Ante el fallecimiento de Carlos Menem…
LA MUERTE NO IGUALA CONDUCTAS…
Dr. Horacio Micucci, Consejo Asesor
Eduardo Mariano Lualdi, director
CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina
El
día 14 de febrero de 2021 falleció Carlos Menem.
Creemos
que es necesario dejar clara nuestra posición ante lo que significó para
Argentina su paso por la presidencia de la Nación. Sobre todo, en momentos en
que se escuchan voces reivindicando la totalidad o algunos aspectos de lo que
él impulsó siendo presidente.
Es
importante dejar clara nuestra posición porque lo que se está discutiendo es el
futuro de Nuestra Patria. Una opción de hierro tiene Argentina, hoy:
O
el camino (que impulsó Menem, pero no sólo Menem) de dependencia, indefensión y
sumisión nacional, de entrega del patrimonio argentino, de sus empresas
estratégicas, de privatización de las jubilaciones en la estafa de las AFJP, de
rendición ante el colonialismo inglés que usurpa nuestras Malvinas, islas del
Atlántico Sur, mares y espacio aéreo circundantes, de subordinación ante las
potencias imperialistas y su geoestrategia, de crecimiento del latifundio, que
impide el acceso a la tierra del verdadero campesino productor y se adueña de
una renta sin trabajar. De entrega de lo que se llamó y llama “las joyas de la
abuela” como nuestro petróleo y gas (que sin duda había empezado antes y
continuó después), nuestra aerolínea de bandera, nuestros ferrocarriles,
nuestra Flota Mercante, etc. La pérdida de nuestra capacidad de poder soberano
y de defensa sobre lo que es nuestro: nuestros mares, nuestro espacio aéreo,
nuestra tierra. Y sus riquezas…
O,
el camino de otra Argentina, agrícola, industrial, científica y tecnológica,
Independiente de toda dominación extranjera, como reza el Acta de nuestra
Independencia, vigente para nosotros. Que recupere las palancas claves de un
desarrollo independiente, en todos los planos. Con Seguridad y Soberanía
alimentaria, sanitaria, científica, agraria e industrial que, junto con
Fabricaciones Militares, son parte de una Defensa Nacional Patriótica y
Popular, Integral e Integrada.
Los
que defendieron y defienden lo primero, o encuentran aspectos rescatables en el
“menemato”, son partidarios de su política. Quieren continuar ese camino de
manera abierta o solapada. Son los que ven como una “travesura” de la viveza
criolla al “diputrucho” con el que se entregó Gas de Estado (empresa estratégica
y superavitaria). Son los que esconden bajo la alfombra aquel famoso “ramal que
para, ramal que cierra” que convirtió en pueblos fantasmas a pueblos
argentinos.
Son
los que reivindicaron y reivindican que debemos entrar al mundo por la puerta
de servicio y sumisamente. Mendigando migajas de los banquetes obscenos del
“mundo globalizador”. Como esclavos-siervos de las potencias imperialistas que
se disputan al mundo y también nuestro país, rapiñando nuestras riquezas y
ocupando espacios estratégicos, económicos y militares como el Aeropuerto
Lewis, la base china en Neuquén, la mayor base extrajera en América Latina como
es la base colonialista inglesa en Malvinas, la presencia estadounidense en el
Atlántico Sur, amenazante y descarada, como ocurre en nuestros días con un
submarino nuclear de esa bandera.
Nos
saquean y ocupan espacios estratégicos en vista a la disputa entre esas
potencias competidoras.
Los
que lloran o se muestran contritos con la muerte de Menem son los que piensan
que debemos entregar la Hidrovía y la soberanía de nuestros ríos interiores,
traicionando a los originarios que cayeron en Mbororé y los gauchos en la
Batalla de Obligado. Son los que trabajan para impedir una Argentina que
controle de manera efectiva el quinto litoral marítimo del mundo de 6.800
kilómetros y la Argentina Bicontinental con proyección antártica.
Son
los que nos proponen un “Pacto de la Moncloa”, que en su parte económica
aumentaba salarios por debajo de la inflación y que fracasó en España,
promovido por un rey desplazado porque su corrupción amenazaba la misma
continuidad de la corona española. Son los que olvidan que ese Pacto de la
Moncloa argentino fue el Pacto Menem-Alfonsín. Y que ese pacto, y la política
menemista continuada por el mendaz gobierno de De la Rúa, fueron arrasados en
la sublevación popular de diciembre de 2001. Son los que vuelven a promover hoy
un acuerdo nacional imposible entre los que trabajan para la entrega de
Argentina y el ajuste al pueblo y los que trabajamos para la independencia argentina
y los derechos del pueblo.
En 1978
Martínez de Hoz dijo, en el Diario La Prensa, que había que privatizar 30 ó 40
empresas del estado nacional y un número similar de empresas provinciales. Que
al principio sería difícil y cuesta arriba, luego se entraría en una meseta y
finalmente sería fácil y cuesta abajo. Una verdadera premonición de lo que
ocurrió. Ese golpe de Estado y ese asalto a la
Argentina –como se titula un libro del Dr. Julio C. González, Secretario Legal
y Técnico de la Presidencia en épocas del Gobierno de la Sra. de Perón–, vino a
practicar un genocidio para eliminar toda posible resistencia a lo esencial de
sus planes: el plan Martínez de Hoz.
El
Plan de esa dictadura no era la defensa de la Independencia nacional, sino el
plan Martínez de Hoz. Otros, Menem entre
ellos, lo ejecutaron. El menemato fue posible porque la dictadura lo hizo
posible.
Algunos
dicen que no hay políticas de Estado en Argentina. Es erróneo creer que no hay
políticas de Estado en nuestro país. Las hay: son políticas de indefensión
nacional, de sumisión nacional, de entrega continuada, de sufrimiento popular.
Nosotros
estamos del lado de los que nos opusimos y nos oponemos a ese camino. Los que
denunciamos la traición que hizo Menem al Programa de 1989, con el que llegó al
gobierno, para adoptar (y enriquecer) el programa de su inmediato opositor
Eduardo Angeloz, el del “lápiz rojo” del ajuste.
Estuvimos
y estamos del lado de la trinchera de los que exigimos la denuncia de los
Acuerdos de Madrid y Londres, cuyas reuniones preparatorias se hicieron en el
período Alfonsín-Caputo y se concretaron con Menem-Cavallo. Esos Acuerdos son
verdaderos Estatutos de nuestra indefensión y sumisión nacional, todavía
vigentes, reforzados luego, por los Acuerdos Malcorra-Duncan y Foradori-Duncan,
del gobierno de Macri. Y todos ellos fueron la concreción de lo que pactaron
Martínez de Hoz-Videla, en Londres, en 1977, como bien denunciara en su momento
el insigne mosconiano, Dr. Adolfo Silenzi de Stagni, en su libro “Las Malvinas
y el petróleo II”.
Hoy,
en el medio de esa disputa por los retazos de nuestra Patria y los
realineamientos de distintos grupos económicos, vinculados a distintas
potencias (EE.UU., Inglaterra, Europa continental, China, Rusia, etc.), los que
lloran a Menem coinciden en un futuro de republiqueta para Argentina.
Hace
ya muchos años, durante el período de Menem como presidente, un puñado de patriotas
y luchadores populares nos juntamos para contribuir a abrir un nuevo camino,
una nueva huella, como diría en esos momentos, el Dr. Julio C. González. Así
surgió la revista Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina.
Para su nacimiento confluyeron sin sectarismo, patriotas como el Dr. Mario
Gulich, el Coronel Francisco Javier de Guernica, el Vicecomodoro Roberto
Vicente Martorano, el Dr. Humberto Marioni y muchos otros.
Desde
entonces sostenemos que es necesario unir dos movimientos que estaban juntos al
principio de nuestra historia patria y fueron separados y enfrentados
intencionalmente: El movimiento patriótico y nacional y el movimiento
democrático y popular. El Teniente Coronel Adolfo Philippeaux, fundador y
primer presidente del Foro Patriótico y Popular, fue la personificación de la
unión de esos movimientos.
Tenemos
ya una historia nada despreciable en trabajar por unir lo patriótico y nacional
(es decir lo antiimperialista), con lo democrático y popular (es decir lo
social).
Unir
a esos dos grandes movimientos que son la clave para iniciar un camino
venturoso para Argentina. Unir a patriotas y luchadores sociales de distintas
vertientes ideológicas y políticas, con convicciones religiosas o sin ellas,
civiles y militares, de distintas profesiones…
Reiteramos
hoy, en que muchos muestran sus ideas al reivindicar a Carlos Menem y sus
políticas, nuestra voluntad y trabajo para lograr una Argentina con sus
Malvinas recuperadas donde haya alimento para cada uno, techo, tierra y trabajo
para todos, con salud y educación como derecho de cada uno y tierra para el que
la trabaja y para vivienda. Con salarios y jubilaciones que cubran, más allá de
porcentajes, lo necesario para vivir dignamente.
En
el camino de la Independencia “de toda dominación extranjera”.
Dr.
Horacio Micucci, Consejo Asesor
Eduardo
Mariano Lualdi, director
CUADERNOS
para el encuentro en una nueva huella argentina
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