¿QUÉ CAMINO SEGUIR EN LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA Y EN LA POSTPANDEMIA?
PANDEMIA: datos, balances e hipótesis al 19/01/2021
Por Horacio Micucci
(*)
En la página
WORDOMETER, cuyo enlace se adjunta más abajo, se puede encontrar una tabla
actualizada permanentemente con los datos mundiales sobre COVID 19.
ENLACE: https://www.worldometers.info/coronavirus/
La página web es de estadísticas mundiales,
de consulta por especialistas.
Sus datos son confiables para ellos.
La tabla permite
ordenar las columnas de manera ascendente o descendente.
Figuran todos los
países (hasta colonias, y otros como Andorra, San Marino y Liechtenstein)
Es interesante
observar que, al día de hoy 19 de enero de 2021, a las 19:37 horas, muestra (y
puede cada uno confirmarlo personalmente) algunos de los siguientes datos, en
tablas elaboradas sobre la información de WORDOMETER:
Tabla
Nº1. CONTAGIOS POR MILLÓN DE HABITANTES:
País |
Orden |
Casos por millón de hab. |
EEUU |
7º |
74.579 |
ISRAEL |
14º |
61.498 |
BÉLGICA |
16º |
58.513 |
SUIZA |
17º |
57.793 |
PORTUGAL |
19º |
55.692 |
PAÍSES BAJOS |
22º |
53.718 |
SUECIA |
23º |
52.622 |
REINO UNIDO |
25º |
50.921 |
ESPAÑA |
26º |
50.695 |
FRANCIA |
28º |
44.961 |
AUSTRIA |
29º |
43.878 |
BRASIL |
33º |
40.179 |
ARGENTINA |
34º |
40.058 |
Tabla
Nº2. MUERTOS POR MILLÓN DE HABITANTES
País |
Orden |
MUERTOS por millón de hab. |
BÉLGICA |
2º |
1.762 |
ITALIA |
6º |
1.376 |
REINO UNIDO |
8º |
1.344 |
EEUU |
12º |
1.237 |
ESPAÑA |
17º |
1.158 |
FRANCIA |
20º |
1.092 |
MÉXICO |
21º |
1.089 |
SUECIA |
22º |
1.045 |
SUIZA |
23º |
1.015 |
ARGENTINA |
25º |
1.014 |
BRASIL |
26º |
991 |
Nota:
En la Tabla Nº1. Casos por millón de habitantes., los primeros puestos son: 1º Andorra,
2º Gibraltar, 3º Montenegro, 4º República Checa, 5º San Marino y 6º Luxemburgo.
En
la Tabla Nº2. Muertos por millón de habitantes., el primer puesto lo ocupa San
Marino.
ALGUNAS CONCLUSIONES E HIPÓTESIS A ANALIZAR:
1.- La situación es grave en el mundo. Una pandemia es
comparable a una guerra. Efectivamente, en la pandemia de Gripe Española de
1918/1919 murieron 50 millones de personas mientras que en la Primera Guerra
Mundial fallecieron 22 millones.
El número total de
muertos por COVID-19, en EE.UU., supera los 400.000. Es más que el número de
estadounidenses que murieron en la Primera Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam
y la Guerra de Corea combinadas y casi la misma cantidad de estadounidenses que
murieron en la Segunda Guerra Mundial, informa CNN.
Ver: CNN en español: [citado 19 de
enero de 2021]; Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/2021/01/18/ee-uu-tiene-un-nivel-alarmante-de-transmision-de-covid-19-dice-un-experto-el-pais-suma-casi-4-millones-de-casos-este-mes/
Italia y Francia
tienen más muertos que muertos civiles tuvieron en la Segunda Guerra Mundial.
Argentina tiene una
cifra comparable a la suma de los muertos por causas políticas ocurridos desde
los bombardeos de Plaza de Mayo, en 1955, hasta la última dictadura.
No se debe
subestimar la situación. Estamos en una grave emergencia social y sanitaria,
agravada por la crisis económica en la cual estábamos sumidos, como resultado
de políticas anteriores. La pandemia es como una lupa que amplifica los
problemas y dolores de los pueblos, países y naciones oprimidos, entre los cuales
nos contamos.
La pandemia no es
un castigo divino. Ya se había alertado reiteradamente que las condiciones de
explotación del ser humano y del ambiente que éste integra, hacían prever ésta
y otras pandemias. La OMS (el 11 de marzo de 2019) y artículos en revistas
científicas de primer nivel lo habían alertado respecto al peligro de gripes
aviares. Y se identificaron causas sociales y económicas en el origen del Ébola,
en África.
Estas epidemias no
se producen por costumbres primitivas de grupos humanos. Se producen por las
condiciones de vida indignas en las que son obligados a vivir, por la
explotación a la que son sometidos.
Las pandemias no
son algo intrínseco a la naturaleza como un fenómeno sideral con poca
posibilidad de actuar sobre él. No estamos en la “ERA DE LAS PANDEMIAS”
como si fuera una era geológica o como una glaciación. Estas pandemias (como
las anteriores) son producto de un Modo de Producción. En este caso, el capitalismo
en su fase imperialista que, en función de maximizar las ganancias y disminuir
los costos, provoca estas situaciones.
Ver: Micucci H. Los determinantes
sociales de enfermedad: Ante la epidemia de Coronavirus es hora de hacerse
preguntas. Revista Argentina de Bioseguridad [Internet]. 2020 [citado 20
octubre 2020];7(7):44-49. Disponible en: https://fveter.unr.edu.ar/wp-content/uploads/2020/09/RAB-Ano-7-nro-7-2019.pdf
2.- El análisis de los datos presentados en el sitio
mencionado (WORDOMETER) permite advertir algunas cuestiones:
a) Argentina
ocupa el puesto Nº34 en contagios o casos por millón de habitantes, y el puesto
número 25º en muertos por millón de habitantes (más abajo que países del
llamado “mundo serio” por Carrió y Macri). Esto explica por qué, en los
últimos días, algunos comunicadores cesaron en su actividad de ponernos como
los peores del mundo. La línea “anticuarentena” ha fracasado de manera rotunda.
La línea de Macri,
Bolsonaro, Trump ha demostrado su impotencia. Y su fracaso.
Esta posición ha
sido la tradicional de la oligarquía argentina: subestimar las epidemias para
mantener en actividad “sus negocios”. En 1918, el 16 de octubre, ya en la
primera ola de la pandemia de gripe española en Argentina, el diario La Nación
publicaba "La grippe no debe alarmar, su presentación es benigna"
(SIC). NA: Con dos p, como si quisiera demostrar que era algo
extranjero…
En el verano de
1919 las clases pudientes de Buenos Aires festejaron y vacacionaron. La segunda
ola vino en el invierno de 1919. Arrasó nuestro país de norte a sur afectando a
los más pobres económica, social y sanitariamente.
Las cifras de
entonces, con la población argentina de esos años extrapolada a la población de
hoy, muestran el equivalente de 75.000 a 150.000 muertes actuales.
Ver: Carbonetti A. Historia de una
epidemia olvidada: La pandemia de gripe española en la argentina, 1918-1919. Desacatos [online].
2010, n.32, pp.159-174. ISSN 2448-5144 [citado 19 de enero de 2021];
Disponible en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2010000100012#:~:text=La%20pandemia%20de%20gripe%20espa%C3%B1ola%20lleg%C3%B3%20a%20la%20Argentina%20en,argentina%2C%20olvido%20cuyas%20causas%20desconocemos .
Y agrega Adrian
Carbonetti: “Las mismas páginas (NA:
de La Nación) daban cuenta de un fenómeno que es una constante cuando
aparece alguna epidemia: la especulación alrededor de ciertos productos con los
cuales era posible preservarse de la "grippe", según el conocimiento
popular. El periódico denunciaba que las pastillas de alcanfor, los laxantes y
las sales de quinina habían aumentado su valor en diez veces. En días
posteriores, en el mismo periódico, comenzó a aparecer publicidad de distinto
tipo acerca de productos cuya utilización, aseguraban, serviría para evadir o
curar la "grippe".
Esta tradición
oligárquica argentina de subestimar las epidemias y no tomar medidas a tiempo
fue heredada de Inglaterra que no aceptó nunca las cuarentenas en los lugares
donde éstas afectaran a sus intereses económicos. Boris Johnson actuó, al
principio, en consecuencia. Pero olvidó que los ajustes habían deteriorado su
sistema de salud y las condiciones de sectores de su población. Cuando lo notó,
cambió de línea. El fino instinto inglés advirtió el peligro.
b) También ha
demostrado su fracaso la línea de la “cuarentena inteligente”, “entrando
y saliendo”.
En estas pandemias,
un pequeño descuido produce grandes efectos. Cuando se disparan los contagios,
el sistema entra en un crecimiento exponencial de consecuencias imprevisibles. Como
en la conocida Teoría de Caos -rama de las matemáticas, la física y otras
ciencias (biología, meteorología, economía, entre otras) que trata ciertos
tipos de sistemas complejos y sistemas dinámicos no lineales muy sensibles a
las variaciones en las condiciones iniciales- “el aleteo de las alas de una
mariposa puede producir tempestades al otro lado del mundo”. Por eso es
necesario no descuidarse. Allí está la raíz teórica de la idea de las
cuarentenas inteligentes. Retroceder en las medidas, como proponen, aunque sea un
poco, no permiten un retorno rápido sin consecuencias ni prever la magnitud del
desvío.
La “gobernabilidad”
de un fenómeno, desde la posición de las clases dominantes de un país, consiste
en mantener sus intereses hasta el límite donde se produce la reacción popular.
Muchas veces, cuándo la ideología y la propaganda no alcanzan para sostener el
engaño, se sostiene la gobernabilidad con la represión, parando la protesta de
esa manera. La posición de la cuarentena inteligente es hacer algo para
mantener la pandemia dentro de límites aceptables, sin perjudicar los negocios
e intereses de los beneficiarios de la dependencia argentina. Es la aplicación
de la gobernabilidad a la salud pública: mantener un problema sanitario dentro
de límites aceptables, en lugar de plantearse su erradicación.
Pregonan la “gobernabilidad”
de los fenómenos para que se acepten las consecuencias de los mismos. Para que
la resistencia popular no afecte la “institucionalidad”. O sea, son
conservadores de la “institucionalidad de los entreguistas de la Nación y de
los ajustadores del pueblo sobre los intereses del pueblo y de la Patria”. Es
la “institucionalidad conservadora” del Estado oligárquico que los
sostiene.
Quién escribe estas
líneas, en ocasión del brote de dengue de 2009, escuchó decir a un técnico
extranjero que le extrañaba que, en Argentina, se planteara llevar la
enfermedad a límites “aceptables” y no su erradicación (pueda o no
lograrse esta última). Cuando el presidente Fernández declara que no se puede
gobernar lo ingobernable, en el fondo, manifiesta la inaplicabilidad de esa
teoría de la gobernabilidad a esta pandemia.
c) Las dos
líneas anteriores han fracasado. Argentina fue comparada con países
incomparables con ella. Con condiciones sanitarias y de vida muy distintas.
Estocolmo
(Suecia) tiene unos 5.000 habitantes por Km2 con óptimos servicios y
viviendas. La Villa ITATÍ (conurbano sur), tiene 37.500 habitantes por Km2.
Es la segunda villa de América, después de la Favela La Rosinha (39.000
habitantes por Km2). La Ciudad de Buenos Aires tiene 15.000
habitantes por Km2, pero las villas 31 y 31 bis tienen 85.000
habitantes por Km2. Ni hablar de sus carencias de servicios
esenciales y de su hacinamiento.
Además, en los
países europeos y en EEUU, se muestran datos promedio o de los lugares hasta
donde llegan las estadísticas. Si se estudia la ciudad de Nueva York en detalle,
los datos del Bronx (negros e hispanoparlantes) duplican, en morbilidad, mortalidad
y letalidad por COVID, al elegante Manhattan. Ni que hablar que hay pocos datos
que permitan ver las condiciones de los inmigrantes ilegales o legales al “paraíso
europeo”. ¿Incluirán las estadísticas de Bolsonaro a las favelas? ¿sabrá o
le interesará saberlo?
Los déficits en los
sistemas de información de la salud son mundiales. Por eso la OMS los había
incluido entre los objetivos del milenio que, como siempre, sólo sirvieron para
dar conferencias y exponer en congresos. Hasta ahora no se resolvió el dilema
hamletiano planteado por la OMS: “No es porque los países sean pobres que no
puedan disponer de buena información. Es porque son pobres que no pueden darse
el lujo de prescindir de ella.”.
d) Cabe
preguntarse ¿cuáles fueron los méritos y las deficiencias de Argentina, en esta
pandemia?
Porque está claro,
al día de hoy, que no es el peor ejemplo, como se ocuparon de intentar demostrar
economistas, políticos (como Macri), publicistas (me resisto a llamarlos
comunicadores o periodistas, para no igualarlos a honorables próceres de esas
profesiones) y los intereses económicos de la dependencia argentina y de los
ajustes al pueblo, que regaron (y riegan) generosamente, con sus fondos, a los
primeros.
No es el peor
ejemplo, pero puede serlo sino debatimos esta cuestión.
3.- Haciendo un balance de lo actuado se puede decir:
a) Argentina
acertó en el aislamiento temprano. Esto evitó que se dispararan
exponencialmente las cifras, situación de difícil retorno. Fue acertado
disminuir el transporte público, congestionado y altamente contagioso porque es
incomparable al de países con los que se lo comparó y compara. Basta viajar, en
horas pico, en los trenes que van y vienen entre el Conurbano sur y la Ciudad
de Buenos Aires.
La suspensión de
las clases presenciales escolares también fue acertada porque evitó la
movilización y el aglutinamiento de niños, padres y docentes. Es mentira que
los docentes no trabajaron. Los docentes, los alumnos y los padres aprendieron
nuevas formas de enseñanza que serán muy útiles, en el futuro, no sólo para el conocimiento
de los alumnos sino, también, para extenderlos a los padres en una educación continua.
Recuerdo a una madre que me dijo que había aprendido mucho de historia argentina
en estos meses. Desde ya, esto no significa que se reemplazará, para siempre,
el contacto docente-alumno y la enseñanza basada en la práctica y la
experimentación, con una enseñanza libresca, disfrazada de comunicación
virtual.
Ver: Micucci H. ¿Clases
presenciales en las escuelas? [internet] 2021. [citado 19 enero 2021].
Disponible en: http://palsur.com.ar/nota/778/clases-presenciales-en-las-escuelas-/
Con fecha 16 de enero de 2021, The Wall Street
Journal sostenía que “Mientras las autoridades estadounidenses debaten si mantener las
escuelas abiertas, está surgiendo un consenso en Europa de que los niños son un
factor considerable en la propagación del Covid-19, y más países están cerrando
escuelas por primera vez desde la primavera.”
Se evitó la
saturación del abandonado sistema de salud (carente de presupuesto, debilitado,
con jornadas y salarios inaceptables, desde hace años). No hemos visto,
todavía, muertos en las calles sin atención y fosas comunes, como en otros
países.
Los trabajadores de
la salud cumplieron una labor heroica. Un sistema de salud accesible económica,
geográfica y culturalmente es imprescindible y es una deuda. El Estado debe
recuperar su papel rector para hacer de la salud un derecho inalienable de
todos. La salud debe dejar de ser una mercancía. Los trabajadores de la salud
deben dejar de tener que optar entre ser esclavos o mercaderes, en distintos
grados y proporciones. Todos, y en todos los niveles, deben reivindicar su
carácter de científicos de la salud y servidores del pueblo, con una
remuneración justa y jornadas no extenuantes. Habrá que volver a Ramón
Carrillo.
Fue justo promover
que la ciencia y la tecnología nacional proveyeran los medios y la aparatología
de la que carecíamos, en momentos en que un barbijo y un respirador se
convirtieron en elementos estratégicos que las potencias reservaban para sí.
Una vez más, los científicos y tecnólogos, despreciados, con salarios bajos y
mandados a “lavar los platos” en gobiernos anteriores, estuvieron a la
altura de las circunstancias.
b) Es
necesario destacar el papel de la organización de barrios y lugares de trabajo y
estudio, en Comités de Emergencia. Fue algo que se gestó abajo y se extendió
por obra de quienes entendieron su importancia. Los movimientos sociales
cumplieron un papel clave en ayudar a paliar la situación de los más
necesitados. Los voluntarios de comedores y merenderos, los agentes de salud de
barrios y pueblos, son héroes de estos días, insuficientemente reconocidos.
Todo esto no surgió de golpe y de la nada. Fue incubado en años de lucha por la
independencia nacional y los derechos del pueblo. Fue un factor crucial en la
derrota del macrismo y lo será para abrir una nueva huella argentina. De ese
mundo de lucha venimos y en él seguiremos, es bueno recordarlo. Es momento de
avance, no de retroceso.
c) Fueron
necesarios los apoyos del gobierno en la forma de diversos subsidios. Pero no
fueron suficientes. Hizo y hace falta más.
Es incorrecto
pensar en un Presupuesto 2021 sin pandemia. Porque no será así. Aunque el FMI
lo requiera.
Es incorrecto
pensar en paliar los efectos de esta pandemia y de la situación del pueblo con
jubilaciones y salarios que no cubren la canasta básica, con necesidades de
techo, tierra y trabajo como dice Francisco. O sin alimentos y salud para
todos. Los acreedores deberán esperar y demostrar, antes, que sus exigencias
son legales y no son usurarias, fraudulentas, ilegítimas u odiosas.
d) Lo que se
hizo bien, explica por qué no estamos entre los peores, como quisieron hacernos
creer. Pero hubo errores y carencias que pueden ponernos en ese lugar si no
actuamos en consecuencia. Y rápidamente.
Fue incorrecto no
establecer la cuarentena a todos los que ingresaban del exterior desde el
principio. Fue incorrecto, en los comienzos, decir que el barbijo era inútil,
presumiblemente para evitar que el pueblo los comprara, disminuyendo el stock
de los que eran para el sistema de salud. Cuando se explicó la verdad, el
pueblo fabricó sus propios barbijos y cubre cara. Y aprendió a protegerse.
El pueblo entiende
la verdad. No es cierto que decir la verdad es “tirar malas ondas” o que
es “pianta votos”.
Fue incorrecto relajar
las reglas de protección. Y ceder ante los que hablaban de cuarentena
inteligente para promover la desprotección y mantener sus beneficios. Y fue
incorrecto no comprender la necesidad de más apoyos económicos a trabajadores, pequeños
comerciantes, pymes, changuistas, cuentapropistas, monotributistas,
profesionales, artistas, artesanos, campesinos pobres y medios, etc.
Es preciso destacar
que no es cierto lo de “la cuarentena más larga del mundo”. Eso es un
mito creado para boicotear las indicaciones iniciales y fomentar una línea
derrotista ante el COVID. Las normas estrictas duraron los primeros dos a tres
meses.
Para mantener las
medidas contra la pandemia es necesario formar grupos de trabajo en los barrios
populares para mejorar las condiciones de los mismos. Cada uno podría practicar
su oficio bajo estrictas medidas de bioseguridad, en su barrio y para su
barrio. Es preciso terminar con el hacinamiento, la falta de agua, cloacas,
gas, etc.
Es necesario más
para sostener esta lucha (casi una guerra) que será popular y prolongada o no
será. Esto sólo podrá hacerse con la acción protagónica de la población y
promoviendo Comités de Emergencia en cada lugar de trabajo, vivienda o estudio.
Y el dinero necesario
deberá provenir de los que se enriquecieron y enriquecen con los dolores de
Argentina y su pueblo. Lo que implica cambiar la orientación económica: otra
economía para luchar contra la pandemia y para la post pandemia.
La pandemia ha
demostrado que Defensa Nacional e Independencia no dependen solo de armamentos.
Defensa Nacional es, también, seguridad de contar con insumos necesarios
(energéticos, sanitarios, alimentarios, de transporte, industriales, etc.).
Pero la seguridad de suministros implica, para nuestros países del mundo
dependiente, tener Soberanía de suministros. Se ve cómo elementos sanitarios y
aparatología son acaparados por las potencias. Hoy, 10 países concentran el 95%
de las existencias de vacunas (OMS). La vacuna es, primero, un insumo de
importancia estratégica para ellas. La lucha entre ellas es evidente: Italia
anunció que iniciará acciones legales "en los próximos días"
contra la firma estadounidense Pfizer por el retraso en la entrega de vacunas
contra el coronavirus y la consecuente demora en su campaña de inmunización.
(TÉLAM. https://www.telam.com.ar/notas/202101/542060-coronavirus-italia-pfizer.html )
Lo anterior implica
que, aunque hoy tengamos que hacer concesiones para obtener vacunas de todas
las fuentes posibles, debemos persistir en tener nuestros propios insumos,
nuestros propios medicamentos y nuestra propia vacuna, de producción estatal,
apoyando los ensayos que están haciendo grupos de investigación argentinos y
buscando la acción colaborativa con países como el nuestro.
e) Otra de
las críticas del mundo “anticuarentena” es que no se hacen testeos
masivos. Esto exige ciertas precisiones científicas. Una cosa es testeos
dirigidos a aquellos contactos próximos a un contagiado y otra cosa es el
testeo masivo que consiste en detenerse en una esquina y testear a todo el
mundo. La Epidemiología, como disciplina científica, ha demostrado
repetidamente que hacer testeos masivos, como estos últimos, es incorrecto en
condiciones de baja prevalencia porque dará un alto porcentaje de falsos
positivos, que aislarán a personas no contagiadas o, peor, los pondrán en
centros de aislamiento donde convivirán con contagiados. Este tema será motivo
de otro trabajo más detallado, incorporando los conceptos de prevalencia,
sensibilidad y especificidad, valor predictivo positivo y valor predictivo
negativo de los reactivos.
Sin embargo,
podemos adelantar lo siguiente:
En epidemiología,
se denomina prevalencia a la proporción de individuos de un grupo o una
población que presentan una característica o evento determinado en un momento o
en un período determinado. Si nos detenemos en la prevalencia puntual, en este
momento, es el porcentaje de personas que tienen COVID 19 activo en condiciones
de contagiar. Argentina tiene, en este momento, 169.130 casos activos
detectados. Esto da una prevalencia de 0,37%. Si lo multiplicamos por 10,
suponiendo que sólo detectamos 10% de los casos, tendríamos una prevalencia de
3,7%.
Se puede demostrar
que cuando la prevalencia de la enfermedad es muy baja, el valor predictivo
positivo es bajo. Este hecho ocurre incluso con pruebas diagnósticas altamente
sensibles y específicas. Por ello, al aplicar pruebas diagnósticas para cribado
de grupos de población general es frecuente que muchos de los sujetos con
pruebas positivas sean falsos positivos, aunque se hagan correcciones por el
Teorema de Bayes. Al haber falsos positivos, los no contagiados serán aislados
inútilmente.
Ver: Ochoa Sangrador C, Orejas G. Epidemiología y
metodología científica aplicada a la pediatría (IV): Pruebas diagnósticas. An
Esp Pediatr 1999;50:301-314. [internet]. [citado 19 enero 2021].
Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/anales/50-3-19.pdf
Un sencillo ejemplo,
tomado del artículo citado más abajo, ilustra la situación. Para el diagnóstico
del VIH se emplean test que han confirmado tener una alta validez, con valores
aproximados de sensibilidad y especificidad de un 99,5%. Supongamos que se
aplicase esta prueba a la totalidad de la población gallega, que se cifra en
2.800.000 habitantes. Si asumimos que en Galicia existen 6.000 pacientes VIH
positivos (lo cual implicaría una prevalencia de 6000/ 2.800.000 =0,21%), el
test resultaría positivo en un total de 19.940 sujetos, obteniéndose un valor
predictivo positivo del 29,9%. Así pues, sólo un 29,9% de los sujetos con un
resultado positivo en el test resultarían estar realmente afectados, mientras
que un 70,1% de los mismos no presentarían la enfermedad. Resulta obvio que en
una comunidad como la gallega la utilización de esta prueba no resultaría útil,
debido a la alta proporción de falsos positivos que conllevaría.
Ver: Pita Fernández, S., Pértegas Díaz, S. Pruebas
diagnósticas: Sensibilidad y especificidad. Unidad de Epidemiología
Clínica y Bioestadística. Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña
(España) Cad Aten Primaria 2003; 10: 120-124. . [internet].
[citado el 19 enero 2021]. Disponible en:
https://www.fisterra.com/mbe/investiga/pruebas_diagnosticas/pruebas_diagnosticas.asp
De todas maneras,
quienes sostienen el testeo masivo, no han tenido en cuenta la verificación en
la práctica de lo que postulan. Israel, que ha sido presentada como modelo,
ocupa el puesto número 14º en países con mayor número de testeos por millón de
habitantes (1.060.071 testeos por millón). Y esto no evita que ocupe el puesto
número 14º en contagios por millón, mientras que Argentina tiene menos casos
por millón (puesto Nº34) aunque los testeos son menores (124.210 testeos por
millón) y ocupa el puesto Nº113 en testeos por millón.
De la misma manera
EEUU tiene 873.082 testeos por millón (puesto Nº19) pero ocupa el puesto Nº7 en
número de contagios por millón. El Reino Unido ya sabemos cómo está. Ocupa el
Nº25 en contagios por millón frente a Argentina que tiene menos casos por
millón (puesto Nº34). Sin embargo, el RU tiene más testeos por millón que
Argentina. El Reino Unido ocupa el puesto Nº17 y Argentina, como se dijo, el
Nº113 en este aspecto.
Lo que ocurre es que
en Argentina se aísla por diagnóstico epidemiológico (sin testeo) a los
contactos directos que tienen síntomas. El tema es que el efectivo aislamiento
depende de la disciplina consciente de la comunidad, que se logra con su
participación protagónica, y que es la clave del camino a impulsar.
Además, hay que
tener en cuenta que Argentina tuvo un solo centro de detección por bastante
tiempo y que los reactivos eran limitados. Fue otro acierto lograr poner en
actividad nuevos centros y fabricar test necesarios para ello, en el país.
Nuevamente, no es lo mismo Argentina que muchos países con los que se la
compara.
4.- Cabe preguntarse ¿qué línea no ha sido derrotada en
la lucha contra la pandemia? ¿qué línea seguir?
El doctor
en Ciencias Sociales (UBA), investigador del CONICET de la UNTREF y profesor de
la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) Daniel Feierstein, en una reciente
publicación en un medio electrónico, atribuye los retrocesos argentinos al
abandono del Principio Precautorio, por conciliar con las dos líneas fracasadas
que se mencionan más arriba, en este artículo:
la de no hacer nada (buscando un efecto
rebaño sólo lograble con muchas muertes) o
la de la “cuarentena inteligente” o
“contagio controlado” como él lo llama.
Ver: Feierstein D. La derrota del principio precautorio. Hacia un
balance 2020 del COVID. 20 de diciembre de 2020. [internet]. [citado el 19 enero 2021].
Disponible en: https://www.elcohetealaluna.com/la-derrota-del-principio-precautorio/
Efectivamente, retrocedemos y
retrocederemos si abandonamos el Principio Precautorio. Pero ¿en qué consiste
esto?
En microbiología, cuando se presenta un
microorganismo que es altamente peligroso para la comunidad y para cada
individuo, frente al que no se dispone de medicamentos ni vacunas, se está
frente a un germen del Grupo de Riesgo 4. El surgimiento de vacunas y/o
medicamentos mejoran la situación y se baja al Grupo de Riesgo 3.
Para el Grupo de Riesgo 4 sólo caben
medidas de protección ante el contagio. Cuanto más se conozca de las vías de
contagio, mayor precisión habrá respecto a qué elementos y procedimientos de
protección usar. Afortunadamente, en caso del SARS COV2, se supo tempranamente que
era un virus de transmisión inhalatoria, y se pudieron aplicar elementos y
procedimientos adecuados y conocidos: barbijos, cubrecara, distanciamiento,
ventilación, etc., ampliamente experimentados en la Bioseguridad, en la
Epidemiología y en la Infectología, en otras epidemias y enfermedades de la
misma vía.
El Mal de los Rastrojos era del Grupo de
Riesgo 4 hasta el uso del plasma de convalecientes y el descubrimiento y
aplicación de la vacuna. En ese momento paso a ser del Grupo de Riesgo 3.
Hoy, ante el Coronavirus, la aparición
de vacunas y algunas terapéuticas, dan esperanzas, pero no hay que descuidarse.
Hasta tanto no haya un número suficiente de vacunados (y eso puede llevar más
de un año) se seguirá en Riesgo 4. Y la total erradicación del virus puede
llevar mucho tiempo más.
Por lo tanto, habrá que continuar con el
Principio Precautorio. Pero veamos más sobre este tema.
Dice Feierstein: “El principio
precautorio constituye un modo de representarse nuestra relación con la
comunidad en la que vivimos. Cuando decidimos implementar un conjunto de
cuidados ante un virus desconocido (no solo para no contagiarnos sino
fundamentalmente para no contagiar a los demás) asumimos la cooperación como
guía comportamental. Hacemos algo por otro con la esperanza de que otro lo hará
por nosotros y encontramos ratificación y estímulo al observar los resultados
positivos de las medidas de cuidado.”
Efectivamente, el lema de la
Bioseguridad Solidaria es “Protegerse
para proteger y proteger para protegerse”.
En las actividades relacionadas con
cuestiones ambientales, el Principio Precautorio es fundamental.
El "Principio o Enfoque
Precautorio", surge de la Conferencia de la ONU sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo (1992) que consagró los fundamentos del desarrollo sostenible.
Desde allí, frente a una eventual actividad con posibles impactos negativos en
el ambiente (que incluye a quienes viven en él), se impulsa que haya una
decisión política que impida su realización, basada en indicios del posible
daño sin necesidad de requerir la certeza científica absoluta. Existe inversión
de la carga de la prueba. No son los afectados los que deben demostrar la
contaminación, sino que una empresa (en caso de producción contaminante) debe
demostrar que no contamina ni contaminará. Se analizan sus efectos económicos,
sociales y ambientales, a largo plazo: su sustentabilidad económica, ambiental
y social. Lo que esa actividad aporta en trabajo y mejora de la calidad de vida
de la población.
Un enfoque precautorio pregunta:
I.- ¿Es realmente necesaria esta
actividad? ¿Qué beneficios y perjuicios implica?
II.- ¿Cuáles son las alternativas para
esta actividad? ¿Cuáles son más convenientes?
III.- ¿Cuánta contaminación puede
evitarse?
Aplicado esto a la lucha contra el COVID
implica preguntarse qué actividad se hará y cómo se hará. Se privilegia el
derecho comunitario y social sobre el individual.
Han surgido voces en estos meses
reclamando por su libertad cercenada. En este debate sobre qué es la libertad
suele haber dos posiciones que contraponen, de ordinario, la libertad y la
necesidad de su limitación. Una de ellas afirma que la voluntad es
absolutamente libre, es decir, no está condicionada por nada. Otra de ellas
sostiene que no existe el libre albedrío; que existe tan sólo la necesidad
absoluta. La vida en la sociedad exige, sin embargo, respetar un semáforo en
rojo. Si alguien exige tener la libertad absoluta de no respetarlo, su libertad
le permitirá atropellar al pobre peatón. El animal salvaje está libre de
condicionamientos sociales, pero no es libre. El animal es totalmente esclavo
de su hambre y sus necesidades. Pero el animal salvaje no vive en una sociedad
y el Homo sapiens es el único ser viviente en el que se verifica el movimiento
social de la materia. El ser humano puede llegar a conocer las leyes de las
ciencias sociales para orientar los cambios necesarios, en esa sociedad, para
ser más libre.
Es
que la libertad no consiste en una imaginaria independencia de las leyes de la
naturaleza y de la sociedad, sino en el conocimiento de esas leyes, en la
posibilidad de dominarlas y aprovecharlas en la actividad práctica. Hasta que
nosotros no conozcamos una ley de la naturaleza, esa ley, existiendo y actuando
al margen, fuera de nuestro conocimiento, nos hace esclavos de la ciega
necesidad. Cuando hayamos conocido esa ley, independientemente de nuestra
voluntad y de nuestra conciencia, nosotros seremos libres de ese
condicionamiento. No seremos más libres negando la pandemia y sus consecuencias
sino sabiendo más sobre ella y actuando, socialmente, según lo que ese
conocimiento exige.
Lo
curioso es que es frecuente que los mismos que alegan que las medidas contra la
pandemia afectan su libertad, proponen que no se haga nada que afecte a algo
que llaman “los mercados”. De tal manera que la democracia no sería el gobierno
del pueblo, sino que lo sería en tanto no afecte a los “mercados”. Esos
“mercados” parecen coincidir con los beneficiarios de la entrega nacional y
ajuste al pueblo. Y a sus defensores no les preocupa si se afecta la libertad y
el derecho a una vida digna de los más oprimidos ni si se afecta la Soberanía
Nacional.
Volviendo al Enfoque Precautorio, en él
la participación protagónica de los pueblos es imprescindible para una política
ambiental de independencia nacional.
Esto ha sido defendido como una
propuesta en la ONU. En efecto, el Principio 10 de Rio 92 establece que “El
mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de
todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. … Los Estados
deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la
población poniendo la información a disposición de todos. Deberá proporcionarse
acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos
el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes”.
Por esto último, la lucha contra el
COVID, con Enfoque Precautorio, supone la organización del pueblo en Comités de
Emergencia, y la actividad protagónica y decisiva de cuerpos de delegados
fabriles, sindicatos, Sociedades de Fomento en los pueblos, barrios y zonas
rurales, estructuras estudiantiles y docentes, etc., organismos de base de
distinto tipo y la vinculación y coordinación entre ellos.
Cuando se aplicaron estas concepciones,
avanzamos. Cuando se vaciló o se las estorbó entramos en zona de riesgo.
Esta organización será clave para la
vacunación. Esa vacunación debe ser una epopeya popular. La estrategia de Atención
Primaria de la Salud exige esa participación.
Esta organización implica, además,
fondos para resolver las necesidades que surjan. Y volvemos a lo afirmado
varias veces más arriba: hay sectores que se han beneficiado con la vida
indigna del pueblo. Ellos deben aportar lo fondos.
No es “Economía versus pandemia”.
Es otra economía para luchar contra la pandemia y continuarla en la post
pandemia.
Una economía que piense en los derechos
del pueblo.
Dice el Papa Francisco en su encíclica
Fratelli tutti: “En ciertas visiones economicistas cerradas y
monocromáticas, no parecen tener lugar, por ejemplo, los movimientos populares
que aglutinan a desocupados, trabajadores precarios e informales y a tantos
otros que no entran fácilmente en los cauces ya establecidos. En realidad,
estos gestan variadas formas de economía popular y de producción comunitaria.
Hace falta pensar en la participación social, política y económica de tal
manera «que incluya a los movimientos populares y anime las estructuras de
gobierno locales, nacionales e internacionales con ese torrente de energía
moral que surge de la incorporación de los excluidos en la construcción del
destino común» y a su vez es bueno promover que «estos movimientos, estas
experiencias de solidaridad que crecen desde abajo, desde el subsuelo del
planeta, confluyan, estén más coordinadas, se vayan encontrando». Pero sin
traicionar su estilo característico, porque ellos «son sembradores de cambio,
promotores de un proceso en el que confluyen millones de acciones grandes y
pequeñas encadenadas creativamente, como en una poesía».
Techo, tierra y trabajo con salud y
alimentación para todos implica otro camino. Tal vez haya que estudiar medidas
como las del Primer Plan Quinquenal de 1946. O pensar en el concepto de la
tierra para el que la trabaja. El 43,55 % de las explotaciones del campo
argentino (hasta 50 hectáreas) tienen sólo el 1,03 % de la tierra. Y las que
tienen más de 5.000 hectáreas (que son el 2,49 % de las
explotaciones) tienen el 51,00 % de
la tierra. El 80 % de la superficie de tierra rural
extranjerizada es del 1,35% de los propietarios extranjeros de tierras rurales
(253 titulares) y 27 titulares extranjeros (el 0,14% de ellos) tienen
propiedades comprendidas entre 100.000 a 1.000.000 de ha. Y representan (ellos
solos) el 37% de la tierra extranjerizada. Es bueno recordar que defender a la
Nación es, también, poblarla. Ocuparla con campesinos dueños de su tierra tal
vez sea un camino más, e ineludible, de Defensa Nacional.
Publicó el diario La Nación el 7 de
octubre de 2020: “A los multimillonarios del mundo les fue extremadamente
bien durante la pandemia de coronavirus, dado que sus enormes fortunas sumadas
alcanzaron un récord de 10,2 billones de dólares.”(…) “Un informe del banco
suizo UBS, citado por The Guardian, descubrió que los multimillonarios aumentaron
su riqueza en más de una cuarta parte (27,5%) en el punto álgido de la crisis
de abril a julio, justo cuando millones de personas en todo el mundo perdían
sus trabajos o luchaban por sobrevivir.”
A confesión de parte relevo de prueba.
Es posible, y necesario, un camino
popular, solidario e independiente de toda dominación extrajera, como dice el
Acta de nuestra Independencia, para luchar contra la pandemia y para la post
pandemia.
(*)
·
Doctor de la Universidad de Buenos Aires. Área
Farmacia y Bioquímica – UBA
·
Magíster
en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud – Universidad Nacional de Lanús.
·
Licenciado
en Ciencias Bioquímicas (orientación Bioquímica Clínica) – Universidad Nacional
de La Plata.
·
Farmacéutico
y Licenciado en Ciencias Farmacéuticas – Universidad Nacional de La Plata.
·
Químico
– Universidad Nacional de La Plata.
Experticia en Sistemas de
Información en Salud para integrarlos a los Sistemas Nacionales de Vigilancia
en Salud.
Experticia en Bioseguridad,
Biocustodia, Gestión y Transporte de materiales biológicos infecciosos clase
6.2, Bioseguridad extendida a protección ambiental, interregional y de
fronteras. Análisis y Gestión del Riesgo Biológico y Químico.
Miembro del Instituto de Estudios
Nacionales del Foro Patriótico y Popular y de la Revista Cuadernos para el
encuentro en una nueva huella argentina.
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