domingo, 18 de diciembre de 2011

DISCURSO DE HORACIO MICUCCI, EN LA PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DEL Dr. Julio C. González: M76. Motivos y pretextos. Asalto a la Argentina.

DISCURSO DE HORACIO MICUCCI, EN LA PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DEL Dr. Julio C. González: M76. Motivos y pretextos. Asalto a la Argentina. *
13 de diciembre de 2011.

Es un honor hablar aquí como miembro de Foro Patriótico y Popular y la revista Cuadernos, en la presentación de este libro necesario, que hacía falta.
Pero no quiero hacer una presentación formal. Quiero hacer una presentación personal.
Porque mi relación con el Dr. Julio C. González tiene mucho que ver con palabras y propuestas que nosotros escribimos en la revista Cuadernos y decimos en el Foro Patriótico y Popular.
Y que no son sólo palabras bien escritas o bien dichas.
Sino que están cimentadas en luchas reales, sufrimientos propios, lágrimas de los seres queridos, convicciones comprobadas, sostenidas después de la cárcel y la tortura.
Porque con Julio nos conocimos muchos años después de los tiempos en que estuvimos en la misma trinchera, en épocas que se narran en este libro y en uno anterior del cual es también autor el mismo Julio: Isabel. Intimidades de un gobierno. Ambos de imprescindible lectura.
Muchos años antes, en los tiempos que se relatan en ambos libros, estuvimos del mismo lado en trincheras patrióticas, democráticas, populares, antigolpistas.
Nos conocimos personalmente, recién hacia 1993, cuando la entrega menemista estaba en su auge, y sentimos la necesidad de buscar un lugar, un espacio donde nuclear a los patriotas y demócratas, que se encontraban dispersos.
Porque entendimos, y Julio fue el principal impulsor de ello, que era necesario unir a dos movimientos que estaban juntos al principio de nuestra historia y fueron separados intencionalmente y enfrentados:
El movimiento patriótico y nacional y el movimiento democrático y popular.
Y empezamos a trabajar por unir lo patriótico y nacional (es decir lo antiimperialista), con lo democrático y popular (es decir lo social).
Unir a esos dos grandes movimientos que son la clave para iniciar un camino venturoso para Argentina. Unir a patriotas y luchadores sociales de distintas vertientes ideológicas y políticas, con convicciones religiosas o sin ellas, civiles y militares, de distintas profesiones…
Me acuerdo que Julio me dijo “digamos patriótico y no nacional” y tenía razón porque el patriotismo es el nacionalismo de los países oprimidos como el nuestro.
Y así nació la revista “Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina”, cuyo título quiso sintetizar esto. Que, repito, no son meras palabras: son la consecuencia de una experiencia dolorosa en la que, sin conocernos, estuvimos del mismo lado.
Años después, con las mismas intenciones, se organizó el Foro Patriótico y Popular. Cuando nos conocimos, también después de haber estado en la misma trinchera, con quien fuera su primer Presidente: el Teniente Coronel Adolfo Phillipeaux.
Como dije, en aquel 1993, nos conocimos con Julio pero habíamos luchado en la misma trinchera antes de conocernos.
En los años a que se refiere este libro que presentamos. Y en los años de un libro anterior: Isabel. Intimidades de un gobierno.
Años en que tuvimos la experiencia de confluir desde vertientes distintas:
Él, Julio C. González, en el seno del gobierno que integraba con proyectos necesarios.
Yo desde un movimiento estudiantil y de docentes e investigadores científicos de izquierda, pero que había comprendido que no había sólo un imperialismo occidental (y entre ellos, para algunos, sólo los yanquis, democráticos de palabra e imperialistas y fascistas de hecho como lo han demostrado, nuevamente, hoy en Irak y en el chupadero de Guantánamo) sino que había otro, que había dejado de ser socialista en 1957, para ser, como lo había calificado Mao, socialimperialista, es decir, socialista de palabra e imperialista en los hechos, y socialfacista, es decir, socialista de palabra y fascista de tipo hitleriano en el plano interno.
Y que entre ambas superpotencias imperialistas, se disputaban el mundo y también la Argentina. E impulsaban, ambas, el Golpe para derrocar al Gobierno de la Sra. de Perón.
Y ese Golpe y ese asalto a la Argentina, como dice este libro de Julio, vino a practicar un genocidio para eliminar toda posible resistencia a lo esencial de sus planes: el plan Martínez de Hoz…
El Plan de esa dictadura no era la defensa de la independencia, sino… el plan Martínez de Hoz.
La Dictadura vino a aplicar a sangre y fuego el Plan de Martínez de Hoz. Y todos sabemos que significó ese plan.
En 1978 Martínez de Hoz dijo, en un diario, que había que privatizar 30 ó 40 empresas del estado nacional y un número similar de empresas provinciales y que al principio sería difícil y cuesta arriba pero luego se entraría en una meseta y luego sería fácil y cuesta abajo. Una verdadera premonición de lo que ocurrió.
Por eso es justa la tapa de este libro del Dr. Julio C. González, donde aparecen Aramburu y Rojas junto a  Prebich y Alsogaray  y Videla y Masera junto a Martínez de Hoz y Cavallo.
Alsogaray como nexo de ambos golpes, el del 55 y el del 76, y Cavallo como nexo con gobiernos gerenciales posteriores al 83, que lo tuvieron como ministro y que expresan que hay Políticas de Estado que los que nos gobiernan cumplen y que es erróneo creer que no hay políticas de Estado en Argentina.
Las hay: son políticas de indefensión nacional, de sumisión nacional, de entrega continuada, de miseria popular.
Allí tenemos a Timerman hijo, apologista del videlismo, de joven, en su diario La Tarde y hoy, también, ministro del gobierno actual, pretendiendo dar lecciones de progresismo y de derechos humanos.
Hoy parece obvio, a la luz de lo que ocurrió, que en aquellas circunstancias todo antiimperialista, pero también todo demócrata sincero y todo luchador consecuente del pueblo, debía estar contra el golpe que se venía. Pero entonces no todos lo veían así y aún hoy lo discuten.
Resulta sorprendente que algunos defiendan el Golpe de Estado que aplicó el plan de entrega y sumisión nacional de Martínez de Hoz y continuadores, cuyas consecuencias todavía vivimos. También sorprende la confusión de quienes, diciéndose de izquierda, creen que era lo mismo el Gobierno de la Sra. de Perón que la Dictadura.
Había una posición patriótica y popular en esos años: oponerse decididamente a todo golpe de estado, defendiendo al gobierno constitucional. Y hay militares que habían dado antes ejemplo de eso: el Teniente Coronel Philipeaux, a quien tuvimos el honor de conocer, se sublevó en junio del 56 para reponer al gobierno constitucional y armó al pueblo de La Pampa para lograrlo.
El General Numa Laplane, fue desplazado por Videla y Viola del Comando en Jefe del Ejército, por su posición antigolpista ya que en un discurso, se había manifestado en contra de los “eternos románticos del golpe de estado”.
Este nuevo libro de Julio viene a fundamentar aquello que ya había dicho la señora de Perón: “vienen a destruir las chimeneas”.
Y vinieron a impedir una solución nacional a los casos Italo y Aluar, lo que Julio explica en esta obra necesaria.
Y a evitar otras propuestas nacionales de ese gobierno.
Porque era una banda genocida, cívico militar, golpista, sostenida y apañada por las distintas potencias que disputaban su control en su seno, yanquis, ingleses y otros europeos pero también los rusos que apoyaban en los Foros internacionales al grupo Videla-Viola y bloqueaban toda denuncia por violación de derechos humanos contra ese sector.
El sector Videla Viola pagó el apoyo de la URSS en los foros de defensa de los derechos humanos violados rompiendo el bloqueo cerealero que impulsaba EE.UU. contra los soviéticos que invadieron Afganistán, convirtiendo a Argentina en “cantinero” de ese ejército ruso invasor (igual que los yanquis en la actualidad en ese mismo país). Y el PC argentino apoyó, como democráticos, a Videla y a Viola, como antes lo había hecho con Lanusse. Como en el 55 había apoyado al golpe gorila.
Julio en su libro anterior y en éste, relata la traición de los “perduellis” argentinos. Recuerda Julio que los “perduellis, en el derecho penal romano, eran los enemigos internos de la Patria, distintos de los “hostes” enemigos externos y visibles.
Los “perduellis” argentinos eran aquellos como Calabró, amigo de los golpistas rusos y de Videla y Viola, que entregó su gobierno el 24 de marzo de 1976 entre ceremonias y felicitaciones. En su libro: Isabel, intimidades de un gobierno, Julio recuerda que cuando en las postrimerías del gobierno de la señora de Perón, la Presidenta se decidió a intervenir la Provincia de Buenos Aires ante los ataques sistemáticos de aquél al gobierno nacional, en consonancia con los argumentos golpistas, fue el propio Videla el que se opuso a dicha intervención. Más aún, para fortalecer la posición del Gobernador Calabró, Videla hizo públicas felicitaciones al mismo gobernador, el 24 de diciembre de 1975.
Yo trabajaba como docente e investigador científico en la Universidad de La Plata, en esos años, y supe como las bandas golpistas pro rusas al servicio de los militares golpistas del sector Videla -Viola y de ese gobernador Calabró, que operaban impunemente en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de La Plata en lo que hoy llamaríamos “zona liberada”, asesinaron a patriotas y antigolpistas como mi amigo y compañero Enrique Rusconi, que se había definido contra el golpe promovido tanto por rusos como por yanquis en su actividad pública en ATULP (trabajadores no docentes de la UNLP).
Y, meses después, esas mismas bandas golpistas asesinaban al Intendente de La Plata Cartier que trataba de impulsar una reunión de Intendentes para oponerse al golpe en ciernes. Todavía hoy el Intendente Cartier de La Plata no ha recibido la reivindicación y el homenaje merecido.
Eran épocas en que Rene Salamanca, líder del clasismo cordobés, llamaba a defender al gobierno de la Sra. de Perón contra el golpe que tramaban sectores de todos los imperialismos, incluido el ruso.
No nos conocíamos con Julio y estábamos en la misma trinchera antigolpista, desde distintas vertientes. Y eran épocas en que esta posición no era fácil: todo el aparato propagandístico al servicio de los golpistas vinculado a distintas potencias imperiales, particularmente los yanquis y los rusos, actuaban en una operación de desgaste. Respecto a estos últimos fue notable la actividad del diario La Opinión de Jacobo Timerman, cuyo hijo Héctor Timerman, actual Ministro de Relaciones Exteriores, después del golpe apoyó a la Dictadura desde el diario La Tarde, que dirigía. Es que muchos supuestos “progresistas” actuales actuaron apoyando o favoreciendo la política de los golpistas.
Sufrió Julio una década de cárcel que minó su salud. Yo estuve un lustro preso con torturas comprobadas.
Más tarde, conocimos, ya a fines de los 90, a otros patriotas antigolpistas como el Teniente Coronel Philipeaux—militar legalista del movimiento de junio de 1956 y primer presidente del Foro, que sufrió cárcel, persecución y olvido.
O a malvineros como Santiago Tettamanzi. Y en él los nombro a todos, civiles y militares, héroes de la Patria.
Por eso, nuestro llamado a la unidad patriótica y democrática no son palabras bellas. Son propuestas abonadas, fertilizadas por sufrimientos, por lágrimas de seres queridos como la esposa de Julio o mi esposa, que están entre el público presente, por sangre derramada de patriotas y luchadores del pueblo.
Y cuando hablamos de torturas hablamos de picana que hemos sentido en el cuerpo, comprobadas por la Cruz Roja Internacional. Y que no son parte de ningún “relato” literario como los que se acostumbran en la actualidad.
Torturas sufridas sin delatar a nadie. Porque un patriota sabe que ni aún la vida de sus seres queridos vale más que las de los demás y que los sagrados intereses del pueblo y la patria.
Hoy la crisis mundial anuncia un futuro tormentoso para un país dependiente como la Argentina. Porque nuestra gloriosa Nación fue convertida en una republiqueta.
Una republiqueta sojera, minera, petrolera, pesquera integrada como país dependiente al mundo “globalizado” (como se dice ahora), mundo en crisis que quiere hacérsela pagar a los pueblos y a los países oprimidos y dependientes como el nuestro. País dependiente y con una parte de su territorio usurpado por el colonialismo imperialista inglés, en Malvinas, Islas del Atlántico Sur y mares adyacentes. País indefenso, con balas para combatir una hora, como ha reconocido la Ministra Garré hace un tiempo, lo que significa que nuestras tierras, nuestros mares y nuestro espacio aéreo están en completa indefensión. Y, lo que es peor, están en completa indefensión las mujeres y hombres de nuestra Patria que son el elemento principal de las fuerzas productivas del país y en los cuales reside la verdadera Nación, como decía Ramón Carrillo.
Aprovechemos la experiencia. Que los sufrimientos y dolores no sean en vano.
Conozcámonos y unámonos antes de ocupar las futuras trincheras necesarias.
Trabajemos para desarrollar las fuerzas intelectuales y materiales para hacer realidad la genial frase introducida por el diputado Medrano al Acta de nuestra Independencia: “independientes de toda dominación extranjera”.
Unamos lo popular democrático a lo nacional patriótico.
Hoy somos un país desgarrado por la disputa entre las potencias imperiales de un mundo multipolar: Yanquis, ingleses, europeos, rusos y chinos pastorean en nuestro patrimonio nacional, lo esquilman, nos desangran…
Mientras que se dice que no hay dinero para pagar el 82 % móvil a los jubilados, las mineras (principalmente inglesas) pagan ínfimas regalías por llevarse oro, plata y minerales estratégicos. Inclusive, como explotan a ambos lados con la frontera con Chile aprovechando la legislación minera de Menem, se da la paradoja que la misma minera paga más impuestos del lado chileno que del lado argentino.
El carácter de país dependiente rapiñado por varias potencias se pone de manifiesto en el petróleo. Españoles, ingleses, rusos, chinos, yanquis, franceses y otros se quedan con nuestra riqueza hidrocarburíferas. La principal empresa petrolera, REPSOL-YPF, es mayoritariamente española pero su operador y dueño del 25% de las acciones es Ezquenazi, socio del grupo Kirchner. La segunda empresa petrolera, Panamerican Energy, es 60% de British Petroleum, de los ingleses que usurpan nuestras Malvinas. El otro 40% es de Bridas (propiedad de los Bulgueroni, que explotan en el Mar Caspio subordinados a la Rusia de Putín, y de la empresa china CNOOC).
La empresa Chevron es de los norteamericanos y la empresa Occidental Petróleo ha sido comprada por Sinopec (China). Los ingleses que están asentados del lado continental, también exploran petróleo en el área marítima usurpada correspondiente a Malvinas.
En el mar, buques langostineros extranjeros, después de recoger el langostino, arrojan como desperdicio un millón de kilos diarios de pescado que podría acabar con el hambre en Argentina. Mientras tanto nuestro mar está indefenso. Carecemos para su control, de las lanchas patrulleras oceánicas multipropósito (POM) que se podrían fabricar en el astillero de Rio Santiago. Y del submarino atómico, que podría fabricarse en el mismo lugar, con el motor CAREM diseñado hace años por la Comisión de Energía Atómica.
Veinte millones de hectáreas fértiles, sobre 32 millones en total, están en manos de terratenientes extranjeros. Benetton declara poseer 1.250.000 hectáreas. El terrateniente inglés Lewis tiene, con autorización del Ministerio de Defensa, un aeropuerto del tamaño del Jorge Newery de la Ciudad de Buenos Aires, a la altura del paralelo 42, en el cual pueden desembarcar en dos horas aviones asentados en Malvinas y partir el territorio continental en dos. Por si fuera poco, el mismo terrateniente intenta construir otro aeropuerto en la zona de El Bolsón.
Siguen vigente los Tratados del Londres y Madrid, denunciados por Julio González en uno de sus libros, que reglamentan nuestra indefensión nacional y son verdaderos estatutos de rendición y sumisión a Inglaterra.
Se sigue pagando la Deuda Externa ilegítima, usuraria y fraudulenta, denunciada por el patriota Alejandro Olmos.
Quisiéramos recordarle a la Sra Presidente, ya que ha defendido la constitución del 94 frente a la de 1949, que el artículo 40 de esta última decía: “El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución”. Y más adelante decía: “Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias”.
En esta dramática situación urge unir a militares como Philipeaux, como Mosconi, como Perón junto a los Scalabrini Ortiz, los Silenzi de Stagni (insigne defensor de la propiedad estatal del petróleo argentino y sus derivados), los Alejandro Olmos (protagonista de una lucha de décadas contra el pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta) y, por que no, a los Julio C. González, los luchadores sociales como Juan Carlos Alderete, y los continuadores de Leandro Alem, para una Revolución de Democracia Grande, de Nueva Democracia y de Independencia Nacional, que establezca un Estado de nuevo tipo, que represente los intereses patrióticos y populares.
Que es la que Revolución que hace falta.
Unamos a los obreros explotados con los productores del campo que ocuparon las rutas en la rebelión agraria.
Ayudemos a lograr una Argentina con sus Malvinas reconquistadas donde haya alimento para cada uno, techo y lecho para cada uno, trabajo para todos, salud y educación como derecho de cada uno, tierra para el que la trabaja y para vivienda, en un mundo, donde los países no sean lobos de otros países y en una Argentina, donde el hombre no sea lobo del hombre.
El Dr. Julio C. González es una expresión viviente de esta dolorosa historia pero es, también, un ejemplo de firmes e indoblegables convicciones.
Su nueva obra, que presentamos, es su nuevo aporte a esta lucha obligatoria para todos los patriotas y defensores de los derechos del pueblo.


* El Dr. Julio C. González, miembro del Consejo Nacional del Foro Patriótico y Popular y del Consejo Asesor de la Revista Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina ha publicado un nuevo libro.
Se trata de Asalto a la Argentina: m76. Motivos y pretextos.
En el Prolegómeno del libro figura el siguiente epígrafe:
“Como no sea mediante una Guerra Civil Devastadora resulta muy difícil imaginar cómo puede deshacerse la Revolución efectuada por Perón”.
Esas palabras fueron escritas por el Profesor de la Universidad de Birmingham Harry Ferns en su obra titulada La Argentina, entre los años 1972 y 1973.
Y, continúa más adelante el Dr. González, La Revolución efectuada por Perón, a que se refiere Harry Ferns, (…) consistió en crear una Argentina industrial, técnica y científica que produjo desde prendas de vestir hasta aviones a retropropulsión y desde televisores y fábricas de medicamentos hasta buques. Esto generó pleno empleo, gran consumo interno, presupuestos sin déficit, inexistencia de deuda pública externa, etc. “
“Para apreciar este alto grado de desarrollo de la Argentina y de su pueblo, en el año 2011, a la juventud, que no sabe lo que ocurre ni el futuro que le espera, debemos conducirla a un estudio integral del país. De lo contario no hay manera de aventar este trágico presente.”…”Este debe ser el principio para estudiar este libro, que no es político, sino de análisis de la estructura del país.”
Enumera luego, el Dr. González, los resultados de lo que denomina el “Asalto a la Argentina”, producido el 24 de marzo de 1976, en estadísticas de Deuda Externa, fábricas cerradas, privatizaciones y lo que él llama “Cifras mortales de la Tragedia del Asalto a la Argentina” expresadas en desaparecidos y muertos. Concluye, entonces en que “El Asalto y Saqueo a la Argentina tuvo, por lo tanto, una catástrofe siniestra”, y dice: “Así, la tesis del Profesor de la Universidad de Birmingham Harry Ferns quedó matemáticamente demostrada y las demasías demenciales que siguieron confirmaron también su pronostico escrito en 1969 y publicado en Argentina en 1972.”
Luego, el Dr. González pregunta cuál es la causa de la frustración argentina y responde: “Este ensayo intenta explicarlo. Para ello trataremos los motivos, pretextos y objetivos del 24 de marzo de 1976. Expondremos cuáles eran los objetivos del gobierno constitucional para continuar en funciones y cuáles eran los propósitos de la fuerzas armadas y de los factores de poder para abatir ese gobierno”.
“El objetivo del gobierno del General Perón y de la Presidente que lo sucedió era continuar con la Argentina industrial, tecnológica y científica en la cual la Fuerzas Armadas se ensamblaran con el gobierno nacional para construir una economía para la defensa.”…”Los objetivos golpistas y de quienes los impulsaron eran, por el contrario, producir un escarmiento histórico que retrotrajera al país al 3 de junio de 1943. Eso significaba: exportación agroganadera, deterioro de los términos de intercambio, ingreso y consumo reducidos para la mayoría de la población”.
El libro tiene un minucioso análisis “de los actos de gobierno jurídico-económicos realizados durante la tercera presidencia del General Perón, continuada después de su muerte el 1º de julio de 1974 por su esposa la Vicepresidente María Estela de Perón”  hasta ahora no analizados en profundidad.
Concluye el Dr. Julio C. González: “Con la publicidad de la obra de este Gobierno y de los feroces hechos que lo destrozaron se habrá logrado el eslabón que vincula a la década de 1970 con los tiempos ulteriores hasta el presente 2011. Así desarrollando este teorema, se tomará conocimiento cabal de que Argentina ha sido, desde su inicio en 1810, un  territorio sometido al saqueo por intereses extranjeros consentidos estos por los gobernantes argentinos, verdaderos perduellis”. Aclara el Dr. González que en la Roma Antigua los “perduellis” eran los romanos enemigos internos que se diferenciaban de los enemigos externos (los hostes) y que las penas para ellos eran tan severas que ni aún muertos podían ser enterrados en suelo romano.
Consideramos que este libro es de imprescindible lectura y profundizará un debate necesario sobre hechos de la historia argentina que es imprescindible para la elección de caminos y métodos destinados a lograr una Argentina independiente con un pueblo soberano. Como afirma el Dr. González “la Historia, además de saber de lo acontecido, es prognosis del futuro; su falsificación es el camino que conduce al fracaso y a la destrucción de las naciones.”
La obra fue editada por Editorial Docencia, y es parte de la colección denominada Biblioteca Testimonial del Bicentenario.
El Dr. Julio C. González se desempeñó como Director de Asuntos Jurídicos y luego como Secretario Técnico de la Presidencia de la Nación durante el gobierno constitucional que transcurrió desde el 25 de mayo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976. Fue Profesor de Economía y de Derecho del Trabajo en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires desde 1965 hasta el 24 de marzo de 1976. Actualmente es profesor de Estructura Económica Argentina en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Ha publicado innumerables artículos y libros. Entre ellos “Los Tratados de Paz por la Guerra de Malvinas – Desocupación y hambre para los argentinos” es de estudio obligado por todos aquellos que luchan por la recuperación de nuestros territorios usurpados por el colonialismo británico.


martes, 8 de noviembre de 2011

A 15 años del fallecimiento de Adolfo Silenzi de Stagni

A 15 años del fallecimiento de Adolfo Silenzi de Stagni

ESTATIZAR DESDE EL SUBSUELO HASTA EL SURTIDOR...

El 20 de agosto se cumplieron 15 años del fallecimiento de Adolfo Silenzi de Stagni: Su lucha sigue vigente...

Por Horacio Micucci

Miembro del Foro Patriótico y Popular y ex integrante del Movimiento Nacional de Defensa del Petróleo Argentino (MONADEPA).

“...la experiencia de las luchas incesantes que la organización fiscal ha debido soportar con las compañías privadas durante todo el tiempo en que la hemos dirigido, nos condujo a la conclusión de que tales organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan dos intereses antagónicos destinados a vivir en lucha, de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatal. Resulta inexplicable la existencia de ciudadanos que quieran enajenar nuestros depósitos de petróleo acordando concesiones de explotación y exploración al capital extranjero, para favorecer a éste con las ganancias que de tal actividad se obtienen, en lugar de reservar en absoluto tales beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del pueblo argentino. No queda otro camino a adoptar que el monopolio del Estado pero en forma integral, es decir, en todas las actividades de esta industria: la producción, elaboración, transporte y comercio.”
General Enrique Mosconi.
Extractado del Boletín Nº 1 de MONADEPA. Enero-Febrero de 1987.

El Dr. Silenzi de Stagni perteneció a esa pléyade de hombres que fueron símbolos de la defensa del patrimonio nacional en esta Argentina dependiente y desgarrada por la opresión de las potencias imperialistas y de sus aliados nativos. Su nombre es sinónimo de la defensa del patrimonio petrolero. Lo mismo que tantos otros patriotas como Alejandro Olmos, Jorge del Río, Juan Sábato, Raúl Scalabrini Ortiz, para nombrar a algunos de ellos, no tendrá sucesores individuales. El pueblo argentino y los patriotas y luchadores populares surgidos en su seno, serán sus continuadores y cumplirán los objetivos por los que luchó durante toda su vida.
Hoy, ante la vigencia de sus ideas, queremos transcribir en este artículo, de manera profusa, partes sustanciales, a nuestro juicio, de sus escritos y discursos, para recuerdo de veteranas generaciones y conocimiento imprescindible para los jóvenes luchadores de la causa patriótica.

SUS IDEAS

En sus textos, siempre en polémica con los defensores de todas las formas del privatismo, hay respuestas a la política petrolera actual. En su discurso junto a la tumba del General Mosconi, el 12 de diciembre de 1987, explicando ese homenaje, decía: “Lo hacemos no sólo para recordar su memoria, para destacar que ha sido el militar más preclaro que han tenido las FF.AA. en el curso del siglo, sino también, porque creemos que éste es el recinto adecuado para comprometernos a luchar por la defensa de lo que hemos sostenido en toda una vida, sin ningún tipo de claudicación ni de descanso: el petróleo que se encuentra yacente en nuestro subsuelo es propiedad exclusiva e inalienable del pueblo argentino y sólo debe ser explotado en beneficio del pueblo argentino que está representado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales.”. Y continuaba: “No admitimos ningún tipo de transacción con este principio. No creemos en la “ayuda” de las compañías privadas, sean extranjeras o nacionales, y es por ello que estamos enfrentados a toda la política económica y petrolera del actual gobierno. La defensa del petróleo no es más que un frente de lucha por la liberación nacional de manera que no parcializamos lo que debe ser una auténtica liberación política, económica y social del pueblo argentino. Si concentramos nuestro esfuerzo en esta sola trinchera es porque la consideramos, sin duda alguna, la más importante.”. (1).
Se opuso a todo tipo de privatismo petrolero: el contrato de la California en el primer período del General Perón, los contratos de Frondizi-Frigerio, las políticas de las Dictaduras, la política alfonsinista, la menemista, etc..
Hoy, la crisis energética demuestra el fracaso del privatismo, en sus formas extremas o moderadas, ya que todas se aplicaron.
Silenzi de Stagni tenía razón.

EL CAPITAL SE FORMA EN CASA...
Ante las propuestas de quienes sostenían que era preciso achicar el Estado, desregular y abrir la economía para que ingresaran las inversiones extranjeras y los empréstitos de los organismos financieros internacionales, transcribía en su libro Claves para una política petrolera nacional, de 1983, su intervención en la Sexta Conferencia Nacional de Abogados en 1959: “¿Cómo se capitaliza un país?. (...) La explotación del petróleo puede ser uno de los caminos más rápidos para capitalizar el país, por cuanto es la actividad de mayor lucratividad que se conoce en el mundo. ¿Pero que ha ocurrido? En lugar de extraerlo por cuenta nuestra a través de YPF, entregamos a empresas extranjeras  las mejores áreas localizadas y cubicadas por esta repartición oficial, firmando contratos leoninos y sin precedentes en el extranjero. La última edición de una publicación norteamericana sobre los negocios en Latinoamérica: la Hanson´s Latin American Letter sostiene lo siguiente: El día que los argentinos se den cuenta de cuan pequeña era la inversión necesaria para desarrollar la explotación del petróleo habrá indignación y creciente ira.”. (2)
Escribió en 1986: “Corresponde a todas las agrupaciones e individuos que militan en las filas de una autentica liberación nacional, y en particular a los que forman parte de las dos más importantes corrientes políticas del país –peronismo y radicalismo-, analizar con espíritu crítico y con plena honestidad sus debilidades y contradicciones (en torno al problema del petróleo) y replantear una nueva metodología de acción política. Los radicales tienen a Yrigoyen que luchó por la nacionalización del petróleo y los peronistas tienen a un hombre que en vida logró como ningún otro la fervorosa adhesión de la clase trabajadora. Es el General Perón el que el 9 de julio de 1947 declara en Tucumán que se compromete a cumplir con el segundo ciclo de nuestra independencia política, al afirmar: Nada haríamos con ufanarnos de la independencia política si ésta representa un vasallaje económico...”. Y agrega más tarde: “El proceso de acumulación de capital no puede provenir de la `ayuda´ externa, el capital se forma en casa. Hoy, lamentablemente, por causas que no corresponde analizar en esta ocasión, existe un gran número de legisladores, economistas, dirigentes sindicales y estudiantiles, radicales y peronistas, que reniegan de esta bandera de luchar por la independencia económica en torno a la cual no debiera haber divergencias políticas, sobre todo después de los devastadores resultados de la gestión económica que vivió el país durante el período autotitulado Proceso de Reorganización Nacional.” (3).
Referido al papel del capital extranjero decía: “La experiencia demuestra que el capital extranjero genera en el mediano y largo plazo un flujo mayor de salida de divisas del que realmente ingresa. En otros términos el efecto de las inversiones directas de las transnacionales es el de la transferencia neta de recursos hacia el país de origen de esos capitales y, por tanto, el de una descapitalización incesante de los países subdesarrollados.” (3)

OPOSICIÓN A LA ENTREGA DE ÁREAS A EMPRESAS PRIVADAS

Se opuso a todos los contratos y concesiones hechas a empresas privadas por todos los gobiernos.
Referido a los llamados “contratos especiales” escribió: “Este tipo de contratos se suscribieron el Argentina durante los gobiernos de los presidentes Arturo Frondizi (1958-61), del General Juan Carlos Onganía (1967-68) y del General Jorge Rafael Videla (1976-68). ¿Por qué se los califica de especiales a estos contratos?. Son especiales porque a ningún país del mundo se le hubiera ocurrido entregar la explotación de áreas ya descubiertas, con reservas cubicadas, con pozos en producción y planes de desarrollo en marcha.” (4). Sostenía que, de todo el capital necesario para extraer petróleo, el 85% corresponde a los gastos de exploración y puesta a punto de la extracción. El resto es sólo un 15%. Por eso ninguna empresa del mundo entrega áreas ya exploradas y puestas en producción ya que efectuada la mayor parte del gasto, lo que viene luego es el momento de recuperar lo invertido. Hacer concesiones o contratos de explotación en ese momento es regalar las ganancias.
Se opuso a esos contratos y su renegociación posterior, entre otros, por Alfonsín y que llegaron hasta la privatización total menemista, a la cual también enfrentó. ¿Qué tenían todos estos contratos en común?. Que se asentaban en áreas exploradas y puestas en explotación por YPF. De esa manera crecieron grandes fortunas: Pérez Companc, Bridas, Pluspetrol, Astra, Compañía General de Combustibles, etc. Y aumentaron sus ganancias otras como Occidental Petroleum, heredera de un contrato de la Banca Loeb de la época de Frondizi. Los “contratistas” extraían el petróleo explorado y puesto en condiciones de extracción por YPF y se lo vendían a ésta a precios muy superiores a los costos que tenía YPF en áreas próximas y similares. Por eso YPF perdía. (5)
Silenzi escribía en diciembre de 1987, en el Boletín Nº 2 del MONADEPA, refiriéndose a  los contratos de Locación de Obra en la época de Alfonsín: “Supongamos que tengo un campo (...) pero necesito un pozo para tener agua. Llamo a un pocero (...) El hombre termina la obra, yo le pago y se va. No se queda al lado del pozo y me vende el agua por veinte años. En los contratos  petroleros que el Gobierno dice que son de locación de obra las empresas contratistas se quedan al lado del pozo y le venden a YPF el petróleo. ¡Y encima al precio internacional!.” (6)
Se opuso a la privatización menemista. En publicaciones de la época la fustigó firmemente señalando que las irregularidades eran tales que violaban hasta la propia ley de Onganía Nº 17.319, a la que siempre denunció. Esta situación persiste en la actualidad dado que las concesiones vigentes superan los límites impuestos por esa ley surgida de un gobierno dictatorial. (7)
Hoy, muchos defienden el otorgamiento de beneficios económicos a las empresas privadas para que exploren, ante la disminución de reservas petroleras y gasíferas.
ENARSA se convierte en cobertura de la entrega de áreas marítimas redituables al precio actual, ya que a valores que oscilan, en el momento de escribir estas líneas, entre 90 y 100 dólares el barril (con posibilidades ciertas de valores aún mayores por el agotamiento de las reservas mundiales) la posibilidad de explotación a altas profundidades se vuelve un negocio válido. Hay quienes creen en reediciones del Plan Houston de Alfonsín y postulan variables similares. Cabe recordarles que, en una carta al SUPE de fecha 9 de setiembre de 1987, Silenzi de Stagni decía: “Se necesita una oposición firme y clara en contra de la política que ha puesto en marcha el actual gobierno con el Plan Houston, el Plan Olivos y la reestructuración de YPF.” Y en otra carta, con su firma, dirigida a la Mesa Nacional del Plenario de Organizaciones Clasistas Combativas y Tercermundistas, de fecha 15 de diciembre de 1987 invitaba a considerar la aprobación de los siguientes puntos: “1º.- La industria del petróleo por ser la actividad económica de más alta lucratividad está dominada por un pequeño grupo de transnacionales que han sido un factor de perturbación política dentro de los países del Tercer Mundo, y por ello debe ser una industria nacionalizada y puesta al servicio de la liberación social y política del pueblo argentino. 2º.- Se repudia toda la legislación vigente en la materia: la ley 17.319 que aprobó el gobierno de Onganía y que fue redactada por un conocido especialista en petróleo que integra el cuerpo científico de la CIA, Walter Levy, y la ley 21.778 de contratos de riesgo aprobada por Videla durante la gestión de su Ministro de Economía, José A. Martínez de Hoz. 3º.-Se repudia la política económica y petrolera del actual gobierno (el de Alfonsín, nota de H.M.) que ha sido dictada acatando las exigencias de los organismos financieros internacionales, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial y de los Bancos acreedores, como también, todos los decretos del Poder Ejecutivo y los contratos con empresas privadas que se derivan de la aplicación del Plan Austral, Plan Houston y Plan Olivos.”.

UN NACIONALISTA REVOLUCIONARIO

En una carta de fecha 25 de abril de 1988, dirigida a Saúl Ubaldini, Secretario de la CGT en ese momento, indicaba que el capital necesario para resolver los problemas del pueblo, “se forma en casa”. “Y lo único que falta es que el Congreso se decida a sancionar la nacionalización integral de la industria del petróleo con el monopolio exclusivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Tenemos conciencia de que ésta es una medida revolucionaria pero sin medidas revolucionarias no hay liberación nacional. Si no se cortan de cuajo todas aquellas ataduras que han consolidado la dependencia política, económica, financiera y aún cultural y militar, los gobiernos democráticos o de facto de turno serán dóciles instrumentos de las directivas que nos impongan desde los centros del poder político y económico mundial.”

LA DEUDA EXTERNA Y LA DEUDA INTERNA. VIGENCIA ACTUAL.

Otro patriota, Alejandro Olmos, en su ciclópeo estudio para demostrar la ilegitimidad y el carácter fraudulento de la deuda externa argentina, recuerda que “al producirse el golpe militar del 24 de marzo de 1976, la deuda externa de YPF ascendía a 372 millones de dólares, trepando a 2.930 millones en 1980 y a 4.050 millones en 1981. En 1982, la deuda subió a 4.800 millones, para alcanzar -en la última etapa del Proceso en 1983-  a 6.000 millones de dólares”. La política de desangre de YPF fue continuada por gobiernos posteriores y, dice Olmos, “cuando se presenta ante la opinión pública a YPF como una empresa deficitaria e ineficiente, para justificar su entrega al capital privado, cabe un interrogante: ¿qué empresa puede subsistir bajo un régimen de verdadera expoliación?”. El propio Alejandro Olmos recuerda que Silenzi de Stagni, cuyos conocimientos en la materia destaca, “dio al Juzgado una información técnica, económica y financiera de indiscutible valor, fustigando como es lógico, la conducta delictiva de quienes manejaron desde lo político los destinos de YPF.”. Más adelante Olmos transcribe las declaraciones de Silenzi ante el magistrado interviniente: “provocar un déficit a YPF es causar un grave daño a la economía nacional, por cuanto esa empresa es la principal palanca de capitalización del país. (...). A YPF, señalaba, “se le han restado recursos o incrementado egresos injustificados que dan por resultado una pérdida a YPF de aproximadamente 3.000 millones de dólares”. (8)
En el Prólogo de su libro Las Malvinas y el petróleo Volumen 2, el mismo Silenzi transcribe un reportaje que le realizara un periodista amigo después del 14 de junio de 1982. Su respuesta a una de las preguntas pinta en forma clara sus ideas al respecto: Periodista: Algunos podrán afirmar que en política se debe ser realista y que en estos momentos gravita nuestra deuda externa lo que hace inevitable un acuerdo con Gran Bretaña y EE.UU. en el campo financiero... Silenzi de Stagni: Es un error bastante generalizado suponer que nuestra deuda externa es el problema más importante y urgente que debe enfrentar el país. Hay otros que tienen prioridad y que se relacionan con la grave situación económico-social. Lo primero que nos debe preocupar es apuntalar el frente interno: cuidar de no contraer aún más el nivel de vida de la clase salarial, impedir una regresiva distribución de los ingresos y recuperar paulatinamente los sectores de la producción más castigados por la política económica aplicada en estos últimos seis años.”. Y más adelante, después de destacar que, por ejemplo la deuda externa privada, en parte, sólo ingresó a la Argentina a los efectos de obtener su registro oficial, para retornar inmediatamente a su país de origen sin ninguna aplicación en nuestro país, por lo que era aconsejable investigar previo a todo pago el origen y la aplicación de los fondos, agregaba: “...Para evitar el colapso de nuestra economía el camino correcto sería que todos los países de América Latina unidos plantearan una moratoria colectiva por un plazo no inferior a cinco años, con el objeto de mejorar el nivel de vida de los 380 millones de habitantes de América Latina con la aplicación de una política económica que rompa con todos los factores de dependencia y colonialismo. Este es un hecho revolucionario y con relación a la Argentina debería orientarse a la nacionalización de dos sectores vitales: el bancario y el del petróleo”. (9)

PETROLEO, MALVINAS Y DEFENSA NACIONAL

En su libro Claves para una política petrolera nacional escribía: “Las Fuerzas Armadas no pueden ignorar que la seguridad y el desarrollo económico son términos ligados por una relación de mutua causalidad” (...) “En relación con el petróleo y la defensa nacional es obvio que no es lo mismo para el abastecimiento de las necesidades logísticas de la Fuerzas Armadas que ellas estén cubiertas por una empresa estatal que por una transnacional con casa matriz en EE.UU. o Gran Bretaña.” (10)
Defensor de la Reconquista de Malvinas en 1982, escribió en su libro Las Malvinas y el petróleo- Volumen 2: “Estoy convencido que la derrota militar no debe, de ninguna manera, invalidar la lucha contra el colonialismo iniciada el 2 de abril”. Opositor a la reiniciación de las relaciones diplomática y comerciales con Gran Bretaña y a lo que hoy llamamos desmalvinización decía: “Son muchos los que desean cubrir con un manto de olvido y de silencio lo acontecido entre el 2 de abril y el 14 de junio.” (...) “Es evidente que, en estos momentos hay un enfrentamiento ético e ideológico sobre el camino que debe seguir la Argentina: Llevar la empresa de la reconquista del 2 de abril hasta sus últimas consecuencias, o llevar la rendición del 14 de junio hasta sus últimas consecuencias.”. Por eso uno de sus artículos publicados en oposición al Acuerdo de Cooperación con Gran Bretaña, firmado el 27 de setiembre de 1995, se titulaba ¿Negociación o rendición?. (11)
Entre los aspectos positivos que extraía de la Reconquista de Malvinas estaba que “...permitió conocer con claridad cuáles son los amigos y los enemigos del país, y cuales fueron los aliados directos e indirectos de la potencia invasora. En otros términos, esta guerra ha permitido determinar con claridad que nuestro destino está unido al de América Latina.” (12)

SUS PROPUESTAS ESTÁN VIGENTES
Hoy, una suculenta renta petrolera enriquece a las petroleras privadas que operan en nuestro país. Se impulsan nuevos beneficios a las petroleras privadas, que seguirán sin cumplir lo que prometen, porque eso está en su misma esencia. Las concesiones violan, como se ha dicho (y hace largo tiempo advirtió el Dr. Adolfo Silenzi de Stagni), hasta la propia ley de Onganía Nº 17.319.
Por eso es necesario releer los escritos Silenzi de Stagni, que señalan caminos para el presente, que marcan a fuego los nuevos proyectos de entrega. Él era partidario de una empresa nacional, estatal, monopólica y eficiente para la exploración, explotación, distribución y comercialización de los hidrocarburos. En un comunicado del MONADEPA del 25 de mayo de 1987 proponía: “Anulación o rescisión, según el caso, de todos los contratos de explotación de áreas petroleras descubiertas por YPF y que fueron adjudicadas a empresas privadas nacionales (...), extranjeras o mixtas. Creación de una Comisión Nacional Investigadora sobre petróleo, similar a la que se constituyó en 1964, a los efectos de examinar la política petrolera practicada desde el gobierno del General Onganía hasta el presente. Nacionalización integral de la industria petrolera, otorgando a YPF el monopolio de la exploración, producción, transporte, destilación y comercialización del crudo y derivados. Rechazo de cualquier tipo de contrato de exploración y/o explotación, como también de empresas mixtas entre YPF y compañías privadas nacionales o extranjeras.”
Defendió la necesidad de nacionalizar la industria petrolera argentina, como paso previo a la creación de lo que él llamó un Ente Petrolero Multinacional Estatal Latinoamericano. Como se ve, el propio nombre muestra una concepción distinta a la de los que hoy creen que basta con una empresa fantasma como ENARSA, que es sólo tapadera de los negocios de empresas como REPSOL y PANAMERICAN, entre otras. Sostenía que la nacionalización de la industria petrolera contribuiría a despejar uno de los factores de los golpes de estado antidemocráticos en Latinoamérica  y que era clave para romper con la dependencia económica. (13).
Partidario de la unidad popular latinoamericana, el sábado 10 de diciembre de 1988, en el Homenaje a Mosconi en el Día del Petróleo, frente a su tumba, en nombre del MONADEPA, decía: “La modesta labor que hemos desarrollado ha merecido el aliento de instituciones similares del Brasil y se nos ha solicitado organizar un Movimiento que luche por la aplicación de estos objetivos, nucleando todas las entidades existentes en América Latina, siguiendo el ejemplo que dio la Alianza Continental fundada en Buenos Aires el 3 de mayo de 1927 por Arturo Orzábal Quintana, a la que adhirieron los Generales Enrique Mosconi y Alonso Baldrich y, entre otros, Diego Luis Molinari, Carlos Sánchez Viamonte, Arturo Orgaz, Domingo Derisi y Moisés Lebenshon”. (14)
Apoyó las nacionalizaciones en otros países latinoamericanos, en particular la de México en 1938. Tal vez convenga, para comprender el alcance de las propuestas de Silenzi de Stagni, transcribir el artículo primero del decreto de nacionalización mexicano, de cuatro artículos y firmado por el General Lázaro Cárdenas, que dice: “Se declaran expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la Nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros tanques, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de la Compañía Mexicana de Petróleo "El Águila SA", Compañía Naviera de San Cristóbal SA, Compañía Naviera de San Ricardo SA, Huasteca Petroleum Company, Sinclair Pierce Oil Company, Mexican Sinclair Petroleum Corporation, Stanford y Compañía S y C, Penn Mex Fuel Company, Richmond Petroleum Company de México,  California Standard Oil Company of Mexico, Compañía Petrolera El Agwi SA, Compañía de Gas y Combustible Imperio, Consolidated Oil Company of Mexico, Compañía Mexicana de Vapores San Antonio SA, Sabalo Transportation Company, Charita SA, y Cacalicao SA, en cuanto sean  necesarios, a juicio de la Secretaría de la Economía Nacional para el descubrimiento, captación, conducción, almacenamiento y distribución de los productos de la industria petrolera.” (15)
Es que Adolfo Silenzi de Stagni comprendió, como Mosconi, que era necesaria la estatización total de la industria petrolera en nuestros países oprimidos como parte de la lucha para terminar con la expoliación de todas las potencias. Hoy sabemos que esto integra la lucha por la segunda independencia que barrerá con este Estado-Gerente de la entrega, la sumisión nacional y la opresión popular, y que parirá el nuevo Estado argentino de democracia grande para el Pueblo y soberanía para la Nación. (16)
Los patriotas y luchadores populares asumimos el compromiso de llevar al triunfo las banderas del Dr. Adolfo Silenzi de Stagni.

EN EL CAMINO DE MOSCONI, BALDRICH Y SILENZI DE STAGNI.
En un mundo en profunda crisis económica los pueblos empiezan a poner sobre el tapete la discusión esencial: ¿quién pagará la crisis?.¿Los que se enriquecieron rapiñando a los pueblos, países y naciones oprimidas o estos últimos?
Indignados del mundo en Grecia, Italia, España, Inglaterra, EE.UU., Israel, los pueblos árabes, y los humillados y vilipendiados de América Latina, etc., empiezan a hacer tronar su voz y escribir ellos mismos la historia. 
De los bolsillos de los petroleros privados que esquilmaron el patrimonio nacional deben salir fondos para que sean efectivos los derechos de los pueblos.
La política petrolera de este gobierno, como la de anteriores gobiernos gerentes de la dependencia, es de entrega del patrimonio hidrocarburífero argentino.
Españoles, rusos, ingleses, chinos, yanquis, franceses, asociados a los “amigos de siempre” como Ezquenazi, Cristóbal López, Lázaro Báez, etc. pastorean sobre nuestros yacimientos en la tierra, en el mar y en los territorios usurpados por la colonialista Inglaterra.
Nosotros pensamos que debemos recuperar el lema de los hombres de Mayo:

“Ni amo viejo ni amo nuevo. No queremos tener amo”

Continuaremos nuestra lucha por la reestatización de YPF y Gas de Estado y por la propiedad y gestión estatal, monopólica y eficiente, en todos los eslabones de la cadena productiva, desde la exploración a la comercialización, con control de sus obreros y técnicos y del pueblo argentino, de todos los hidrocarburos líquidos y gaseosos de la Argentina.
Seguiremos la senda iniciada por el General Mosconi y el General Baldrich y el camino marcado por el Dr. Adolfo Silenzi de Stagni.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.       Silenzi de Stagni, Adolfo. Homenaje al General Mosconi. 12 de diciembre de 1987. Buenos Aires.
2.       Silenzi de Stagni, Adolfo. Claves para una política petrolera nacional. Pág. 19. Distribuidora y editora Teoría S.R.L.. Buenos Aires. 1983.
3.       Silenzi de Stagni, Adolfo. En defensa del petróleo y la soberanía nacional. Revista Síntomas en la ciencia la cultura y la técnica. Págs. 26-28. Nº 9. Buenos Aires. Mayo de 1986.
4.       Silenzi de Stagni, Adolfo. Claves para una política petrolera nacional. Pág. 110-111. Distribuidora y editora Teoría S.R.L.. Buenos Aires. 1983.
5.       Micucci, Horacio. Volver a Mosconi. Fracaso total del privatismo energético. Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina Nº 17. Págs. 11-16. Buenos Aires. Junio-julio-agosto de 2004.
6.       ¿Qué es una locación de obra?. MONADEPA Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo Argentino. Boletín Nº 2. Noviembre - Diciembre de 1987.
7.       Silenzi de Stagni, Adolfo. La privatización de YPF. Riesgo público, ganancia privada. Realidad Económica Nº 118. Págs. 19-31. 1993.
8.       Olmos, Alejandro. Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre se lo ocultaron. 3ª Edición. Pág. 181-190. Editorial de los argentinos. Buenos Aires. 1995.
9.       Silenzi de Stagni, Adolfo. Las Malvinas y el petróleo. Volumen 2. Págs. 23-24. Distribuidora y editora Teoría S.R.L.. Buenos Aires. 1983.
10.   Silenzi de Stagni, Adolfo. Claves para una política petrolera nacional. Pág. 155. Distribuidora y editora Teoría S.R.L.. Buenos Aires. 1983.
11.   Silenzi de Stagni, Adolfo. Islas Malvinas I. ¿Negociación o rendición?. Análisis crítico del Acuerdo de Cooperación firmado con el Reino Unido. Realidad Económica Nº 137. Págs. 8-24. 1996.
12.   Silenzi de Stagni, Adolfo. Las Malvinas y el petróleo. Volumen 2. Pág. 204. Distribuidora y editora Teoría S.R.L.. Buenos Aires. 1983.
13.   Silenzi de Stagni, Adolfo. Claves para una política petrolera nacional. Págs. 275-281. Distribuidora y editora Teoría S.R.L.. Buenos Aires. 1983.
14.   Periódico Hoy servir al pueblo. 14 de diciembre de 1988.
15.   Silva Herzog, Jesús. La expropiación del petróleo en México. Cuadernos Americanos. Pág. 94. México. 1963.
16.   Foro Patriótico y Popular. Declaración Fundacional.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Programa universitario: “el trípode reivindicativo”.

Programa universitario: “el trípode reivindicativo”.
Horacio Micucci

Hace unos 40 años, siendo estudiantes universitarios, pensábamos que había un trípode en el que se asentaba el proyecto universitario. Las patas de ese trípode eran: la cuestión democrática, la cuestión pedagógica y científica y la cuestión presupuestaria.
La cuestión democrática: la limitación.
La limitación es la consecuencia de todas aquellas medidas que impiden el acceso a la universidad por razones económicas, geográficas, culturales, organizativas, etc. y es el principal problema democrático en la educación.
Son los exámenes de ingresos, horarios que no contemplan a los que trabajan, cátedras filtro que impiden el ingreso y permanencia en la Universidad, etc.
La lucha por la participación estudiantil en el gobierno de universidades y por la conducción de los centros de estudiantes es una forma (que no debe ser despreciada) de incidir en las decisiones para impedir esa limitación e imponer una docencia e investigación ligadas a las necesidades del Pueblo y de la Nación, con el presupuesto necesario.
Plantear la participación estudiantil en el gobierno de la universidad separada de la lucha contra la limitación, por un contenido de la enseñanza y la investigación popular, patriótico, democrático y científico y por el presupuesto para ello, es alejarla del interés de la mayoría. Hace que los estudiantes no la vean como propia sino como el objetivo de un grupo de activistas.
La cuestión pedagógica: docencia e investigación.
Comprende el contenido de la enseñanza y la investigación. Y aquí aparece la cuestión de la política científica y educacional. Si política es la ciencia (para ubicar causas, efectos y leyes) y el oficio (o capacidad para llevar a la práctica un plan) para hacer posible lo necesario; una política científica y educacional es hacer posible la educación para las necesidades del pueblo en una Argentina independiente.
Es la política universitaria del pueblo liberado y la patria independiente.
Es la política universitaria de la Revolución de Nueva Democracia, de la etapa democrático popular, agraria y antiimperialista. No es socialista de inicio sino la primera etapa en el camino ininterrumpido al socialismo.
En los setenta teníamos un ejemplo que, decíamos, si se resuelven las contradicciones que encierra se resuelve el proyecto educacional que deseamos. El ejemplo era el siguiente:
En Florencio Varela estaba el Centro de Investigación en petróleo (de la YPF estatal) más grande de Suramérica. En Ensenada estaba una de las destilerías más grandes de Suramérica. Y en la Universidad Nacional de La Plata no había ingeniería en petróleo. Nosotros pensábamos que los científicos que trabajaban en el Centro de Investigación debían ser los docentes de esa carrera de ingeniería, la carrera debía integrarse con la práctica en la destilería y los obreros de ella también podrían estudiar allí. Era nuestra idea de la integración de la producción, la docencia y la investigación. Y del acceso de los obreros a la universidad.
Hoy se dirá que esto era “utópico”, pero nosotros nos basábamos en ejemplos reales nacionales y extranjeros. El Astillero de Río Santiago tenía (y tiene) una escuela secundaria donde se formaban hijos de los obreros de la empresa que después entraban a trabajar en ella y, por esos años, en la China de Mao, la Fábrica de Máquinas Herramientas de Shangai formaba como ingenieros a sus obreros y eran mejores, se decía, que los de la Universidad de Pekín.
Por esos años se destacaba el método de evaluación de los ingenieros electrónicos que se recibían en China: debían armar una computadora para recibir el título. Esto era lo que nosotros queríamos decir cuando planteábamos que la práctica es la madre de la teoría y que la capacidad de transformar la realidad es el criterio de verdad de cualquier teoría.
Es preciso investigar qué relación hay entre la teoría y la práctica en educación, qué enseñanza debe haber en ciencias físicas, químicas y biológicas y en ciencias sociales. ¿Qué enseñanza en cultura y arte?. ¿Plantear la filosofía como una suma de debates abstractos de ideas?. ¿Plantear la historia como una sucesión de hechos memorables con individuos destacados?. O, todo lo contrario, relacionarlas con la historia de las formaciones económico sociales y la lucha de clases en cada momento. En suma: ¿cómo enseñar…?
Esta era una gran preocupación para nosotros, jóvenes estudiantes, profesionales y científicos de los setenta.
¿Cuántos temas se estudian sin haber visto jamás aquello de lo que se habla y alejados de toda práctica?. ¿Cuántas definiciones generales sin ni siquiera haber visto el objeto de estudio?
Es una forma de enseñanza que no parte de la práctica. Por lo tanto es difícil y mala.
La cuestión económica.
Es el presupuesto necesario para todo lo anterior buscándolo en los bolsillos de los principales enemigos del Pueblo y de la Patria en cada momento. 
Esto vincula las reivindicaciones universitarias con el proyecto de país y con las reivindicaciones patrióticas y democráticas del conjunto del pueblo.
Las mineras pagan ínfimas regalías.
Los buques factoría extranjeros rapiñan nuestro mar. Se entrega el petróleo. Se extranjerizan nuestras tierras fértiles. Se paga una deuda externa ilegítima y fraudulenta. Las ganancias financieras no pagan impuestos, etc. etc.
Es la depredación del pueblo y de la patria.
En estos y otros lugares está el dinero necesario.
El sistema educativo actual tiene como víctimas a los que no pueden acceder a él y a los que lo sufren en él: los alumnos y los docentes. Sus reivindicaciones (no sólo lo salarial o las mínimas y esenciales soluciones cotidianas) son parte del programa de lucha. Incluyen lo pedagógico y lo científico: a quiénes enseñar, qué enseñar, cómo enseñar y con qué condiciones enseñar. Y con que dinero hacerlo.
El protagonismo del estudiante
Este trípode reivindicativo está atravesado por una concepción de la enseñanza que parte de la práctica y termina en la práctica transformadora como criterio de verdad.
Y tiene al alumno como eje. En el acto educativo hay un proceso dialéctico donde se unen y se oponen dos polos inseparables: el docente y el alumno. El proceso es exitoso si el alumno empieza aprendiendo y el docente enseñando y termina con la inversa; el alumno enseñando y el docente aprendiendo.
El método de evaluación también debe cambiar. Ya no será ese examen con “zancadillas y preguntas capciosas” o el “Múltiple Choice”. La evaluación deberá hacerse en base al trabajo anual y la capacidad de labor en equipo. Y el equipo incluye al docente.
La medida del conocimiento no es la respuesta del alumno a una pregunta. Es la capacidad del alumno de hacer la mejor pregunta, investigar las respuestas posibles y concretarlas en una práctica colectiva organizada.
Esta enseñanza es una enseñanza cuestionadora, para la libertad, y contraria a la represión y a todo formalismo.
Es una enseñanza para la democracia grande con el estudiante como protagonista.