Sobre la competitividad de Guillermo Moreno.
Gran parecido con la "flexiseguridad" de los imperialistas franceses, invasores en Malí
“Guillermo Moreno dijo en Abu
Dhabi que el tema económico más importante de 2013 será la competitividad.
(…) el secretario de Comercio dijo: “La discusión del año 2012 fue el superávit
comercial y la discusión para el año 2013 es la competitividad de la economía”.”
“Moreno agregó que la Argentina ya alcanzó “el
famoso fifty-fifty que planteó Perón”. ¿Qué es el fifty-fifty? Que la mitad de
lo que genera la economía en un año vaya al bolsillo de los empresarios y la
otra a los trabajadores.”
“Así, de ese modo, Moreno evitó responder sobre
el techo a los aumentos salariales. Y salió por la tangente al señalar que el
aumento de los costos de las empresas representa un riesgo para la
competitividad de la economía. Moreno agregó, además, que no es momento de
reunirse solamente con los gremios: “Es necesario juntar a todos los actores”.”
(…)“Una de las últimas estocadas
que lanzó el ex ministro de Economía Domingo Cavallo en su gestión de 2001 fue
un plan que llamó “de competitividad”. Como la Argentina tenía por entonces su
moneda atada a un dólar fuerte en el mundo, Cavallo pensó una vía para producir
más y más barato.”
Hasta aquí se han
transcripto extractos periodísticos (Clarín) de los dichos de Moreno.
Pero lo que sigue es
un artículo sobre la situación en Francia. Se descubrirá que allí también el
tema es la competitividad y lo interesante que lo que dicen los
seudoprogresistas argentinos (como antes Cavallo) es lo mismo que lo que dicen
los seudosocialistas franceses en el gobierno de Francia que, para completar el
modelito, invaden Malí para apoderarse de sus riquezas.
SIGUE EL
ARTÍCULO DESDE FRANCIA:
Francia:
Hollande se va a la guerra
Comenzaron los bombardeos en ciudades de Mali. Una
invasión imperialista por el petróleo y el uranio.
No se podía esperar mejor situación que ésta para
escribir lo que estoy escribiendo: en Francia, luego de las promesas en la
última campaña electoral de Hollande acerca de mejorar la situación de la clase
trabajadora; y sobre todo de la paz, con el cacareado Premio Nobel de la Paz a
la Unión Europea, que “mantuvo la paz en más de 60 años”, sin contar las
matanzas que hicieron durante la guerra de Indochina, que terminó en Diên Biên
Phu, después en la Guerra de Suez, luego en lo que era Yugoslavia, la guerra en
Ruanda–Burundi -que desataron los propios franceses-, las masacres y bombardeos
en Libia de los franceses conjuntamente con británicos y yanquis (con la
participación de otros estados europeos, directa o indirectamente, en forma
militar, económica y/o logística).
Es decir, son los campeones de las guerras de la
segunda mitad del Siglo 20 y lo que va del 21, todas guerras imperialistas,
guerras de piratas para apoderarse de los recursos económicos de los pueblos,
masacrando las poblaciones de estos países dependientes. Es así como se
determina el Premio Nobel de la Paz. Y para que no quede lugar a dudas, ahora
es la guerra con Mali (o como ellos dicen “contra el terrorismo islamista en
Mali”). Sea contra uno o contra otro, ya comenzaron los bombardeos en pueblos y
ciudades de Mali, con la consecuente muerte de jóvenes, viejos y niños de ambos
sexos.
Mali no es un desierto ocupado por terroristas, como
el imperialismo nos vende a diario por sus medios, pues los pueblos tuareg del
norte luchan por sus recursos: petróleo, sitios mineros. Mali es el tercer
productor de oro en África. Tiene uranio, diamantes y otras piedras preciosas,
hierro, bauxita y manganeso. Como vemos, para el democrático Hollande (y su
amigo Obama, que le da apoyo logístico), Mali vale bien una invasión por su
“libertad y democracia”.
El imperialismo y sus lacayos masacran los pueblos,
como lo dijo Jean Jaurés: “El imperialismo lleva en su esencia la guerra, como
los nubarrones llevan la tormenta”.
En
Francia contra sus trabajadores
Mientras Hollande despliega sus cañones contra los
pueblos africanos, su equipo económico y sindical despliega los cañones contra
los trabajadores de su propio país. Durante este fin de semana (12 y 13/1) se
realizaron los encuentros entre sindicatos y organizaciones patronales, para la
“flexiseguridad” y aumento de la “competitividad” empresaria. Ese es el tema y
los cinco sindicatos (que en conjunto no representan más que el 6% de los
asalariados), participan alegremente de dichos acuerdos.
Estos sindicatos, cinco reconocidos oficialmente: CGT
(con relación con el P “C” francés) FO (“republicanos” con participación de
trotskistas), CGC (cuadros y ejecutivos), CFDT (ligado al PS y al gobierno
actual), CFTC (católicos), y el sindicato SUD, que no es reconocido y no
participa en las negociaciones, aunque tiene una fuerza similar.
Los capitalistas quieren aumentar la competitividad,
es decir, bajar los precios de bienes y servicios bajando los salarios, y de
esta forma poder “exportar a precios competitivos”, como dicen. Ah!, entonces
sus empresas no desean aumentar la producción para mayor bienestar de su
pueblo, es decir ser más competitivos en su propio mercado. No, ellos desean
ganar mercados exteriores, pues hoy son muchos más rentables que los de
Francia, con un nivel record de desocupados. Así, estos patrones con mejor
competitividad aumentan sus ganancias, mientras que a sus trabajadores les
reducen sus salarios.
Esto es lo que los economistas franceses llaman
aumento de la competitividad, y para ello flexibilizan, con el chantaje de que
si los obreros no lo aceptan, se deberán eliminar puestos de trabajo. Entonces
nos venden la idea de la seguridad del empleo, que sólo será posible con la
flexibilidad de las leyes del trabajo, y así ponen de moda la palabra
“flexiseguridad”.
¿Cuál es el acuerdo que acaban de firmar estos
sindicatos con la patronal? Se trata nada más y nada menos que las empresas
podrán bajar el salario de los trabajadores, cuando y como lo deseen aunque
claro, está escrito que solo será cuando estas empresas se encuentren en
“graves dificultades coyunturales”. Los sindicatos CGT y FO, los más
representativos, no firmaron ese acuerdo, pero tampoco se esfuerzan demasiado
en combatirlo. Así, con sindicatos que representan solo entre 1 y 2% de los
trabajadores, la “democracia capitalista” se prepara para otra vuelta de tuerca
al pueblo trabajador.
La situación es tal que según los datos oficiales la
desocupación es de más del 10% (3,3 millones de trabajadores) aunque las cifras
reales son del 20%, y eso sin contar grandes sectores que ya ni siquiera son
tenidos en cuenta, como los que están en “fin de derechos”: así se llaman los
que después de 1 o 2 años de recibir el seguro de desempleo pierden todos los
derechos, o los que consiguen trabajar 20 o 30 horas a la semana y con eso ya
no se los considera desocupados, y los trabajadores precarios, y otros
chanchullos de la administración del estado burgués.
Cantinas
Así las cosas, reaparece el tema “cantinas”, es decir
los comedores escolares: los alumnos de primaria y secundaria están en los
colegios entre las 8 y las 16 hs. aproximadamente y por ello almuerzan en los
comedores escolares. Estas cantinas son pagas, sea la escuela pública o
privada, y cuando uno o los dos padres están desocupados, -lo que en ciertos
centros educativos es de más del 30%, y en la media francesa es del 20% o más-
se les hace imposible pagar. Cuando estos padres tienen 2 o 3 niños en edad
escolar, la “solución”, es que unos comen y otros no.
Muchos organismos denunciaron esta situación bajos
los distintos gobiernos, que responden con leyes y/o decretos contra esta
segregación.
Pero estas cantinas son propiedad privada de
empresarios que toman la concesión, con las tradicionales coimas a las
alcaldías que controlan los centros de educación, y como nadie invierte a
pérdida, leyes o no, se discrimina a los hijos de desocupados, así, mientras
unos comen, sus compañeritos (hijos de desocupados), “van al recreo”.
Hace pocos días, en Ustarditz (departamento de los
Pirineos Atlánticos), una niña de 5 años, sentada ya en el comedor con sus
compañeritos, fue retirada de la mesa por ¡la policía municipal! pues sus
padres no pagaban la “cantina”. Hechos similares se han repetido en
Thonon-les-Bains (Haute-Savoie), Epône (Yvelines), y en los departamentos de
Gard, la Drôme y Loire. Pero es en las regiones más industriales y obreras
(periferias de Paris, de Lyon, Lille, Toulouse) donde más se manifiesta.
Francia, bajo el gobierno de los autodenominados
“socialistas”, hace la guerra pirata a los países africanos, y aumenta la
explotación de los trabajadores a niveles record.
Autor: Desde Francia escribe Federico Lensi.
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