos, al menos una vez, sufrieron una sobredosis.
También se pueden desarrollar psicosis y estados epilépticos. Además, al tomar
la heroína, hay consecuencias a largo plazo que se manifiestan en una variedad
de trastornos de la microcirculación, enfermedad en el hígado, y en los
componentes que actúan durante la depresión del sistema nervioso central.
Merck fue el primer laboratorio, que, a fines del siglo XIX,
produjo cocaína para su venta por sus
“beneficiosos efectos farmacológicos”, promocionados por la comunidad
científica, siendo Sigmund Freud uno de sus principales promotores. Pero, se
retiró del mercado por los efectos adversos y muertes que producía el uso
“legal” de la droga.
En Argentina, se comercializó libremente hasta 1905 en su
forma de clorhidrato, y se la conocía con el nombre de cocó, o merca. El primer
nombre como consecuencia de una deformación del inglés coke y el segundo, como deformación del nombre del Laboratorio Merk
que lo expendía en frascos acaramelados de 1 gramo . Ese laboratorio
era Merck y de ahí lo de Merca. “No se
conocían cocó ni morfina./ Los muchachos de antes no usaban gomina” dice el
tango Tiempos viejos, demostrando su popularidad.
Debido a su poder extraordinario para causar entumecimiento,
así como para contraer los vasos sanguíneos e inhibir las hemorragias, la
cocaína fue un anestésico muy usado en las operaciones de nariz y garganta. Sin
embargo, hoy nadie duda de sus perjudiciales efectos adictivos, a la vista en famosos
actores y deportistas consumidores.
Algunas drogas son legales aún hoy y los farmacéuticos saben
del cuidado que se debe tener para que adictos no intenten conseguirlas con
recetas falsas o directamente mediante el robo. Ejemplos de eso son la Ketamina
y el Reypnol.
El Reypnol o Flunitrazepam se
sintetizó en 1970 por Roche y es usado hospitalariamente como
sedante quirúrgico. Ingresó al mercado en Europa en 1975, y a partir de los años 1980 comenzó a estar disponible en otros países.
Apareció en Estados Unidos en los años 1990. Con el uso prolongado se
desarrolla dependencia. La interrupción brusca de un tratamiento a dosis usuales
puede ocasionar un síndrome de abstinencia (ansiedad, agitación, agresividad,
insomnio, temblor, espasmo muscular). Si el tratamiento es con dosis elevadas,
el síndrome de abstinencia puede ser grave (delirio y convulsiones).
La ketamina (también conocida como
"Special K" o como "Kit Kat") es una droga disociativa con
potencial alucinógeno, derivada de la fenciclidina, utilizada original y actualmente
en medicina por sus propiedades sedantes, analgésicas y sobre todo, anestésicas. La
ketamina es utilizada en humanos y también en medicina veterinaria (equinos).
En los últimos años se ha propagado su
administración con fines “recreativos”, surgiendo fenómenos de desvío de la
sustancia del circuito legal. Son crecientes los casos de abuso, con cuadros de
toxicidad y muertes por sobredosis, atribuibles en parte a la subvaloración de
riesgos por parte de estos usuarios.
Nuevamente la legalización no evita el
problema. Nos vuelve atrás.
La aparición de
Internet ha generado un nuevo circuito de venta y difusión. El Fiscal Horacio
Azzolin, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Ciber-delincuencia
(UFECI), que depende de la Procuración General de la Nación, dice: “La experiencia de las investigaciones
muestra un incremento de entre el 25% y el 30% en los últimos tres años”
(Clarín, 02/05/2016).
Las opciones por la Web son muy amplias: se comercializan marihuana, cocaína,
LSD, éxtasis y más, con absoluto descontrol demostrando que la liberación sólo
incrementa la difusión.
¿Drogas “buenas” o
“blandas” con control de calidad...?
Hemos escuchado en estos días a quienes dicen que si las
drogas tuvieran control de calidad serían menos perjudiciales. Y postulan algo
así como un control de calidad “al paso”
para “mitigar” el daño de quienes se
drogarán igual.
Quienes esto dicen, desde ya, no piensan en las barriadas
pobres, en las cuales hacen estragos el paco, el alcohol y la aspiración de
poxiran, ya que sería un despropósito, por ejemplo, pensar en que el paco,
verdadero desecho de la producción de cocaína, pueda ser “mejorado”. De la misma manera para el alcohol o el Poxiran (que
es un pegamento). Tampoco en las drogas sintéticas, en las cuales se
experimentan las nuevas que surgen, con los mismos consumidores y examinando
“empíricamente”, sus efectos.
¿Qué les propondríamos a los consumidores de paco? ¿Qué
cambien de droga por una más cara y segura? ¿Les propondríamos que tomen “de la buena”?.
Como esos consumidores pobres no tienen dinero suficiente
¿les daríamos un subsidio para “la droga
buena o la droga blanda”?. ¿No sería más justo tener planes de recuperación
basados en la posibilidad del trabajo y el estudio, en una vida digna, con todo
lo que ello implica, y en su recuperación facilitando el despliegue de las
capacidades transformadoras que todos los sujetos tienen?. ¿No sería mejor
trabajar para darles un futuro y que “quieran” la vida?
Cuando debiéramos estar trabajando para prevenir y curar el
tabaquismo y el alcoholismo ¿introduciríamos un nuevo problema con la
marihuana, considerada blanda aunque es la puerta de entrada a las otras?.
¿Abriríamos, entonces, el camino de la reconversión de la industria del tabaco
en industria de la marihuana, como se indicó más arriba?.
En el caso de la marihuana, por ser una sustancia de largo
uso en diferentes culturas y sitios del mundo, su consumo ha sido aceptado en
muchos países, dada la creencia de que, al ser un producto de origen natural,
produce menos efectos nocivos, al compararla con otras drogas de abuso y el
alcohol; sin embargo, esta falsa creencia ha convertido a este compuesto en una
droga de inicio o la puerta de entrada al problema de la
polifarmacodependencia. No es el lugar de analizar sus efectos pero múltiples
trabajos científicos indican perjuicios síquicos diversos derivados de su uso.
El descubrimiento del llamado sistema canabinoide endógeno ha abierto su
estudio con fines terapéuticos pero también para el conocimiento de sus efectos
tóxicos variados, dependiendo de la persona, su dosis y el tiempo de
exposición. Se está generando una falsa discusión porque su uso terapéutico no
habilita a decir que “no hace nada”.
Se han mencionado más arriba los casos de sustancias legales para usos
específicos que sin embargo son perjudiciales si se las usa como droga “de recreación”. Este eufemismo “sustancia recreativa” denota la intención
de hacer pasar la idea de su inocuidad general y la posibilidad de su venta
libre para “diversión”.
El Dr. Damin, Jefe de Toxicoilogía del Hospital Fernández
sostiene al respecto: “El uso de
marihuana por vía inhalatoria (fumada) provoca una irritación de toda la vía
aérea superior y de los pulmones con riesgo de producir cáncer de labio,
laringe, tráquea y pulmón, aunque en el largo plazo. Además, produce
alteraciones endócrinas que podrían llevar a la esterilidad secundaria. A nivel
neurológico, produce una estimulación del apetito y alteración de la
personalidad que se traduce en hilaridad y depresión con euforia. Tiene una
clara acción en algunos centros cerebrales. En la esfera psíquica produce el
llamado "síndrome amotivacional", fundamentalmente en los
adolescentes, que se evidencia en la falta de iniciativa y "desgano"
para realizar cualquier tipo de actividad organizada socialmente.”
Tal vez los que proponen esta solución de las drogas buenas,
blandas o controladas piensen como en el (negado por su autora) Twitter de la
Vicepresidente Michetti: “El narcotráfico
se lleva a nuestros jóvenes sin distinción. Jóvenes pobres que se drogan y
jóvenes ricos que tienen excesos”.
Es decir, ¿debemos interpretar que sería una solución (de
mitigación parcial) para los que tienen
“excesos” no para los pobres que se drogan...?
Pero supongamos, por un momento, que el control de calidad
de las drogas se realizara. En ese caso: ¿cómo se haría?. ¿Los consumidores
vendrían con una pastillita en la entrada del boliche para que sea testeada?.
Imaginemos una cola con miles de personas esperando “el resultado de su pastillita”. Para
eso tendrían que comprar dos. Una para la prueba y otra para consumir. Doble
negocio para los traficantes.
Se ha escuchado por TV que en Noruega se haría algo así, con
un equipamiento para hacer tal determinación. No me consta. Lo que si me consta
es que en Argentina los organismos de control de medicamentos no tienen tal
tecnología y que trabajan, a duras penas, con una crónica falta de insumos, de presupuesto,
de aparatología y de personal. También me consta que los hospitales carecen de
lo mismo: personal, presupuesto e insumos. Esto es así porque somos un país
dependiente, indefenso, pobre, esquilmado por cuanta potencia se precie de tal.
Lo anterior, en realidad, esconde un debate en salud pública
sobre el objetivo final de los programas de salud: ¿Erradicar la drogadicción o
mitigar sus efectos ya que erradicar la drogadicción se considera imposible?
La “mitigación”: falsa respuesta a la
drogadicción
Hace unos años, en ocasión de la epidemia de Dengue del
2009, un epidemiólogo extranjero, que colaboraba con instituciones argentinas
en la lucha contra esa enfermedad, decía que le llamaba la atención que en
nuestro país se hablaba frecuentemente de hacer controlable, o llevar a niveles
controlables, una epidemia. Y decía que, en su país, se planteaba en cambio,
erradicar una enfermedad, si había instrumentos para ello. Podía ocurrir que no
se lo lograra en las primeras campañas pero el objetivo era la erradicación. Lo
anterior, decía el experto, no significaba que no se paliaran o mitigaran los
efectos, mientras tanto. En Argentina, no obstante, es frecuente que se hable
de controlar una patología que podría erradicarse. Y, entonces, la mitigación
de los efectos o el uso de paliativos se convierten en el objetivo final. Lo
único posible.
Esta última concepción abarca ámbitos que están más allá de
la salud colectiva. Por ejemplo, de fondo, se plantea llevar la pobreza a “niveles aceptables”, con el argumento
de que “pobres siempre van a existir”,
como se argumentaba en el período menemista, de manera abierta. El gobierno
kirchnerista simplemente ocultaba los datos de pobreza. Y el actual habló en
sus inicios de pobreza cero pero esta claro que no hay medidas para ello, sino
todo lo contrario.
En el caso de la droga, como se piensa que la drogadicción
siempre va a existir (porque en el fondo se sostiene que es el narcotráfico el
que siempre va a existir) se ha difundido la idea de la mitigación: enseñar al
adicto para evitar los efectos más graves.
La idea de la mitigación como objetivo máximo es la
correspondiente, en lo social y sanitario, al posibilismo en política. Para
esta visión, la política es el arte de lo posible, no la ciencia y la capacidad
de hacer posible lo necesario. Como no se está dispuesto a tocar las causas de
fondo se “administran” los efectos. Se busca que los efectos se limiten hasta
lo aceptable socialmente, para que no provoquen reacciones mayores de la población.
Es decir, hacer “gobernable” la situación. Es la gobernabilidad aplicada al espacio
de la salud pública.
Sintéticamente: “si no
se nota demasiado, no es problema”. Esto es funcional a la permanencia del
narcotráfico. Por ineficiencia, por ausencia o por complicidad del Estado con
las causales del problema.
En el diario Clarín del 30-04-2016 se pueden leer los
siguientes consejos dados por una ONG colombiana, que cuenta con el apoyo del
Estado, que desde 2008 trabaja en lo que se llama “la reducción de daños”:
“Si va a fumar marihuana, lo mejor
será tener preparado de antemano un plato de avena, una tarta de espinaca y un
poco de pescado. Así podrá recuperar la pérdida de zinc que produce el cannabis
y sobre todo evitará caer en la tentación de ir corriendo a la heladera y
devorar en treinta segundos un flan con dulce de leche. En cambio, si lo que va
a consumir son pastillas de éxtasis es mejor que al llegar a casa tome un vaso
de leche para bajar la ansiedad y coma frutillas y kiwi para reponer vitamina
C. En medio de la noche, recuerde que siempre viene bien salir a tomar aire y
descansar un rato antes de volver a las pistas. Y sobre todo, espere un poco
antes de volver a tomar otra pastilla porque no tendrá un mejor “viaje”, sólo
terminará con sobredosis.”
En España, Energy Control ofrece el test gratuito de
pastillas, para saber qué es lo que se está consumiendo, qué componentes tiene,
su grado de pureza y qué dosis se debe consumir para no entrar en sobredosis.
Además emite alertas sobre qué drogas están circulando y su grado de
peligrosidad, exige que los boliches tengan un área de descanso y da consejos
para saber como actuar si alguien se descompone y a qué síntomas estar alerta.
¿Es este el camino para Argentina? ¿Es posible este camino de convivencia con
las drogas con consejos y tests gratuitos en las zonas más pobres de nuestro
país? ¿O es abandonar a los más pobres y paliar a niveles “controlables” a los
sectores más pudientes?. Por último, alguien sumido en la pérdida de razonamiento
y control por el efecto de las drogas ¿seguirá estos detallados consejos?.
Los partidarios de la “mitigación” sostienen que el sistema
consiste en mejorar la calidad de vida de los usuarios de drogas, reducir la
mortalidad y evitar las enfermedades asociadas como en la transmisión del VIH
por drogadicción endovenosa.
Pero la comparación con el HIV es incorrecta.
En el caso del HIV se trata de evitar el contagio de
drogadictos por vía endovenosa para que no se difunda una enfermedad para la
que todavía no hay una vacuna, solo medicamentos que
tienden a hacerla crónica por ahora (si bien científicos destacados sostienen
que si se hubieran destinado a producir una vacuna los ingentes fondos
dedicados a producir nuevos medicamentos que beneficiaron el negocio de los
grandes laboratorios, hoy ya tendríamos una vacuna que permitiría erradicar el
HIV).
“En la Argentina, unas 50.000
personas al año buscan tratarse por su adicción a las drogas pero no lo
consiguen, según estimaciones oficiales. No es que les falte fuerza de voluntad
a la hora de iniciar un tratamiento. Tampoco que desconozcan -ellos y sus
familias- que en sus casos el consumo de sustancias es problemático. La
cuestión es más elemental: a la enorme mayoría el sistema de salud los rechaza
por falta de capacidad. Los centros de tratamientos son insuficientes", aseguró el Dr. Carlos Damín, jefe de
Toxicología del Hospital Fernández. Y agregó: "En algunos lugares, como no los pueden atender, les dicen que
vuelvan en 20 días para hacer la admisión. Pero al adicto hay que atenderlo en
el momento o se los pierde"
Lo que ha hecho Noruega en 2015 es despenalizar el consumo
si se acepta el tratamiento. Considera al drogadicto como un enfermo, no un
delincuente. Noruega está en las posiciones de cabeza en Europa, en lo que a
muertes por sobredosis de heroína se refiere en proporción a su población, con
69.6 casos por cada millón de habitantes en 2013, sólo por detrás de Estonia.
Pero en Argentina ¿cómo se diferenciaría lo que es consumo
de lo que es comercio “minorista”, en medio de la corrupción y/o complicidad de
las instituciones que debieran hacerlo? ¿Están dispuestos los gobiernos de
Argentina a ofrecer terapias, asistencia, bonificaciones al empleo y hasta
préstamos personales, como “dicen”
que se hace en Portugal?. Lógicamente debieran tomar medidas similares con los
no adictos, en caso contrario estarían fomentando la adicción para recibir
ayuda social. ¿es esto posible en un país con 70% de jubilados que cobran 4.900
pesos al día de hoy? ¡es el 82% de un sueldo mínimo de $ 6.000 que cobra otro
gran porcentaje de la población!.
Una nueva lógica para el tratamiento del drogadicto está
basada en cambiar las jerarquías del debate: en vez de poner el énfasis en
discutir la legalización y la despenalización del consumo de las drogas,
proponen apuntar toda la batería académica, médico-científica y recursos
económicos a lo primero y más importante: bajar el consumo y la demanda.
El Dr. Carlos Damín, como se dijo más arriba jefe de
toxicología del hospital Fernández, profesor titular de toxicología de la UBA y
director de Fundartox, precisa: "hay
que debatir sobre el consumo para que los chicos elijan no consumir. El
problema aún es tener una sociedad que quiere consumir sustancias. Hay que
gastar menos dinero en hablar de la legalización y enfrentar el problema del
consumo. Hay que cambiar la lógica del debate: lograr que los chicos se
cuiden"... "El problema es que en
Sudamérica seguimos detrás de las sustancias, en vez de apuntar a disminuir la
demanda. Tenemos que tratar de que el chico no la quiera".
Postulantes oficiales de la
legalización o del “mirar para otro lado”...
"Como
dijo Pablo Escobar no hay posibilidades de que la policía le gane al narcotráfico", afirmó, cuando
estaba en funciones, el ex Secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni y
aseguró que estaría de acuerdo si se despenaliza toda la cadena, "desde la producción hasta el
consumo".
Palabras de un ex Secretario de Seguridad
de la Nación. Más allá de lo insólito de que tome como referente al capomafia
del narcotráfico colombiano Pablo Escobar, resulta sorprendente enterarnos que
el Coronel Berni piensa en la legalización de la producción de droga.
Si el encargado de combatir el
narcotráfico pensaba así, ya sabemos los resultados.
"Yo estaría de acuerdo si se despenaliza toda
la cadena, desde la producción hasta el consumo. Despenalizar sólo el consumo no termina de ser
efectivo", apuntó en su momento. Es decir, no sólo despenalizar al
consumidor individual (al que habría que ofrecer, dicho sea de paso,
condiciones y medios de recuperación) sino al que las produce, elabora, industrializa.
Es decir...al narco.
Simultáneamente el día 17 de enero
de 2014, mediante un decreto que fue publicado en el Boletín Oficial, el
Gobierno de la Dra. Cristina Kirchner decidió que la Secretaría de Seguridad
que encabezaba Sergio Berni pasara al frente de la lucha contra el narcotráfico,
al transferirle funciones que pertenecían a la órbita de la SEDRONAR. Firmó
para ello el decreto 48/2014, en el que detalla que transfiere las funciones
relativas "a la lucha contra el
narcotráfico a la órbita de la Secretaría de Seguridad".
Está claro que aquellas opiniones de
Berni eran una política oficial.
“Agricultura” e
“industria” de la droga
El Coronel Berni, en ese entonces,
negó que Argentina sea un país productor: "No
existen las condiciones climáticas y geográficas para el cultivo de cocaína a
gran escala. La extracción se realiza en los lugares de la plantación, y se
hace en el mismo lugar", argumentó Berni y, si bien destacó que se han
detectado y desbaratado cientos de laboratorios, conocidos en la jerga como
cocina de drogas, sostuvo que el problema debe ser abordado con otra
perspectiva.
¿Desconocía el Coronel Berni que
para “industrializar” droga no se
necesita el cultivo, cuyo producto puede importarse, sino de laboratorios de
purificación (del producto de siembra de plantas que son materia prima) y de
producción de drogas de síntesis?. Las drogas de síntesis, por ejemplo, son
un conjunto de sustancias psicoestimulantes, en su mayoría derivadas de
anfetaminas. ¿No es una muestra de desidia intencional que el gobierno haya
mantenido sin nombrar Director por seis meses, después de la renuncia de
Bielsa, al SEDRONAR, que precisamente controla el uso de los productos químicos,
como ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, éter, etc., indispensables para la “industrialización” del principio activo
de la coca?.
Y es bueno reiterar que mientras
SEDRONAR se dedicaba a controlar industrias legales, laboratorios, farmacias,
etc., el negocio de la efedrina prosperaba a la luz del sol, como supimos por
el conocido crimen en el que parecen estar implicados personajes afines al
kirchnerismo y aportantes a las campañas electorales oficialistas.
Por ese entonces, en esta confusión
entre la siembra y cosecha de la planta y su posterior industrialización, con
extracción de principios activos y síntesis de nuevas drogas por modificación
química, insistió también, en su comunicación matinal del 21-02-2014, el ex Jefe
de Gabinete Capitanich.
El paco es un subproducto secundario
de la purificación de cocaína. Su difusión en los barrios ¿es producto de la
“importación” o subproducto de la fabricación nacional?.
¿País de creciente
consumo, tránsito y producción?
Respecto a la industrialización de
drogas y la producción de estupefacientes de síntesis, es bueno recordar que,
en ocasión del desastre de Cromagnon, se supo que en ciertos boliches bailables
se cortaba el agua corriente para que, ante la sed que provoca una droga de
síntesis como el éxtasis, los concurrentes se vieran obligados a comprar agua a
precios exorbitantes. Y que estos ingresos eran mucho más importantes que el
que provenía del pago de entradas. Nunca se ahondó demasiado en este tema. Por
eso todo siguió igual. Y la circunstancia se repitió en Costa Salguero,
Entonces, ¿lo ocurrido fue
casualidad o consecuencia inevitable de una política oficial de ausencia
intencional?
Lo afirmado por Berni, negando la “producción nacional” de drogas
adictivas, contrasta con informaciones que aseguran que la importación de
precursores de la fabricación de drogas de síntesis, por parte de Argentina, ha
aumentado de manera constante en los últimos años. Esto indica que la
fabricación de drogas debiera haber aumentado. Distintas fuentes serias afirman
que la acción policial sólo descubre el 10% de lo que se consume. La ONU
sostiene que Argentina se convirtió en el tercer exportador de droga hacia
Europa desde América Latina. Y hay importantes indicios de la participación de
organismos de seguridad y estamentos políticos y judiciales en el crecimiento
de la droga en nuestro país. El mismo Berni reconoció que se descubría no menos
de un personal a sus órdenes involucrado en casos de drogas, por semana.
La lucha entre distintos grupos
narcos es parte de las noticias periodísticas cotidianas. En Argentina se habla
mucho del blanqueo de capitales. Pero se investiga poco sobre su origen.
Fortunas que crecen como hongos de la noche a la mañana, el juego (¿origen de
ganancias o blanqueo de capitales negros?), lujosos hoteles desocupados que
figuran con lleno completo, cuevas financieras, trata de personas y la droga.
Combinación explosiva.
La complicidad de estamentos del Estado,
ha sido denunciada por diversos expertos en el tema:
"El narcotráfico
viene financiando sectores de la política desde hace unos doce o quince años en
la Argentina. Se trata de un fenómeno nuevo, serio, que compromete a actores
políticos, de todas las fuerzas, jueces, sectores policiales y burocracia estatal;
sin embargo, ni siquiera hay una política en marcha para enfrentarlo. Tampoco
demasiada conciencia de la gravedad del tema. Hasta parece increíble que una
campaña presidencial haya sido financiada, en parte, con dinero narco y que eso
no haya significado el fin de ninguna carrera política", apuntaba, ya en 2014, el
politólogo Alberto Föhrig, profesor en la Universidad de San Andrés, cuya
especialidad académica cruza política y narcotráfico. Un área inexplorada en un
país que, según este investigador, ha cambiado su posición en el negocio
internacional de las drogas. (La Nación, 27-10-2013).
"Los patrones de movimiento del
crimen organizado han cambiado -asegura- y ahora la
Argentina, junto con Brasil y en menor medida Chile, forma parte del último eslabón
en la cadena de producción de cocaína. A raíz de la guerra contra las drogas desatada
en Colombia y México, jefes encumbrados de los carteles de esos países han emigrado
al sur de América latina. Una migración favorecida por la debilidad en el
control de nuestras fronteras".
Föhrig conecta la fragmentación interna de los
partidos -lo que llamamos "ismos" dentro de las fuerzas políticas,
otro foco de su interés académico- con la expansión del negocio narco. Lo
explica: "La política, como el
narcotráfico, es territorial. Los narcos necesitan de sectores de la política,
de la justicia y de la policía para que les den protección". Revela
que, tanto dentro de la política como de la policía, hay tres tipos de vínculos
con el crimen organizado, ligado al tráfico de estupefacientes. "Están quienes confrontan con los
narcos, quienes conviven (esos gobernadores que no quieren tener problemas y
miran para el costado), y los que son socios". Y, sin dudar, asegura
que, en el conurbano bonaerense, "hay
intendentes que son cómplices del narcotráfico, pero no me corresponde a mí
nombrarlos. Yo no soy investigador policial".
La Argentina como ruta de transito y como proveedor
de otros países es de larga data. Ya en los años 80 Argentina proveía alrededor
del 5% del mercado estadounidense según archivos confidenciales, hechos
públicos en ese país. Argentina era entonces un país de tránsito. Luego
apareció el consumo local. Ya entonces una parte de lo que entraba quedaba en
el país.
Más recientemente, algunas fases del procesamiento de
droga pasaron a efectuarse en el país, particularmente en el sector de las
drogas sintéticas y en la transformación de la pasta base en clorhidrato de
cocaína, afirmaba el experto Fohrig. Este investigador sostiene que esto es
posible por el desarrollo de la industria química y farmacoquímica argentina
que hace accesibles ciertos insumos necesarios. Hay un mercado ilegal de precursores
químicos.
Es decir, Argentina creció como exportador, como
consumidor y como elaborador.
También es un causal, a considerar, el aumento de la
pobreza (que afecta particularmente a los jóvenes) y la pérdida de horizontes
de trabajo y de estudio. Antes de la Dictadura, Argentina tenía menos de un 10%
de pobreza, menos de un 10% de desempleo y menos de un 10% de trabajo informal
(en negro). Como dijo la entonces Presidente, Sra. María Estela Martínez de
Perón, refiriéndose al golpe de Estado inminente: “vienen a destruir las chimeneas de las fábricas”.
Hoy Argentina tiene un 35% de trabajo en negro.
La pérdida de horizontes de trabajo y estudio genera
una masa de jóvenes que es terreno fértil de un narcotráfico que, inclusive, es
parte del Estado que lo cobija.
De Cromagnon a Costa
Salguero: complicidad continuada.
Con
respecto a lo ocurrido en Cromagnon, en su oportunidad, escribí lo que sigue:
“En los estudios de seguridad en el trabajo existen dos formas de ver un
accidente. Una dice que el accidente es consecuencia de un hecho fortuito que
provoca una lesión física o síquica en las personas. Se lo considera fruto del
azar y poco queda por hacer. Quienes piensan así creen que el siniestro es
inevitable (es el argumento del fatalismo o del riesgo intrínseco a la labor
desarrollada). A lo sumo,
y esto es lo grave, en esta concepción la víctima suele ser responsabilizada
del accidente por impericia o negligencia (llamada legalmente “imprudencia
temeraria”) que lo lleva a cometer “actos inseguros”. Tanto es así que a esta
concepción se la ha llamado “ideología del acto inseguro”
Pero existe otra concepción de la seguridad en el trabajo. Aquella que
dice que el accidente es producto de condiciones de trabajo que se deterioran
primero lentamente, luego más rápidamente, para desembocar en un accidente con
lesiones. Y aquí aparecen causas a veces alejadas del hecho y responsables
distintos a la víctima.
Estará claro para el lector que el sistema de entrega y sumisión
nacional imperante en nuestro país suscribe rápidamente a la primera visión. Con ello se evita toda responsabilidad del “establishment” beneficiario, del Estado
que lo representa y de los funcionarios gerenciales.
La segunda concepción, además, hace epidemiología del accidente. No se
queda en el hecho individual, analiza qué tipo de accidentes le ocurren a qué
tipo de personas, en qué lugar y en qué momento, para descubrir – en la
multitud de causas y efectos que se concatenan – las razones por las cuales el
siniestro o accidente se produce y porqué afecta más a determinados grupos
sociales que a otros. Todo lo anterior puede extenderse al tratamiento de
desastres y catástrofes.”...
...“En todo plan de seguridad pública ante accidentes hay, primero,
hipótesis de desastres posibles. De la misma manera que en el plano militar hay
hipótesis de conflicto. Estas hipótesis se tejen analizando la probabilidad de
que un hecho se produzca y la gravedad de sus consecuencias. Es lo que se llama
“Análisis de Riesgo”.
¿El sistema de prevención nacional, provincial y local no tenía como
hipótesis que algo así ocurriera?. Esto indicaría, al menos, ineptitud por
parte de las autoridades. Pero no es así. No es impericia. Es defensa de los
intereses de los sectores privilegiados que llevaron a Argentina al lugar y la
situación en que se encuentra.”
“Hubo fracaso en la fase preventiva. ¿O acaso el Jefe de Gobierno Ibarra, el Comisario de
la zona, las máximas autoridades policiales, el Ministro del Interior y el de Salud
de la Nación y el Secretario de Salud de la Ciudad, e incluso el Presidente
Kirchner, no saben lo que cualquier joven conoce respecto a estos lugares, y
que pueden ser causales de siniestros?
Veamos algunos de ellos:
·
Por lo
general (y las inspecciones que se están realizando en la Ciudad y la Provincia
de Bs. As. lo confirman) las construcciones tienen muchos materiales
combustibles inadecuados, no hay luces de emergencia, faltan matafuegos para los
distintos tipos de combustión posibles (fuegos A, B, C, etc.), faltan salidas
de emergencia, no hay señalizaciones de vías de escape adecuadas y
fluorescentes para que se vean en un corte de luz (que se efectúan
sistemáticamente en casos de incendio). Las salidas de emergencia suelen estar
cerradas para evitar el ingreso sin pagar. (...)
·
La
legislación exige que la capacidad no supere una persona por metro cuadrado libre.
La habilitación de Cromañón era para 1031 personas. Y, está demostrado, había
más de 3.000. con la consiguiente saturación de salidas de emergencia e incremento
del riesgo. La sobreventa de entradas (hecho frecuente y repetido en todos los locales)
es para aumentar las ganancias. Dicen que cumplir la reglamentación les daría
“pérdidas”. Se cambia, entonces, riesgo de pérdida de dinero por riesgo de
pérdida de vidas.
·
Es frecuente que no funcione el sistema de
ventilación para que el calor obligue a consumir bebidas. Además cierto consumo
de drogas produce sed. Entonces se corta el agua corriente para que los
asistentes compren botellas de agua a precio cinco veces el real. Una
periodista del Canal 26 de Multicanal lo informó como cosa conocida. El Señor
Ibarra debiera saberlo. Una joven de 23 años le dijo a quien escribe estas líneas:
“Cuanto más caro el boliche, más droga y de la más cara y, consecuentemente,
más cortes de agua corriente.” ¿Casualidad o causalidad? ¿Doble negocio con la
droga?¿Impericia o complicidad?¿Quiénes son responsables de la distribución de
esa droga?.
·
Y ligado a lo anterior: se calcula que el ingreso por
venta de bebidas duplica al de las entradas.
Lo escrito hace años tiene plena vigencia en la
actualidad en los hechos recientes.
Hubo, en aquella época de Cromagnon, algunos
funcionarios sancionados y empresarios presos. Hoy, otros los han reemplazado y
en magnitud mayor.
Y sigue ocurriendo lo mismo.
Clarín del 22-04-2016 publicaba: “La diferencia con Cromañon es sólo
cronológica”. José Iglesias, padre de una de las víctimas de la tragedia del
boliche y querellante en la causa que terminó con los músicos de Callejeros
detenidos, vinculó hoy ambas tragedias, al presentarse como amicus curiae en
los Tribunales. Iglesias, junto al legislador porteño y titular de la
organización La Alameda, Gustavo Vera y María Luján Rey, madre de uno de los
muertos por la tragedia de Once, se lo solicitaron a Casanello en un escrito.
En el texto, destacaron la “importancia institucional” del caso por entender
que puso a la luz “una estructura delictiva, perversa y permanente que tiene como
víctima a la juventud” (...) “Nada de esto se puede hacer sin connivencia.
Había 20.000 personas, con 45 grados de temperatura y las canillas cerradas, y
nadie se enteró de nada. Hasta los médicos que estaban atendiendo se tenían que
dar vuelta y denunciar lo que estaba pasando”, dijo Iglesias en la puerta de
los Tribunales de Comodoro Py, luego de presentar la solicitud.”
“También
insistió en la responsabilidad del Gobierno de la Ciudad y dijo que “hay que
recordar un poco la historia que está en toda la causa Cromañón”. Iglesias
recordó que en enero de 2005 el entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, tuvo
que ir a dar explicaciones a la Legislatura, y que ayer (21-04-2016) fue
rechazado el pedido de que lo hiciera ahora el actual titular del Ejecutivo porteño,
Horacio Rodríguez Larreta. “El jefe de Gobierno de la Ciudad tiene el ejercicio
del poder de policía”, reclamó el abogado.”
Vera
cargó contra el accionar de la Prefectura: “Sí registró pero afuera, lo que era
competencia desleal, no vaya a ser que un cuentapropista les arruinara el
negocio a los que se aseguraron la zona liberada”.
Rey, Vera e Iglesias “pusieron la mira en “la estructura de
corrupción que conforma el control comunal” y aseguraron que, tras la tragedia
de Cromañón, “esa estructura no se purificó ni se modificó sino que se
perfeccionó. Se creó la Agencia de Control Comunal para erigir un vallado
institucional que separe al jefe de Gobierno de la ciudad de la responsabilidad
de hechos como Cromañón”.
“La
figura de “fiesta privada” utilizada para ese tipo de eventos constituye, aseguraron
“un engendro semántico, contradictorio por esencia con el concepto de poder de
policía” y que es “la nueva versión del negocio ilícito al que le puso fin la
causa Cromañón”. “Antes eran los locales de baile C que realizaban los
recitales; ahora eso no se puede hacer y, entonces, inventaron las fiestas
privadas”, aseveraron Rey, Vera e Iglesias.”
En ese marco, José Iglesias, padre
de una de las víctimas de la tragedia de Cromagnon, dijo que “Cromañón solo permitió que cambiaran los
cajeros, y que se perfeccionaran los mecanismos para seguir recaudando más, sin
riesgos. Ahora llegamos a Costa Salguero que es nada más y nada menos que un
ámbito de impunidad amparado por las leyes del Gobierno de la Ciudad. En este
caso, el DNU de 2010 dictado por Mauricio Macri”.
En efecto en ese
Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 2 de 2010 que emitió el actual Presidente
Mauricio Macri, cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, se reglamentaros la “fiestas
privadas” dando lugar a casos como los de Costa Salguero. Dice dicho DNU “se impone
contemplar especialmente los usos de casas de fiestas privadas, bares, café-bares
y afines, usos culturales y permisos especiales de eventos masivos; ... Que en
cuanto al uso "Casa de Fiestas Privadas", se destaca que si bien el
mismo se encuentra previsto en el Código de Planeamiento Urbano, carece de una
reglamentación específica en el Código de Habilitaciones y Permisos,
circunstancia que conspira contra la certeza jurídica acerca de sus condiciones
de funcionamiento, y de las reglas aplicables en materia edilicia”.
Hace unos días, como
parte de estas “fiestas privadas
reglamentadas” se denunció la realización de una falsa boda, disfraz para “otras actividades”. En un programa televisivo,
un joven denunció que era frecuente en estas fiestas que se les dieran a los varones
fichas para consumo gratuito de alcohol y que también ocurría que algunas
jóvenes mujeres hicieran favores sexuales para conseguir estas fichas. Nadie lo
desmintió, incluido un empresario destacado de este tipo de espectáculos con el
que fue cruzado telefónicamente.
Hoy nos enteramos que
los empresarios pagan a la Ciudad, por la concesión del predio de Costa
Salguero, la irrisoria cifra de 273.000 pesos al año. Un negocio redondo, con
complicidad estatal, distribución de drogas ilegales, ingresos obtenidos
aprovechando la situación (como el del agua), etc.
No fue un accidente. Fue
una cacería, que se repite cada semana a cuenta gotas en otros lugares, con
menos trascendencia pero con iguales resultados.
CONCLUSIONES.
La profundización de la dependencia de
Argentina, rapiñada todos los días de diversas formas y por distintas
potencias, trae su inevitable secuela de desocupación y miseria, destrucción de
la salud y la educación públicas, pérdida de horizontes de trabajo y estudio y
vidas invivibles para los jóvenes y corrupción en alto grado donde, a expensas
del Estado, crecen grupos económicos con vinculaciones con distintas potencias
imperialistas, de la noche a la mañana, con negocios legales, ilegales o “paralegales”.
Todo esto es terreno fértil para la
combinación letal del narcotráfico y la trata de personas con el lavado de
dinero, de los millones que estas actividades generan. Eso explica que
actividades muy usadas por el lavado proliferen, como el juego (exento de impuestos
en Argentina y en manos de “amigos de los gobiernos de turno”) y las actividades
de hoteles vacíos que figuran, sospechosamente, como llenos o de cuevas financieras
sospechosamente activas (de paso es bueno recordar que la renta financiera es
otra actividad exenta de impuestos en nuestro país). Los eternos blanqueos de
capitales, en Argentina, parecen ser condición y consecuencia necesaria de lo
anterior.
En drogas de adicción, primero fuimos un
país de tránsito, luego llegó el consumo y, por fin, la elaboración. Todo eso
necesita de cierta cobertura (o participación) estatal. Con todas sus
consecuencias.
La eliminación de este flagelo debe ser
parte del Proyecto de una Argentina independiente de toda dominación
extranjera.
Se necesita para ello una combinación de
políticas sociales de trabajo, estudio y salud para todos y de recuperación de
las víctimas que sea simultánea con una acción firme de erradicación del
narcotráfico en sus más altos niveles (tanto en el Estado como fuera de él) y
todos los medios colaterales que origina.
Eliminar el narcotráfico y la trata de
personas implica luchar contra distintas formas de lavado de dinero, blanqueo
de capitales y corrupción del Estado. Y, sobre todo, hace necesario un nuevo
Estado de Soberanía Nacional y Democracia Grande.
Pero eso sólo será posible con la más
activa unidad de los movimientos patrióticos y democrático-populares. Y,
principalmente, con la actividad de los millones de argentinos que no quieren
que esto siga. En cada provincia, en cada ciudad, en cada pueblo, en cada lugar
de trabajo o estudio.
Patriotas y luchadores del pueblo deberán
unirse en esta cuestión, como en otras, como parte de un Programa Mínimo de
acción inmediata.
Soldados del Pueblo Soberano,
combatientes de la Patria Independiente, luchadores de la Libertad: éste es
también un tema de ustedes.
Vital e insoslayable...
Nos va la vida en ello, como Nación. Y de
lo más importante de ella, parafraseando a Ramón Carrillo: la mujer y el hombre
argentinos en los cuales reside la verdadera Nación.
Y de los jóvenes, sin los cuales no será
posible cumplir el Acta de la Independencia del 9 de julio de 1810:
“Independientes de toda dominación extranjera”
(*)
·
Doctor de la
Universidad de Buenos Aires. Área Farmacia y Bioquímica.
· Magíster en
Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud - Departamento de Salud Colectiva –
Universidad Nacional de Lanús.
·
Licenciado en Ciencias
Bioquímicas (orientación Bioquímica Clínica) – Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional
de La Plata.
· Farmacéutico y Licenciado
en Ciencias Farmacéuticas – Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional
de La Plata.
· Químico (ciclo básico del
Doctorado en Ciencias Bioquímicas) – Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional
de La Plata.
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